Trabajo De Dictadura
Enviado por krlozypz • 20 de Enero de 2014 • 5.320 Palabras (22 Páginas) • 196 Visitas
La Transición del Conflicto Uruguayo:
¿Un paso hacia la justicia o hacia la impunidad?
“A uno de cada ochenta uruguayos le ataron una capucha a la cabeza; pero capuchas invisibles cubrieron también a los demás uruguayos, condenados al aislamiento y a la incomunicación, aunque se salvaron de la tortura… el miedo y el silencio fueron convertidos en un modo de vida obligatorio.”(Galeano ,1991: 111)
Nuestra intención con este ejercicio de investigación es analizar la importancia de poner en marcha los mecanismos adecuados al momento de adentrarse en la etapa a posteriori de un conflicto, como la transición política hacia la restauración de la democracia, pues de ello depende que se garanticen los derechos de la población afectada y se construyan condiciones favorables para la reconciliación nacional.
Ahora bien, observamos que el conflicto Uruguayo (1973-1985) se desarrolla solo entre los actores colectivos y organizados que se encuentran directamente involucrados en el, pues la intervención de actores externos solo se dio hasta el año 2006 con la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Gelman vs. Uruguay. Por un lado, están las F.F.A.A. a quienes les interesaba obtener poder político y económico con el fin de no permitir que el socialismo gobernará el país para lo cual combate la insurgencia con el uso excesivo de la violencia . En consecuencia, la sociedad fue reprimida y coartada en sus libertades básicas, sometiéndola a un ambiente de miedo y terror (Corbo Longueira, 2007: pp. 23-47). Por el otro, están los partidos políticos de izquierda, de derecha, algunos sectores de la sociedad civil: estudiantes y el sindicato de trabajadores (CNT); estos poseían un interés común, el restablecimiento de la Democracia, pero lo orientaban hacia fines diferentes. Por su parte, los partidos lo tomaban como el medio para recuperar su poder político y con este tener la posibilidad de generar cambios, lo cual podría obtenerse al convocar y actuar en conjunto con la sociedad contra el régimen dictatorial. Mientras que los sectores de la sociedad lo consideraban como la oportunidad de reivindicar las libertades básicas –entre ellas la de expresión- y de reparación material y simbólica de los derechos de las víctimas para lograrlo optaron por organizar y convocar, mediante publicaciones y mensajes en clave , manifestaciones para ejercer presión interna y mostrar su inconformidad. En suma, se podría identificar lo que Entelman denomina bipolaridad, pues se distinguen dos bandos con intereses discordantes integrados por multiplicidad de actores con intereses comunes (Entelman, 2002, p 86), en este caso serían, las F.F.A.A. y la oposición conformada por los otros tres actores.
En cuanto, a la conciencia del conflicto en el caso uruguayo, todos los actores estaban conscientes de que había un conflicto en el que sus intereses estaban siendo afectados. Por ejemplo, la disminución permanente de los salarios debido a las medidas tomadas en la dictadura, vulneración de los derechos humanos, militarización de universidades y fábricas, cierre de periódicos, entre otros.
Como consecuencia de las técnicas represivas utilizadas por las F.F.A.A. la dimensión e intensidad del conflicto durante la dictadura militar uruguaya fueron cuantiosas. Por un lado, la dimensión de personas afectadas en este periodo fue amplia, debido a que con la Operación Cóndor se traspasaron las fronteras con el objetivo de torturar, desaparecer, y en algunas ocasiones, propinar la muerte a los opositores de los gobiernos dictatoriales, dejando como saldo miles de afectados en el extranjero y en el territorio nacional, principalmente Montevideo, “al menos 157 desaparecidos (pp.285, 425-30); aproximadamente noventa y cinco presos políticos murieron de enfermedad o de suicidio en centros de detención (pp. 419-22); de cada 10.000 uruguayos treinta y uno fueron detenidos en Uruguay por razones políticas (p.117); la mayoría de los detenidos fueron sometidos a tortura (pp.143-44) y se considera que en este período Uruguay tenía el índice más alto de presos políticos en América Latina (p.117)” (Serpaj, 1989: pp. 22-425).
De igual forma, los actos de violencia directa propiciaron intensas escaladas en el conflicto; el periodo de mayor intensidad se dio al inicio de la dictadura con la disolución del Parlamento en junio de 1973, la toma del poder ejecutivo por las F.F.A.A. y la prohibición de toda actividad política desde 1976, pues el resultado de estas medidas fue la restricción a la vigencia plena del Estado de Derecho con todas sus garantías liberales; la tortura y detención masiva de cientos de uruguayos, la implementación de una cultura de miedo y la difusión de ideas de extrema de derecha por los medios de comunicación.
“La amenaza de guerrilla sirvió de coartada al terrorismo de Estado, que puso en acción sus engranajes para reducir a la mitad los salarios obreros, aniquilar las organizaciones sindicales y suprimir las conciencias críticas. Mediante la difusión masiva del terror y la incertidumbre, se pretendió imponer un orden sordomudo.” (Galeano, 1991:116)
En este grafico ilustramos como fue la intensidad del conflicto durante la dictadura militar. En los tres primeros años (1973-76) de esta el conflicto alcanzo una su mayor intensidad y los cuatro años siguientes se mantuvo constante, debido a que en estos periodos de tiempo se apreso, desapareció, torturo y asesino al mayor número de uruguayos, los principales afectados fueron los dirigentes políticos de izquierda, es decir, que este fue el periodo en que más se vulnero los derechos fundamentales de la sociedad, especialmente el derecho a la vida, al utilizar de manera excesiva la fuerza para imponer un nuevo régimen. Tiempo después de haber conseguido doblegar a la sociedad civil y a los líderes políticos para que dejaran de organizar huelgas y manifestaciones como muestra de su inconformidad, las F.F.A.A. quisieron legitimar y afianzarse en el poder convocando en 1980 un plebiscito constitucional, el cual se convirtió en la máxima expresión de rechazo de la sociedad hacia el régimen militar ya que "el NO" recogió el 57,2% del total de sufragios; este fue el inicio de la desescalada del conflicto, pues la intensidad descendió progresivamente al sumársele a este acto de desaprobación la unión de los partidos de derecha e izquierda
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