Traduccion The Golden Fleece

Jonás y el vellocino de oro.

El Rey de Tesalia tuvo dos hijos llamados Frixo y Helle. Su madrastra los odiaba y quería matarlos, pero fueron salvados por un presente que su verdadera madre les había dado, un carnero maravilloso con vellocino de oro.

El carnero cargo a los niños en su espalda a través del estrecho que divide Europa y Asia.

Helle se resbaló de la espalda del carnero y callo en el Mar Negro, pero Frixo callo a salvo en Colchis en la costa este. Para dar gracias por su fuga, Frixo sacrificó el carnero a Zeus y colgó su vellocino de oro en un bosque, donde fue custodiado por un feroz dragón que nunca dormía.

Cuando murió el rey de Tesalia, su sobrino Aeson le sucedió, pero pronto fue expulsado por su hermanastro Pelias. Aeson tuvo un hijo llamado Jason, a quien había enviado lejos para ser educado por el centauro Quirón.

Cuando Jason aceptó ir en esta búsqueda, y pronto los cincuenta héroes de todas partes de Grecia se reunieron para zarpar con él en su barco, el Argo. Después de muchas aventuras, el Argo con su tripulación, llamado los argonautas, alcanzado Cólquida.

"Yo te daré el vellocino de oro si se puede arar un campo con mi par de toros de fuego-respiración y sembrarla con dientes de dragones", dijo Aeetes, el rey de la Cólquida. Aeetes sabía que la cosecha de guerreros armados podría surgir de los dientes y girar sus espadas contra Jason.

Mientras se hacían los preparativos para la tarea, Jason conoció y se enamoró de Medea, la hija del rey. Medea era una hechicera, y ella dio a Jason un encanto que le protegería contra los toros de fuego-respiración y guerreros armados.

A la hora señalada, el pueblo de la Cólquida ensamblan en una colina cercana para observar el espectáculo, mientras que el rey tomó su asiento real. Los dos toros corrieron en el campo, echando fuego por las narices, y la quema de hierba y arbustos a su paso.

Todo el mundo se echó hacia atrás en su enfoque, pero Jason caminó audazmente adelante y palmeó el cuello del toro para calmarlos. Luego se deslizó en el yugo y aprovechado los toros para arar.

Los Colchians ven con asombros como Jason guiado el arado para hacer surcos y luego sembró dientes de dragón.

En cuestión de segundos, una cosecha de guerreros armados se levantó y blandió sus armas contra Jason. Durante un tiempo, él los mantuvo a raya con su espada y escudo, pero luego se recurrió al truco que Medea le había enseñado.

Aprovechando una piedra, la lanzó hacia el centro del grupo de guerreros. De inmediato se enfrentaron entre sí, y pronto no quedaba nadie con vida. Los argonautas aclamaron a su héroe, y Medea sentó orgulloso y feliz al lado de su padre.

Jason, después de haber ganado el derecho al vellocino de oro, ahora tenía que pasar por el dragón para conseguirlo. Una vez más, Medea vino en su ayuda. Ella le dio un aceite

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