Tragame Tierra

Esta es una de las tantas anécdotas que tengo de preparatoria y elegí esta porque dentro de todas ellas esta es la más penosa, está en la que mas vergüenza me dio y la que tengo la certeza nunca olvidare.

Toco comenzó con el antojo de un café, simplemente teníamos ganas, dos amigos que eran novios y yo de ir a tomar un café. Ellos han sido mis amigo desde la secundaria, los dos eran grandes amigos así que cada vez que se peleaban me ponían a mi entre la espada y la pared no había ni a quien irle. Ella solía ser muy explosiva, cualquier cosa la molestaba y mi pobre amigo la tenía que soportar, eso sí era amor.

Ellos siempre pelaban, era ya costumbre verlos o saber que estaban peleados muchas de las veces no había una razón en sí, la mayoría de las veces eran tonterías las que provocaban la pelea pero aun así duraron tres años.

Como todo nos quedaba cerca de la escuela no era tan complicado encontrar un lugar en donde encontrar un café y un lugar donde platicar, todo estaba muy bien, ellos muy tranquilos como pocas veces podíamos verlos. Elegimos un d’ volada que estaba dentro de una plaza pero no queríamos caminar así que le pedimos raite a una amiga y su papá, nos subimos al carro y nos dirigimos hacia el café, llegamos al lugar, bajamos del carro y agradecimos el aventón, entramos al café muy contentos los tres al parecer todo estaba bien, subimos a la planta alta del café, recuerdo que ella pidió una bebida de fresa y el y yo un frappe supongo que de oreo. La estancia dentro del café fue muy agradable, reímos, bromeamos, platicamos de todo y de nada.

Al pasar pienso yo unos 40 minutos de estar en el café llego la hora de irnos, estábamos sobre la Justo Sierra, el y yo vivimos por el mismo rumbo y ella del otro lado del mundo, así que teníamos que tomar nuestro respectivo camión, nosotros iríamos a la izquierda y ella tenía que irse sola hacia la derecha como muchas veces antes lo había hecho. De repente y sin explicación alguna ella cruzo la calle sin despedirse, él muy extrañado de la forma en que se había ido la siguió yo me quede en el mismo lugar, cuando él cruzo la calle me hizo una seña con la mano indicándome que fuera también con ellos, y ella solo grito dirigiéndose a él “solo quería que me pidieras perdón”, dentro de mi dije: ¿perdón de qué? Si todo estaba muy bien, él pensó exactamente lo mismo que yo. Él la alcanzo y cuando lo hizo la abrazo, estábamos justo en un semáforo en una hora en la que la Justo Sierra esta terriblemente transitada, ella le tiraba manotazos y le gritaba, él solo la abraza tratando de soportar los golpes y pidiéndole que se calmara, ¿Dónde estaba yo?, escondida tras un poste de luz, estaba pasando la peor vergüenza de mi vida, pena ajena en ese momento lo que más quería era que la tierra se abriera y me tragara, toda la gente los miraba como se estaba peleando, yo solo miraba atrás del poste cómo toda

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