Tres grupos de actividades en el tercer sector
Enviado por Miltan • 8 de Octubre de 2014 • Trabajo • 770 Palabras (4 Páginas) • 268 Visitas
La imagen que se viene dando últimamente al tercer sector se puede incluir en este campo como una economía generosa y solidaria, la gratuidad-generosidad humana manifestada desde la raíz de la caridad y los medios del don, donde la entrega y la comunión de bienes tienen más significación que el intercambio comercial, que el contrato mercantil y que la intervención estatal. En este ámbito del compromiso se insiste: a) En la prioridad de lo social sobre lo individual, y de los intereses colectivos (promovidos por el Estado o por los particulares) sobre el individualismo. b) En el contenido de una gratuidad que se hace sin la garantía de la recompensa o devolución. c) En una organización social basada en un "vínculo social" o asociativo con una amplia participación y funcionamiento personalizado, como aparece indicado en gran parte de la Doctrina Social de la Iglesia.
Según esto, se pueden considerar tres grupos de actividades dentro del tercer sector: en primer lugar, las actividades propias de la llamada economía social: cooperativas, empresas de cogestión y actividades autogestionarias (GS, 68). En segundo lugar, las entidades no lucrativas con declaración de entidades públicas, entre las que encontramos las mutualidades, asociaciones y sistemas fundacionales (CA, 49). Y, en tercer lugar, las actividades de colaboración social, entre las que se encuentran los voluntariados y las ONGs (QA, 184-186; CA, 49).
La Doctrina Social de la Iglesia insiste en las siguientes características fundamentales que pueden definir el tercer sector como horizonte de la economía de gratuidad: la relación de las diversas actividades que se derivan de la política social, con flujos y reflujos —como referencia esencial está la dimensión altruista y solidaria que define una concepción generosa de la economía—; el realce de la sociedad y de las instituciones intermedias por encima del poder y del Estado; la solidaridad como elemento transversal (SRS, 41). No se trata de una solidaridad comercial, instrumental o técnica sino de una solidaridad esencial que configura las mismas estructuras económicas y cívicas.
De la concepción cristiana de la persona se sigue necesariamente una justa visión de la sociedad en la que podemos ver la "entraña del tercer sector" como base para comprender la economía de la gratuidad.
Según la Rerum novarum y la Doctrina Social de la Iglesia, la socialidad del hombre no se agota en el Estado, sino que se realiza en diversos grupos intermedios, comenzando por la familia y siguiendo por los grupos económicos, sociales, políticos y culturales, los cuales, como provienen de la misma naturaleza humana, tienen su propia autonomía, sin salirse del ámbito del bien común. Es lo que la DSI llama la subjetividad de la sociedad (CA, 49; SRS, 15; 28).
Desde toda la DSI y los ambientes analizados por ella existe,
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