UIN ENSAYO SOBRE QUE PAGUEN LOS DEMAS

QUE PAGUEN LOS DEMAS.

¿Hemos sido educados de la forma en que nos comportamos y tomamos decisiones? o ¿a través de lo que hemos vivido y las necesidades que tenemos, hemos ido modificando nuestro actuar?

Cuadros (2000), nos habla de varios personajes en su artículo, del vendedor de la materia prima, del comerciante final y sus trabajadores (niños) y los nativos, y como cada uno de ellos tiene diferente valor para el balón.

Si cada uno de los seres humanos nos pusiéramos a pensar cual es el proceso por el cual pasa los artículos que consumimos, otro fuera el escenario de nuestro medio ambiente.

El comerciante inicial por ejemplo: desconocía por el sufrimiento por el cual pasaban los rebaños que él había vendido, pero no podemos ir disculpándonos al hacer daño por desconocimiento, eso no sirve de nada el daño ya está hecho.

El comerciante final: no pude decir, que no tenga conocimiento de los daños o externalidades ambientales que está provocando, sin embargo no le interesa saber que al curtir el cuero está haciendo usos excesivo de un recurso natural gratis; al cual solo le está regresando daños (contaminación), daños que no solo aplica a los recursos naturales, sino también a las personas de la región; así como también no le interesa saber lo implica el tener a menores de edad trabajando para él, estas dos últimas situación son las (externalidades  sociales).

Cual sea el personaje en el que nos encontremos (comerciante inicial o final, comprador o personas afectadas), debemos actuarnos solo de la forma que hemos sido educados, sino también, en base a la información y experiencia que nos va dan la vida (ser investigadores), así como también actuar de manera responsable.

La pobreza, la ignorancia, la falta de información e interés, así como el consumo desmedido del ser humano, son las causas que provocan que nuestros recursos naturales estén en crisis, todo esto se puede englobar en la fatal de responsabilidad que tenemos los seres humanos.

Cuadros (2000) dice “Sería irreal hablar de no consumir. Pero sí deberíamos reexaminar los aspectos desorbitados y las falsas necesidades que mueven nuestro consumo”; con lo anterior quiere decir que debemos  reflexionar sobre nuestra forma de consumir.

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