Uerra es la madre de todas las cosas.
Enviado por maciasespinal • 19 de Marzo de 2014 • Trabajo • 7.823 Palabras (32 Páginas) • 270 Visitas
uerra es la madre de todas las cosas. Heráclito
INTRODUCCIÓN
En este informe se analiza desde una perspectiva crítica-ética y sistémica algunos de los elementos que explican la complejidad de la economía venezolana en el contexto de la denominada Guerra Económica que vive desde que la revolución bolivariana llegó en 1999 hasta 2013. Es parte del proceso investigativo sobre la economía venezolano en los tiempos actuales que ha sido emprendido, motivado al llamado que hiciera el Ministro del Poder Popular para las Finanzas, Nelson Merentes, de investigar las causas de la inflación en el país, en el contexto de una economía que enfrenta una cercana al 50% para el cierre de 2013, que se ha denominado: una peligrosa ola inflacionaria. La invitación la hizo el Ministro en su discurso ante la Asamblea Nacional para presentar los proyectos de Ley de Presupuesto y de Endeudamiento para el ejercicio fiscal 2014, en los siguientes términos:
La inflación está fuera de todo rango en los últimos años. Hay que buscar las causas de este terrible mal. Por cierto, Venezuela lleva 30 años con inflaciones de dos dígitos, inclusive tres; algunos dirán que es solamente culpa del Gobierno, pero hay que investigar. En 2013 se dispara casi al doble.1
Necesitamos respuestas contundentes, frontales, valientes, radicales en este contexto un tanto borroso en materia económica. El pueblo venezolano esperó tanto por una revolución de la mano del pensamiento bolivariano, y el máximo líder, Hugo Chávez Frías, interpretó esa necesidad. Pero la contrarrevolución, chantajista, expoliadora histórica de la renta petrolera, representada por Fedecámaras, Consecomercio, Venemcham, entre otros sectores de la burguesía tradicional, aún siguen en la ofensiva y en sus ansias de derrocar la revolución. ¡Es hora de enfrentarlos con más contundencia!
Hay que discutir los problemas fundamentales que nos siguen afectando como economía rentista, con este informe económico se presenta una primera aproximación a la comprensión de esa realidad. Se intenta identificar algunos elementos políticos, económicos y sociales que explican esa Guerra Económica, aplicando métodos de análisis complementarios (cualitativos y cuantitativos) aplicados a la Economía y la Gestión como disciplinas científicas, de fácil compresión para la población en general.
Entre esos elementos, se analiza el perfil de los sectores productivos nacionales tradicionales y su alta dependencia de las importaciones; el Ahorro nacional como una de las variables claves a considerar y atender de manera urgente; los problemas existentes en el control de cambio y los efectos perniciosos generados a la economía desde su aplicación hace más de 10 años. Finalmente, se hacen una serie de propuestas macroeconómicas y de políticas públicas para abordar la complejidad de la economía nacional en el contexto de la Guerra Económica, como alternativa para superarla y alcanzar la paz económica.
En las próximas entregas se tiene previsto estudiar los elementos de ese terrible mal de la inflación y su vinculación con la política monetaria y fiscal, considerada la variable más perjudicial de la economía y de cualquier sociedad a escala planetaria, porque empobrece a todos por igual, tanto a ricos como a pobres. Sin embargo, en una ola inflacionaria, como la vivida actualmente en Venezuela, las personas naturales y jurídicas que logran salir airosos de ese mal son los más fuertes económicamente, poseedores de riquezas materiales y financieros como para huir o cambiar de actividad cuando esta variable los amenaza. Algo distinto ocurre, con los asalariados, ahorristas o dependientes de rentas fijas, que ven mermados el valor de su dinero en el corto y mediano plazo, desplazándolos en la escala social. En términos marxista, se da una lucha de clases y un proceso de sobrevivencia natural ante la incertidumbre que genera el saber que el dinero líquido que se tiene (ingresos, salarios o ahorros) comprará en el mañana cada vez menos.
ACTORES DE LA GUERRA ECONÓMICA VENEZOLANA
Si planteamos la situación económica como una guerra, entonces como en cualquier guerra, hay actores y hay estrategias: por un lado el Gobierno nacional, como el actor garante que las cosas de la economía funcionen, es decir, que la dinámica económica permita alcanzar los objetivos fundamentales que son satisfacer las necesidades de la población de bienes y servicios, generar empleos, controlar la inflación, controlar el tipo de cambio, y disminuir el déficit fiscal, entre otros. Al mismo tiempo, debe administrar los recursos estratégicos de la Nación como los recursos naturales de propiedad común de todos los venezolanos y aplicar los controles y correctivos para que los sectores no gubernamentales (privados) se desarrollen.
Otro actor de la guerra son los sectores productivos privados, que dentro del sistema económico que aún predomina en el país: el capitalismo, busca generar ganancias, acumularlas y sobrevivir en un marco de libertad económica y libre competencia. Los mueve el afán de lucro: donde hay lucro, indistintamente de los controles que existan, buscarán los mecanismos para ver como logran acumular más. Y, en tiempos de crisis o de Guerra como la planteada, los más fuertes, los que tienen más dinero acumulado son los que logran sobrevivir, y lo hacen especulando, trasladando los costos de la guerra económica al precio final de los bienes y servicios.
El último actor son los consumidores o las familias, que en tiempos de una ola inflacionaria como la actual (estimada para finales del 2013 superior al 48%) afecta a todos por igual, sin embargo, impacta más a los segmentos de menores niveles de ingresos, que configuran los estratos sociales D y E, 38% y 42% de la población, respectivamente, y representa la mayor parte de los que apoyan al gobierno revolucionario.
La guerra económica es la misma que ha vivido el Gobierno revolucionario desde que llegó al poder en 1999, y que tuvo su alto nivel de intensidad o conflictividad en tiempos del golpe y el paro petrolero. Recordemos que los sectores productivos aliados a Fedecámaras, Consecomercio, Venemcham, Fedenaga, entre otros, fueron los que auparon y financiaron, con apoyo del Gobierno de Bush, la conspiración que derrotó al presidente Chávez en abril de 2002. Como presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona llegó al poder por 48 horas. Luego, esa misma organización empresarial, con Carlos Fernández como presidente, lideró el golpe petrolero y empresarial de diciembre de 2002, que puso en jaque la economía por 60 días.
Esos mismos actores, las mismas empresas con otros líderes al frente, mantienen las mismas ideas de luchar
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