Un Pavoreal En El Reyno De Los Pinguinos
Enviado por cadillac572003 • 12 de Octubre de 2011 • 1.747 Palabras (7 Páginas) • 403 Visitas
UN PAVOREAL EN EL REINO DE LOS PINGÜINOS
INTRODUCCIÓN
Éste libro nos presenta un enfoque, que va desde lo global a lo específico, de las Relaciones Humanas en torno a las empresas, en donde el ser humano se ha desarrollado durante muchos años, y que el comportamiento de éste va acorde al rango y el poder en una organización, puntualizando a quienes no entran en un dicho sistema u organización planteando las problemáticas y soluciones.
DESARROLLO
En un lugar donde existía un dominio de los pingüinos sobre las demás aves en un Mar de lleno de Empresas, se encontraba un pavorreal, llamado Pedro.
Éste pavorreal distinguido entre las demás aves por su talento, creatividad, imaginación, y es muy sensato y práctico, deslumbró rotundamente a los altos gerentes del Reino de los Pingüinos, por su gran potencial, aunque diferentes a ellos.
En éste Reino los pingüinos eran bien portados seguían las reglas y las normas a la perfección, tenían el pensamiento de que “El que quiera triunfar tiene que ser como nosotros y punto”. Tenían políticas muy rigurosas y estrictas en donde los altos ejecutivos y gerentes únicamente vestían como pingüinos y las demás aves vestías de acuerdo a su puesto desempeñado.
A Pedro le interesaba mucho el Reino de los Pingüinos por las maravillas que había escuchado a cerca de ellos, tenía la ilusión de desarrollarse en ese país rico, donde a todas las aves eran bien pagadas, y pensaba que “En ésta nueva Tierra mi futuro sería más brillante”.
Pedro y los pingüinos llegaron a un acuerdo, él trabajaría en el Reino de los Pingüinos.
Todo marchaba bien Pedro trabajaba muy duro y cosechaba buenos logros, con esto resaltaba más sus plumas, para los altos ejecutivos les parecía excelente los logros que tenía el pavorreal, pero su naturaleza llamativa y vistosa incomodaba a algunos de los pingüinos mayores. Ellos insistían que tenía que verse como ellos, ponerse el traje de pingüino, o se pintara sus plumas de blanco y negro, que caminara igual que ellos. A partir de éste momento Pedro comenzaba a dudar de sí mismo, y se preguntaba, ¿Por qué no puedo ser como soy? ¿Por qué tengo qué cambiar para ser como ustedes?
Él se dio cuenta que había otra aves exóticas, diferentes a los pingüinos que tenían el mismo problema.
Eduardo el águila, inteligente, fuerte y hábil; Helena la gavilana, hermosa, con energía, inteligente, aguda y agresiva; Miguel el pájaro burlón, brillante, creativo, imaginativo e impulsivo; Sara el cisne, soñadora, optimista, refinada y llena de gracia. Todos ellos aunados a otras aves, en donde todas tenían algo en común: no habían crecido en el Reino de los Pingüinos, y que habían sido traídas y contratadas desde otras partes con promesas de éxito: “Estamos interesados en su forma diferente de pensar y en sus ideas innovadoras. Admiramos su trayectoria y queremos que realicen grandes cosas para nosotros”.
Mientras tanto las aves exóticas discutían sus frustraciones y sobretodo soluciones, el cual consistía en cambiar a su jefe, de maneras distintas.
Eduardo puso en práctica la “Estrategia de Apoyo”, sorprende a tu jefe cuando esté haciendo algo bien hecho.
Helena aplicó la “Estrategia de la ilusión”, actúa a partir de supuestos que quisieras que fueran verdaderos.
Miguel decidió intentar la “Estrategia de ignorancia” viola la política pingüina, y si te pescan, sírvete de la respuesta pródiga en enigmas.
Sara el cisne probó la “Estrategia del aprendizaje seguro” expone las nuevas ideas ante los pingüinos mayores en situaciones en que no les incomode tener que darles respuesta.
Pero para Pedro y las demás aves exóticas las cosas fueron empeorando ya que existía negación y oposición.
Las aves a partir de esto aprendieron que todo el país tenía costumbres muy arraigadas las cuales la estructura del sistema era rígido e inquebrantable, en donde las políticas y los procedimientos garantizaban la continuidad de las costumbres de los pingüinos. Finalmente se dieron cuenta que las estrategias aplicadas fueron rechazadas fuertemente y que cambiar todo el sistema no era tarea fácil y mucho menos no iba a llevar poco tiempo.
Pedro fue la primera ave exótica que partió hacia otro lugar llamado “El Reino de la Oportunidad”, seguido de las demás aves que partieron hacia dicho reino.
En este lugar las aves se expresaban libremente, y el vivo intercambio de opiniones era lo que garantizaba su trabajo y su sistema mejoraba constantemente. Lo mejor de todo era que existía confianza en todos los niveles. El lema era “la diversidad engrandece”. El conocimiento que compartían las hacía sabias, y su sabiduría las hacía triunfar.
El Reino de la Oportunidad es un lugar receptivo para el estilo de trabajo idealista, reflexivo e imaginativo, y éste es una nueva manera de relacionarse y se vuelve real cuando dejamos de juzgarnos
...