Un análisis acerca de las imágenes, la televisión y las nuevas tecnologías. Cómo se introducen en la escuela y por qué es importante hacerlo.
Enviado por Tuti Garro • 18 de Agosto de 2016 • Ensayo • 3.826 Palabras (16 Páginas) • 268 Visitas
¿Un .jpg vale más que mil .doc?
Un análisis acerca de las imágenes, la televisión y las nuevas tecnologías. Cómo se introducen en la escuela y por qué es importante hacerlo.
“Si tenemos presente que lo visible es algo que se produce, y que al lado de toda visibilidad habrá siempre una invisibilidad, constataremos que al lado de toda pedagogía de la imagen habrá también una política, construyendo una mirada, y no cualquiera, del mundo.” – Ana Abramowski – [1]
Aunque las imágenes forman parte de nuestras sociedades desde siempre, incluso antes que la palabra, pareciera que el mundo tiende cada vez más hacia ellas, estamos rodeados de imágenes. Vivimos en la era de la supremacía visual y los poderes hegemónicos son cada vez más conscientes de ello, por lo que la máxima de “una imagen vale más que mil palabras” podría ser aceptablemente aplicable a la era actual. De hecho, algunos estudios han demostrado ya, que el 93% de la comunicación es no verbal, ya sea a través de imágenes, gestos, dibujos, fotografías, etc.
Siempre se han utilizado las imágenes para representar la realidad y han sido también soporte de realidades que se han querido representar, aunque parezca redundante, hago una diferenciación entre ambas afirmaciones porque las imágenes, también son, por un lado creadas por alguien, un alguien que ve bajo su propia mirada y que elige plasmarla, y por otro lado son re-creadas por quien luego las recibe, las observa las analiza y las reproduce, claro, bajo su propia mirada, que es otra. Es por esto también que las imágenes son polisémicas, se dotan de múltiples sentidos ya que el mensaje que emiten va más allá de lo que son, porque se completan con la mirada del espectador, una mirada que es atravesada por los saberes, por los sentidos, por la imaginación, por los sentimientos, el poder y finalmente por las palabras.
A lo largo de este ensayo se analizarán principalmente a la televisión argentina como medio masivo de comunicación.
Iniciaré dando un panorama general acerca de la televisión, sus objetivos, alcances y disponibilidad, para luego desarrollar un análisis más profundo en la lectura de algunos ejemplos concretos de la televisión de nuestro país. ¿Qué vemos y por qué? ¿Quién produce esos contenidos que miramos? ¿Qué buscan transmitir? ¿Qué efectos generan o buscan generar en los espectadores? ¿Qué poderes se esconden detrás de las imágenes televisivas? ¿Qué relaciones se construyen entre éstas y los saberes, las ideologías, los sentimientos y el adoctrinamiento de las sociedades?; seguido relacionaré a las nuevas tecnologías con sus respectivos, alcances y disponibilidades, en relación a su utilización, como herramienta al alcance de todos, tanto para ampliar la mirada audiovisual, como para generar contenido que permita hacer frente a determinados materiales que acotan la pluralidad de miradas, voces, historias y verdades. Por último, habiendo analizado los trasfondos, virtudes y desventajas de los medios masivos de comunicación, ahondaré en la posibilidad de una construcción de miradas críticas. Miradas capaces de ver esos trasfondos para así lograr audiencias y usuarios responsables, autónomos, analíticos y por qué no, creadores también de materiales que nos acerquen más a la variedad y diversidad propia de nuestra sociedad.
-“Quien controla los medios, controla la cultura”-
Allan Ginsberg
Los medios de comunicación se definen como los instrumentos mediante los cuales se informa y se comunica de forma masiva; son la manera en que las personas, los miembros de una sociedad o de una comunidad se enteran de lo que sucede a su alrededor a nivel económico, político, social, etc. Los medios de comunicación son la representación física de la comunicación en nuestro mundo; es decir, son el canal mediante el cual la información se obtiene, se procesa y, finalmente, se expresa, se comunica. Sin dudas, hoy los que tienen más impacto sobre la sociedad son la televisión y el internet.
Un informe publicado por Télam, realizado entre mayo y julio del 2015, dio cuenta que el 98% de los hogares argentinos tiene TV y más del 60%, internet. Nuestro país concentra casi la mitad de la audiencia de televisión paga en Latinoamérica. Y afirman que los argentinos dedican el 45% del tiempo destinado a la TV para ver cable. Argentina es el cuarto país a nivel mundial en materia de exportación de formatos televisivos, solo superada por Estados Unidos, Holanda y Reino Unido. Queda claro entonces que rol de la televisión cumple un papel muy importante en nuestra sociedad; ahora bien, debemos saber que si tan presente está en nuestra cultura, hemos de comenzar a ver un poco más allá de la pantalla de nuestra sala hogareña, porque quienes controlan los medios tienen muy claro que estos números arrojados juegan más que a su favor.
Hoy la televisión está sujeta a los intereses de las grandes corporaciones y en favor de los poderes hegemónicos, claro que también todo responde al extremo capitalismo que es alimentado por el consumo masivo y del cual nosotros formamos parte fundamental.
Nos acostumbramos a que nos invadan, casi ya de forma agresiva, las imágenes, los discursos visuales, las publicidades; a que la información televisiva se nos dé como axioma, y que lo mediático hoy sea un oxímoron porque es cada vez más privado. En nuestra televisión contamos con una gran lista de programas que mediatizan y hacen show de la vida privada de las personas, porque al parecer eso es lo que consumimos, eso es lo que más llama nuestra atención, son las “realidades” que superan a la ficción, aunque incluso lo sigan siendo.
Uno de los ejemplos más claros es el reality “Gran Hermano”, que ya lleva 10 ediciones en la pantalla chica nacional; dicho programa cuenta con una casa aislada de todo contacto con el exterior y en cuyo interior se encuentra una cierta cantidad de participantes que dejarán que las cámaras los graben durante las 24 horas. Es en principio planteado como un juego de estrategia en el que finalmente habrá un ganador que recibirá como premio una importante suma de dinero, y fama, a cambio de una extrema exposición de su intimidad. Aunque parezca ilógico, este programa ha tenido un gran éxito, que es medible gracias al conocido “rating”, y tanto los productores como los participantes del juego televisivo, son conscientes de ello y de que se debe a la exagerada mediatización de lo privado, a tal punto que se puede reconocer los motivos por los cuales son elegidos quienes entran a la casa y por qué dicen o hacen determinadas cosas. Mientras más privada sea la información, más atención, más rating y más fama. En el atlas de imágenes adjuntado en este ensayo se puede ver algunos ejemplos concretos de este programa, que rozan, si no es que lo son, lo chabacano, lo burdo, lo vergonzoso y hasta lo violento. ¿Hasta qué punto es un juego? ¿Hasta qué punto se deja al descubierto la intimidad de las personas que es un derecho? ¿Qué tan partícipe soy yo, como espectador del programa, de los mensajes que se transmiten y de la –vamos a decir “no tan buena”- reproducción de estos mensajes?
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