Un zapato perdido (O cuando las miradas saben mirar) Pablo Gentili.
Enviado por oslusapo • 13 de Mayo de 2016 • Biografía • 1.318 Palabras (6 Páginas) • 5.724 Visitas
Un zapato perdido
(O cuando las miradas saben mirar)
Pablo Gentili.
Por. María Angélica Gracia.
Pablo Gentili, argentino licenciado en Ciencias de la Educación, de la Universidad de Buenos Aires, donde también obtuvo el título de Doctor en Educación. Desde hace más de dos décadas se dedica a la docencia y a la investigación y profundización social desde la Universidad del Estado de Río de Janeiro. Es, además, Secretario Ejecutivo Adjunto del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en donde ha dirigido la publicación de más de 150 libros en diversos campos de las ciencias sociales en más de 10 países de la región y en acuerdo con más de 14 editoriales académicas y comerciales. (Curriculum Vitae extendido Pablo gentili , 2011).
Fue director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Brasil, donde coordina el Observatorio de Políticas Educativas.
Dada su formación como pedagogo e investigador de temas sociales, Gentili ha siempre mostrado interés y significativa atención hacia la problemática educacional en américa latina, foco delimitado de sus investigaciones, dedicadas fundamentalmente a cavilar detenidamente sobre los equivocados procesos de privatización escolar que percibimos mucho en nuestro entorno. Y hacia las formas de dinámicas negativas de separación y exclusión que estropean la educación de nuestra nación.
A través de los años ha demostrado su preocupación e importancia a la valoración de estos temas sociales, asunto que lleva tratando en cada uno de sus libros y de cada uno de sus trabajos académicos antes realizados, en su lucha por la defensa férrea de la educación sin paradigmas y barreras de ningún tipo.
En el documento “Un zapato perdido” Gentilli nos cuenta de manera narrativa y un poco anecdótica Una situación en donde el escritor nos narra que para no perder accidentalmente el zapato de su hijo, ya que se estaba durmiendo en su matutino paseo en coche y tenía los cordones sueltos, decide guardarlo y le deja puesto solo un zapato. Con asombro confronta la reacción de cada una de las personas que pasan a su lado de camino a su casa, quienes se dieron cuenta en el mismo momento de que algo no estaba bien, o que algo anormal está sucediendo con el zapato de mateo. Y que se lo hicieron saber preguntando acerca de donde estaba el zapato del niño, y que estuviera atento por si lo había perdido en el camino.
El, de esta manera lleva al lector a ver desde un punto de vista crítico a través de la problemática vivida en su ciudad. Río de Janeiro que es un territorio de profundos contrastes, donde la desigualdad social conviven en el diario vivir de forma no siempre armoniosa. Su desazón era, quizás, injustificada: ¿qué hace del pie descalzo de un niño de clase media motivo de atención en una ciudad con centenares de chicos descalzos, brutalmente descalzos? ¿Por qué, en una ciudad con decenas de familias que viven a la intemperie, el pie superficialmente descalzo de Mateo llamaba más la atención que otros pies cuya ausencia de zapatos es la marca inocultable de la barbarie que supone negar los más elementales derechos humanos a millares de individuos? (Gentili, 2011)
Gentili, con estas preguntas ya planteadas comienza por hacer una introspección acerca de cuáles son los problemáticas sociales que aquejan nuestra sociedad, y porque se ha deshumanizado los derechos fundamentales de las personas en especial la de los niños a través de la exclusión. Y llega a la conclusión de que existen nuevas formas de exclusión social y educativas vividas hoy en América latina, de ahí nuestra percepción es alterada continuamente por paradigmas entre lo que para nuestra sociedad está “bien” o esta “mal” lo que esta “anormal” y lo que es “normal” es ahí donde vemos como la anécdota nos muestra como que la pérdida de un zapato de un niño de clase media llame la atención de muchos transeúntes cuando por la calle vemos cientos de niños descalzos de clase pobre y nos hacemos los desentendidos, esta clase de deshumanización de los derechos es lo que nos hace ser excluidores, ya que la “normalidad” que percibimos nos hace acostumbrarnos a estas cosas y tiene la facultad de ocultarlos.
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