Una vez que ha realizado una evaluación, ¿qué actividades implementa con sus estudiantes para retroalimentarlos/as o abordar los resultados obtenidos?
Enviado por Judith Ormazabal • 16 de Septiembre de 2017 • Examen • 3.485 Palabras (14 Páginas) • 487 Visitas
3. Una vez que ha realizado una evaluación, ¿qué actividades implementa con sus estudiantes para retroalimentarlos/as o abordar los resultados obtenidos?
RESPUESTA
Para demostrar y actuar como profesional responsable y comprometido con los aprendizajes de mis alumnos ando siempre en la búsqueda de un desarrollo profesional que me permita ser mejor cada día, para conocer mis propias fortalezas, debilidades y necesidades de mejora o aprendizaje
Antes que todo reflexiono en lo personal como docente, en torno a los resultados y analizo el logro de los objetivos transversales y fundamentales con mis alumnos, estimulo verbalmente el trabajo realizado. Identifico los ámbitos de logro que presentan debilidades en mis estudiantes, planteo actividades de retroalimentación y apoyo para quienes lo necesitan y refuerzo y retroalimento el proceso de enseñanza aprendizaje tanto para mí como docente como para mis estudiantes. Identifico errores y debilidades en mis planificaciones y evaluaciones y promuevo la introspección del propio aprendizaje en mis alumnos. Utilizo la retroalimentación como práctica habitual y sistemática, como estrategia he formado un grupo de alumnos que tienen alta motivación de logro, que son autónomos y que demuestran mucho interés en aprender para que apoyen a los compañeros que demuestran mas dificultades o a los estudiantes con necesidades educativas especiales. Genero actividades de nivelación para los objetivos no logrados, motivo de buena forma a mis estudiantes para estudiar los contenidos de la asignatura, utilizo a demás estrategias de retroalimentación individual desarrollando con ellos una atención personalizada en un clima cordial alentándolos a mejorar sus resultados. En entrevistas personalizadas considero sus opiniones respecto de los efectos que pudieron influir en los resultados. Les demuestro altas expectativas sobre lo que son capaces de lograr. Dentro de mis responsabilidades analizo desde mi práctica las posibles influencias o aspectos que pudieron ser parte de resultados tanto en los logros y no logros de los objetivos propuestos.
Entre estos reflexiono respecto al éxito y pertinencia de las clases realizadas determinando fortalezas y debilidades de la mismas. Evalúo si las actividades respondieron a las necesidades educativas, estilos de aprendizaje e intereses de mis alumnos, evalúo si las estrategias didácticas que utilicé en las actividades fueron apropiadas para los objetivos de aprendizaje como también evalúo si éstas fueron relevantes para la adquisición de los aprendizajes: si los tipos de interacciones fueron efectivos, si los tiempos dedicados a las interacciones fueron apropiadas, si las preguntas claves permitieron encaminarlas hacia los objetivos de aprendizaje, el grado de participación que tuvieron los involucrados, etc. Además de revisar las características de las interacciones realizadas, evalúo el contexto en el cual se llevaron a cabo, es decir, si fueron pertinentes a las actividades y a las estrategias didácticas que utilicé. Si bien las interacciones son en la mayoría de los casos, o por lo menos debieran ser, la cuna de los aprendizajes, éstas se potencian con los recursos que pude emplear. Una vez terminada la clase identifico que recursos me resultaron más exitosos como catalizadores de los aprendizajes y cuáles no fueron mayormente relevantes detectando qué fue lo que causó el éxito de un determinado recurso, como por ejemplo: que respondió a los estilos de aprendizaje de mis alumnos; que era de alto interés para ellos, etc. También evalué las oportunidades de interacción y reflexión que el recurso ofreció a la experiencia de aprendizaje y si la manera en la que la utilice fue la más apropiada. Un ejercicio que me es altamente beneficioso es pensar sobre qué otros recursos hubieran sido pertinentes utilizar en las actividades. Hago mis registros en momentos que los estudiantes están trabajando, monitoreando grupo a grupo o por puestos para con objetividad registrar mis evidencias al respecto. Con la información registrada, las evaluaciones, los análisis y reflexiones de las diferentes variables y productos de la clase realizada, puedo dar significado a esta información al contrastarla con los indicadores de logro que establecí para la clase, pudiendo así establecer el porcentaje de alumnos del grupo curso que llegó al nivel de “logrado” y cuántos (y quiénes) no llegaron a este nivel. Luego de esto indago en las causas de estos resultados, de manera de poder establecer focos de mejora y estrategias de apoyo para mis estudiantes. Tener claridad respecto a los resultados de aprendizajes individuales de los estudiantes no es una tarea fácil, especialmente cuando no cuento aún con una evaluación sumativa. Aun así logro identificar a los que necesitan de estrategias complementarias de reforzamiento mediante el análisis y reflexión del trabajo que realizamos, esto me permite contar con información más rica y completa respecto a las necesidades específicas, énfasis y prioridades de aprendizaje de mis alumnos. El hecho de reconocer las individualidades de mis alumnos, puedo hacer de mi labor de enseñanza una tarea más certera y efectiva. Mi labor como docente es el factor más importante para el éxito de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
. Las evaluaciones y reflexiones en torno a mis clases y actividades que he realizado me permiten descubrir los aspectos o características que son más efectivas al igual que con la información respecto a mis alumnos, puedo establecer estrategias de mejora o introducir cambios beneficiosos para mis prácticas educativas.
Registrar las principales conclusiones, es importantísimo porque lo que no se anota, se olvida (o bueno, puede olvidarse). Trato de registrar todo aquello que considero relevante para mi quehacer y luego organizarla en las rubricas que diseño para cada instancia.
Pasos para una retroalimentación constructiva
A continuación resumo algunas de estas maneras de dar retroalimentación constructiva, siendo cuidadoso con los estudiantes pero sin dejar de ser exigente:
1. Iniciar con un comentario positivo.
Cuando se inicia con algo positivo sobre el trabajo, el/la estudiante va a estar más pendiente de lo que puede mejorar. Si se inicia con algo negativo, es probable que genere rechazo sobre el resto de la retroalimentación. Ej.: "la idea central del trabajo es interesante".
2. Resaltar lo positivo, no sólo lo negativo.
Si resaltamos también lo positivo, los estudiantes recibirán con mente más abierta nuestra retroalimentación sobre lo que no estuvo bien en el trabajo. Siempre habrá algo positivo por resaltar, así no sea lo que salte a la vista cuando miramos un trabajo por primera vez. Ej.: "este es un buen argumento".
3. Presentar lo negativo como algo que podría ser mejor.
Aquí, además de aumentar la probabilidad de que oigan con mente abierta lo que les decimos, estamos enviando el mensaje de que confiamos en su capacidad para hacerlo mejor la próxima vez. Ej.: "podrías mejorar esto si...".
4. Evaluar el proceso o el producto, nunca la persona.
Así lograremos que los estudiantes tengan claridad sobre lo que deben hacer para mejorar su desempeño sin sentir que su identidad está en riesgo. Ej.: "quizás no seguiste la mejor estrategia para resolver este punto".
5. Evitar burlas y vergüenzas.
Éstas generan rechazo, frustración, desmotivación y, en algunos casos, reacciones violentas. Si lo que se busca es promover el aprendizaje, las burlas y la vergüenza logran lo contrario.
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