Una voz de alerta para nuestro quehacer pedagogico

UNA VOZ DE ALERTA PARA NUESTRO QUEHACER PEDAGOGICO.

Un problema actual y creciente en Educación escolar es la agresión y violencia observada entre los estudiantes, siendo de tal intensidad que ha provocado incidentes negativos en niños y adolescentes, como dificultad en el aprendizaje y abandono escolar, observándose esta problemática transversalmente en diversos contextos culturales y sociales, este tipo de actos llevan incluso que las niñas escriban cartas a su compañeros con palabras groseras por el solo hecho llamar la atención a un joven. Las conductas agresivas o violentas que perciben los niños de parte de sus compañeros pueden pasar desapercibidas por la comunidad educativas del colegio , como también por algunos padres que consideran estos comportamientos típicos de la edad y que los ayudan a crecer (Rodríguez, Seoane & Pedreira, 2006), como por ejemplo Juegos bruscos, tirar piedras a sus compañeros, salirse de la clase sin autorización, darle puntapiés a las puertas del salón de clase, entre otros, son considerados por los padres de familia como normales. Otra situación que dificulta la valoración del problema es el pacto de silencio entre agresores y agredido (Gumpel & Meadan 2000; Cerezo, 2006).se observa cada que se detecta una conducta inadecuada en un grupo, ya que este tiende a protege a sus compañeros.(en un grupo de estudiantes, uno le chuza la cola con un lápiz al otros), al indagar esta situación, “ninguno fue”, este debido al pacto de silencio que hay entre pares. Las conductas de agresión y violencia alteran el ambiente escolar repercutiendo negativamente en el aprendizaje. Un buen clima escolar que favorece el aprendizaje estaría definido por tres factores: no violencia, ausencia de perturbaciones para estudiar y amistad (Ascorra, Arias & Graff, 2003).

Los conflictos son situaciones en que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo de intereses y/o posiciones incompatibles donde las emociones y sentimientos juegan un rol importante. La agresión y la violencia son conflictos, la agresión es una respuesta hostil frente a un conflicto latente, patente o crónico, y la violencia se asocia a un conflicto en el que no se sabe cómo regresar a una situación de orden y respeto de las normas sociales, este tipo de agresiones es común en la comunidad educativa cuando los límites del juego se desbordan, entonces se genera el rol del mas fuerte, esto ocurrió con dos niños se vieron involucrados en una discusión donde se presentaron actos de agresividad de ambas partes, uno de ellos respondió a las agresiones verbales, que su compañero hizo golpeándolo en su rostro.

Maturana refiere que las emociones influyen en que una acción sea de agresión o de una caricia, desde esa perspectiva conceptualiza la agresión como la emoción a través de la cual el otro es negado directa o indirectamente como un legítimo otro en coexistencia con uno (In: Comité Paulista para a década da cultura da Paz, 2003).

Pintus (2005) conceptualiza la violencia escolar como una manifestación que se da en el espacio de las relaciones humanas en el contexto de las instituciones educativas. Las consecuencias vivenciales de esta violencia son negativas, como sentirse lastimado, dañado, despreciado, menospreciado, disminuido. En otros estudios se ha observado que los niños que se caracterizan por ser irritables, con bajo autocontrol, muy activos y con problemas de atención e impulsividad presentan más probabilidades de mostrar problemas de conducta y conducta antisocial que los niños que no presentan tales características (Pedroza, Morales, Barragán, 2002). En el mismo sentido De la Barra, Toledo y Rodríguez (2003) encontraron que los escolares catalogados por los profesores como agresivos/desobedientes en su primer año escolar persistieron con este tipo de conductas seis años después, efecto Pigmalión donde el estudiante termina siendo y actuando según la expectativa generada sobre él, este tipo de juicios se dan cuando se tilda a primera vista o por reportes enviados por otros colegios “Sergio es un niño que viene de otro colegio con las siguientes comportamientos es muy brusco en sus juegos, le tira palos y piedras, a sus compañeros, le falta de respeto a los profesores, desconoce la autoridad, contesta los de forma irreverente, no obedece ni escucha los llamados de atención hechos por sus superiores, y su vocabulario es bastante grosero, con estos elementos conocidos por el profesor se tiene una imagen preconcebida e incluso no se le da la oportunidad de cambio, tratándolo de forma diferente e incluso injusta frente a sus comportamiento y a sus compañeros.

Para algunos investigadores los problemas de conducta y rendimiento escolar del niño evidencian los conflictos de sus padres (Ruiz & Gallardo, 2002; Jadue, 2002). La modernización ha impactado en la estructura y función de la familia Andina, afectando la socialización de los hijos y su educación (Jadue, 2003), indica que los cambios en la familia, cómo familias con un solo padre o familias, recompuestas, disfuncionales, constituyen un riesgo inminente que se suma a otros factores dañinos que pueden afectar la educación de los niños y jóvenes de nuestro colegio. El efecto de ello se observa en un menor rendimiento escolar, en el abandono del sistema educativo, en las manifestaciones conductuales desadaptativas

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