Unidad, Lucha, Batalla Y Victoria

Apenas, se nos fue el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, hace tres meses, desde el pasado 05/03/13 y ya el gobierno norteamericano -con sus aliados imperialistas del Canadá, España y otros, que de manera velada, actúan, emprendieron una fase avanzada para liquidar todo vestigio del socialismo chavista, no solo en Venezuela, sino también en el mundo.

De allí que cobra fuerza, la tesis de que el cáncer mortal del Comandante Chávez fue inducido, por órdenes del negro más blanco y con pena étnica, que jamás haya pasado por la Casa Blanca. Esperaremos pacientemente, los estudios científicos y, de ser así, se hará justicia.

De allí, también, el peligro que se cierne sobre el Presidente Nicolás Maduro, a quien le tienen deparado un magnicidio, para ellos secuestrarse el poder en Venezuela y liquidar a nivel continental y mundial, la influencia de la ALBA, Petrocaribe, UNASUR, la CELAC y el MERCOSUR, sin contar el importante papel que Venezuela ha venido jugando en el seno de la OPEP.

Haremos lo posible, porque no asesinen a nuestro Presidente Constitucional, aunque ese sea el sueño de apátridas criminales, como Henrique Capriles Radonski, a quien le importó un rábano, la muerte de nueve (09) chavistas, tan venezolanos, como cualquier otro ciudadano.

Ahora bien, el Comandante Chávez insistió, hasta su último aliento, en la consigna, que no es mera fraseología emotiva, para gritarla o lloriquearla, sino para llevarla en el alma, en la razón y hacerla vida, a cada instante: Unidad y Lucha; batalla y victoria.

Unidad y lucha es la dialéctica misma de todo revolucionario. Es agudizar las contradicciones, frente a la derecha fascistoide, es poner en evidencia la explotación del patrón frente al trabajador. Pero también, Unidad y lucha, implican que a lo interno del PSUV y del Polo Patriótico y revolucionario, los chavistas todos, seamos irreverentes en la crítica, pero leal en la acción.

No podemos ser individualistas, egocéntricos, vedettes, ni súper-héroes. No podemos, ni debemos descalificar al camarada, ni abierta, ni veladamente. Y, eso está pasando. Hay fisuras, que debemos cerrar inmediatamente, sin simularlo, sin estirar la arruga, sino enfrentándolo con madurez y sobriedad, sin rabia, ni irracionalidad.

La batalla y victoria, implican ganar en número todo lo que hemos perdido, cualitativa y cuantitativamente. No tiene sentido echarle el dedo de “traidor” al que se fue y al que votó en pasado 14-A, por el candidato de la derecha fascista. Tampoco, perdamos tiempo haciéndole carantoñas, ni poniéndoles bozal de arepa o dándoles contratos y billete, para tenerlos de nuestro lado.

Luis Pino

Militante del PSUV y profesor universitario

@l2pino2

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