Viajes de Bolívar
Enviado por • 21 de Abril de 2013 • Monografía • 3.013 Palabras (13 Páginas) • 362 Visitas
Viajes de Bolívar
Simón Bolívar realizó viajes durante su juventud y su adultez, le ofreció un cúmulo de conocimiento sobres los valores culturales, sistemas políticas, criterios ideológicos, potencial humano y situaciones económicas. Esto le permitió el poder actuar y hablar de acuerdo a las circunstancias no en forma superficial sino precisa y objetivamente. El Libertador asigna a los viajes una importancia fundamental en su carrera tres viajes realizó Bolívar a Europa con motivos diversos, pero fácilmente con un solo fin: construcción de su personalidad, búsqueda y acumulación de experiencia se elaboración de un destino.
Primer viaje
A los quince años, Bolívar viaja, el 19 de enero de 1799, a España; se familiariza con las ideas de la Revolución Francesa, las vive en París mismo. Durante su primer viaje a Europa se encuentra con su tío Esteban, quien le permite recibir una cultura general de diferentes maestros hasta que los problemas políticos ocasionaron la desgracia de su tío, fue a vivir a la casa del Marqués De Ustariz, allí el conocimiento general pasos al conocimiento profundo, fundamentado en un intenso e interesado en el estudio. Simón perfeccionó sus conocimientos literarios y científicos (el francés, la historia, las matemáticas, etc.) y su educación de hombre de mundo con la esgrima y el baile. Convirtió allí en el ávido lector que fue durante su vida.
Conoce en Madrid a María Teresa Rodríguez del Toro, con quien se casa luego de cumplir un sin número de requisitos entre lo que se encontraba el permiso del Rey. El 5 abril de 1802, Bolívar le propone formalmente matrimonio a María Teresa. El padre de María Teresa, aplacado por el compromiso formal y, probablemente también por razón de los bienes del novio valoradas en unos 200.000 duros, dio su permiso y bendición a la pareja. Simón le propone a María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza que se casen ese mismo año en el Puerto de La Coruña. En Santander, España, el 30 de marzo de 1802, Bolívar otorga poder a Pedro Rodríguez del Toro para suscribir en su nombre las capitulaciones matrimoniales.
Bolívar de 18 años y María Teresa de 21, el 26 de mayo de 1802, día miércoles, cumple Bolívar su promesa. La boda se celebra en el Teatrillo del Palacio del Duque de Frías, donde funcionaba la primitiva Iglesia Parroquial de San José, en Madrid, después de obtener permiso del Rey para hacerlo y de lograr la dispensa de amonestaciones. Al cabo de unos 20 días que la pareja empleó en despedirse de los suyos y trasladarse a La Coruña.
Bolívar llegó a Madrid, asistiéndose en la casa de su tío Esteban Palacio. Más tarde se trasladaría a la calle de Atocha (muy cerca de la actual Estación de Ferrocarril. Frecuentaba entonces a algunos amigos y compatriotas, entre ellos Luís de Eraso, Esteban Escobar, el Coronel Freites, Mariano Montilia y Manuel Manllo. Este último, se decía, era muy amigo de la Reina María Luisa. También existe el rumor (para mí un simple "chisme", nada absoluto u mucho menos comprobado), de que Bolívar era "amigo íntimo" de la soberana.
La vida en Madrid no le gustó. Y con esto me refiero más bien al ambiente noble ("noblezco", de nobleza) y "novelesco" (de novela), de aquella sociedad. Ambiente de corrupción y decadencia. Ambiente que no iba nada de acuerdo con él, quien con su espíritu soñador volaba más alto que los otros. El ver ese espectáculo, para él tan deprimente, en la corte de Carlos IV y la dictadura que se imponía en su América le hacían arder en deseos de volver a su tierra tan querida y tan ansiosa de libertad e independencia. Bolívar piensa en su regreso, pero antes debería de trasladarse a otro lugar: París.
Regreso a Venezuela
Evidentemente, esta circunstancia no nace en Bolívar ni se produce de forma repentina. El fervor del momento y sus conversaciones con importantes intelectuales de la talla, precisamente, de su maestro, le hacen comprender la situación de América respecto a España. Bolívar se entera de las fallidas expediciones libertadoras de Francisco de Miranda en Ocumare y la Vela de Coro, y decide emprender viaje de regreso.
Bolívar regresó a Caracas a mediados de 1807, tras una corta estancia en Estados Unidos, para retornar a su antigua vida de hacendado. José Antonio Briceño, un vecino de tierras y fincas, le esperaba con un cerco en sus tierras; tal asunto debía resolverse cuanto antes. Durante algún tiempo Bolívar atiende a sus asuntos y espera acontecimientos que poco a poco se van fraguando, y en los que participa o confabula.
Las noticias del reino anunciaban la invasión de España por parte de las tropas de Napoleón y el secuestro del rey y su hijo Fernando. La situación era propicia para que el conde de Tovar presentara al gobierno un proyecto para crear una junta de gobierno adscrita a la Audiencia de Sevilla. Los criollos demandaban participación política. En un comienzo, las autoridades se mostraron reacias al proyecto, pero, posteriormente, ante el vacío de poder que se había creado, decidieron pactar con los conspiradores. Bolívar, enterado de la situación, abrió las puertas de "la cuadra de Bolívar" para incorporarse en las reuniones. Se negó categóricamente a participar en el proyecto de la coalición; para él, debía clamarse por la emancipación absoluta.
Fallecimiento de su esposa
El 22 de enero de 1.803 muere en Caracas María Teresa del Toro y Alayza, esposa de Simón Bolívar. El matrimonio duró escasamente ocho meses. El joven Bolívar quiso tanto a su mujer, que al morir ésta, víctima de la fiebre amarilla, se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó la ausencia de su María Teresa.
Es en este estado de ánimo cuando jura que no volverá a casarse jamás. Y esto, a pesar de sus muchos amores y amoríos, lo cumplió fielmente, como sus otros juramentos.
Bolívar vio hundirse el cielo y parece que en el paroxismo del dolor sólo su hermano pudo rescatarlo, fue entonces cuando Bolívar a los 20 años confió a su hermano la administración de sus bienes y se embarcó de nuevo hacía el viejo continente, esta vez sin compañía; lo agitaban los sentimientos de desilusión y esperanza.
Segundo viaje
En 1801 Simón Rodríguez se halla en Bayona (Francia), de donde pasa a París y allí traduce, ese mismo año, la Atala de Chateuabriand. En esta ciudad se encuentra de nuevo con Simón Bolívar en, convirtiéndose a partir de este momento en una figura decisiva en el rumbo que tomará la vida del futuro Libertador de América. En tal sentido, juntos parten en abril de 1805. Hicieron parte del recorrido a pie, al cruzar los Alpes. En Roma, un día de agosto de 1805, subieron a
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