Voacación

Mi vocación.

En mis años de colegio, leí en un mural una frase de Antoine De Saint Exupery que decía “Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la traicionas, es a ti a quien desfiguras (…)”.

Estudiar una carrera relacionada con las humanidades es complejo, en primera instancia, porque hay muchas carreras que ya están saturadas; segundo y no menos importante, al estudiar alguna carrera humanista, ten por hecho que no serás millonario.

Pero hay una palabra no muy utilizada hoy en día, Vocación; según la RAE es “Inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de religión.”. Y esta palabra, que tiene una carga de significados enorme, es el porqué yo estudio Historia.

Mi vocación es la educación, siento haber encontrado mi lugar en el mundo en una sala de clases. Es querer hacer un cambio, tal vez no un cambio en millones de personas, pero si, un cambio en dos.

Hoy ¬– según mi experiencia – hay muchos profesores que están aburridos de serlo y no evitan ocultarlo, simplemente hacen su clase y se retiran. No quiero ser ese tipo de profesor, yo creo en una educación en la que los alumnos valen, donde son los protagonistas, y no el profesor, solo por el hecho de tener los conocimientos.

Podría haber elegido ser profesora de Lenguaje, o Ciencias Naturales. ¿Por qué Historia? Porque la historia es impresionante, maravillosa, y siempre encuentras en ella algo que te sorprende, es el estudio de los hombres en el mundo, sin el hombre ésta no existiría. Todo lo que hacemos, todo lo que vemos es historia.

Por todas estas razones, y la más importante, por vocación, elegí esta carrera. Quiero transmitir el conocimiento a jóvenes curiosos, hacer un cambio y que algún alumno, si tengo suerte, me recuerde como la profesora que no solo hacia clases, sino que lo ayudo en muchos otros aspectos.

No es solo dinero lo que uno debe querer obtener en la vida, es poder llegar a ser feliz con lo que uno hace. Finalizo con las palabras de Antón Pávlovich: “Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida.” A eso se reduce la mía, a la vocación.

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