Voltea
Enviado por Ángel Fragoso • 14 de Septiembre de 2015 • Tarea • 1.496 Palabras (6 Páginas) • 108 Visitas
VOLTEA
J. Ángel Fragoso Carballo
Por mucho tiempo mi alma ha sido víctima del pánico generado por los sucesos que viví aquella noche, sucesos que por primera vez desde ya hace mucho estoy a punto de narrar.
Era una fría noche de Abril cuando el cielo se cubrió de sombras, fue en ese momento cuando comenzó una leve pero muy duradera llovizna, en aquellos momentos yo no le di mucha importancia y proseguí con lo mío, o pobre de mí, si hubiera decidido quedarme en casa, si tan solo hubiera sabido todo el dolor y sufrimiento que desencadenarían mis actos. En aquel entonces yo negaba la posibilidad, pero… yo soy el único culpable del mal que me aqueja… en fin basta de lamentos, y lágrimas procederé con mi relato.
Como todas las tardes salí de casa para realizar mis ejercicios diarios, sin que yo lo supiera ese día era algo diferente, ese día seria el comienzo de los extraños sucesos que poco a poco traerían la desolación a mi alma, desde el comienzo note la ausencia de los fieles caninos que ya desde hace bastante tiempo venían en mi compañía cada que salía de mi casa, lo cual me dejo algo afligido y preocupado, porque ni una sola vez en los años que me hicieron compañía se habían ausentado. De seguro han de estar jugueteando en algún lado me dije a mi mismo, así que proseguí con lo mío y me olvide de la ausencia de mis amigos caninos.
Llegando el punto de las 8:30 me dispuse a regresar a mi casa, pero justo en ese momento la ya anteriormente mencionada llovizna se convirtió en una tormenta tan tremenda como las que yo pocas veces había presenciado, así que me apresure lo más posible a llegar a casa, decidí tomar un atajo por un callejón que me dejaba a unas pocas cuadras detrás de mi casa.
Por mucho que me esforcé en apresurarme para llegar a mi casa ya para esa hora la lluvia era demasiado intensa por lo que me refugie de bajo de una cornisa que anteriormente ere la entrada de un antiguo bar que ya tenía bastante tiempo de haber cerrado.
Según rumoraban alguna vez en este bar un psicópata había mutilado a decenas de personas en un intento de imitar las antiguas prácticas ejercidas por Jack el Destripador. Esto provocó que el bar cerrara y que el resto de las propiedades circundantes perdieran valor, en primera instancia esta devaluación fue lo que me permitió comprar mi antigua residencia, por lo general estos rumores se me hacían insignificantes, o simplemente nunca les tome importancia y los ignoraba, claro… hasta ese día.
El simple hecho de estar parado en la entrada de aquel nefasto lugar por si solo ya era bastante malo, aun así mis ansiedades eran algo que todavía podía manejar, pero todo eso cambio cuando empecé a escuchar susurros que provenían del interior de aquel bar, una vez llegado ese punto estaba a punto de emprender la huida cuando sucedió algo que sacudió incluso lo más profundo de mi espina dorsal, esos susurros comenzaron a llamarme, claramente podía escullar mi nombre y como los susurros iban en aumento, llamándome invitándome a entrar en repetidas ocasiones, inclusive rogándome para que lo hiciera, ¿porque no me eche a correr?, me he preguntado eso una y mil beses, supongo que aunque lo hubiera intentado de nada habría sido de utilidad, recuerdo claramente que después de escuchar mi nombre mi cuerpo se quedó completamente paralizado por un terror sofocante.
Después de un par de minutos que parecieron haber sido una eternidad los susurros se detuvieron, y mi corazón hayo algo de paz, una paz que no duro mucho, porque apenas me había comenzado a sentir algo más aliviado y después de repetirme a mí mismo mil veces que aquello únicamente había sido una alucinación causada por el estrés de estar inmóvil bajo la lluvia frente a aquel macabro lugar, el ruido de una puerta chirriante que se abría justo detrás de mí fue suficiente para volver a generar en mi tal escalofrió, que únicamente aquellos que hayan tenido una situación similar podrían entender el grado de desesperación que en mi habitaba esos momentos.
Supongo que incluso el más insensato de los lectores me diría que lo que hice en esos momentos fue lo más descabellado que podría haber hecho, pero a pesar de eso, y a pesar de cualquier lógica, o incluso más allá de cualquier uso de razón, lo que hice después de escuchar ese abrumador chillar fue… voltear.
Apenas se terminó de abrir completamente la puerta de aquel lugar, y por la zona se comenzó a esparcir una bruma tan densa que la única luz visible provenía del interior de aquel lugar.
Sin saber todavía él porque, poder entrar a ese lugar me traía una inmensa curiosidad desde ya hace bastante tiempo, y por un momento de mi mente se apartaron todos los miedos e inseguridades, que momentos antes habían convertido esos en los momentos más aterradores de mi vida.
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