¿Y Después De La Tormenta…qué?

¿Y después de la tormenta…qué?

"Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tenga placer tu corazón en los días de tu juventud. Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Dios te traerá a juicio."

Desde tiempos inmemoriales, la adolescencia ha sido considerada como un período crítico de desarrollo en muchas culturas, especialmente en las sociedades más avanzadas tecnológicamente.

Pero, si nos remontamos al tiempo en que vivimos nuestra propia adolescencia y vista desde esta perspectiva; ¿cómo definiríamos la adolescencia? Sería una definición más o menos así:

“La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas.”

Diríamos que es una etapa más, difícil acaso, pero necesaria (no la podemos saltar) que va en el paquete de la vida. Para nosotros adultos que ya” hace un buen” la dejamos atrás, es sencillo decirlo…pero para los jóvenes que empiezan a vivirla sería más o menos así:

“Periodo tormentoso (entiéndase, granos, espinillas, crecimiento desigual, popularidad, aceptación, burlas, desencuentros amorosos…) con un costo alto que supuestamente forja la identidad e independencia”.

Y de hecho tanto en la conversación vulgar como en las obras novelistas, los autores dramáticos y los poetas han abundado las referencias a los "años tormentosos" comprendidos entre el final de la niñez y la edad adulta nominal.

Ya vista desde una perspectiva “abierta” es decir omitiendo creencias y tabúes, y el ya gastado “cada quien habla como le fue en la feria”; la adolescencia, es un periodo de transición, una etapa más del ciclo de crecimiento; para muchos la adolescencia es una etapa de incertidumbre e inclusive de desesperación; para otros es una etapa de amistades, de librarse de ataduras con los padres y de sueños acerca del futuro.

No existe una teoría fácil con la que podamos definir a todos los adolescentes, y ni explicaciones para entender su comportamiento errático, no hay manual para comprenderlos. Para cualquiera que quiera comprender la conducta del adolescente, no hay nada que pueda suplir la observación y la interacción con ellos, eso sí, bien cargada de paciencia, tolerancia, flexibilidad y bastante amor.

La adolescencia se ve de forma muy distinta dependiendo si eres el propio adolescente, si eres alguno de los padres del adolescente o bien el maestro que algunos días lo ves. Si se observa desde el ángulo del adolescente, es romper normas, saltar límites, tomar a la ligera o al máximo una situación, lo imperante son los amigos y la pareja en turno, la vida es corta para todo lo que se quiere hacer. Si el ángulo vira hacia los

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