¿qué Es Una Constitución? Lassalle

En la época de Bismarck, Ferdinand Lassalle desarrolla el concepto de constitución. Sin embargo, cuando se busca la cosa más parecida a una constitución, sin quererlo, terminamos en presencia de una ley o de un conjunto de las mismas en sentido general. Pero ¿en qué se distingue una constitución de una ley? Podrían parecer en principio semejantes, debido a que ambas nacen a través de la promulgación legislativa, en cambio, la constitución es más que una simple ley, pudiendo considerarse como una ley fundamental, donde la definición de fundamental, lleva implícita la noción de una necesidad activa de las fuerzas denominadas “factores de poder”, dentro de los cuales encontramos a los grandes empresarios, banqueros, nobles, reyes, y al pueblo como tal, donde cada uno, juega un papel como fragmento de una constitución, que al conglomerarse crean en esencia la constitución como tal. No obstante, estos, siguen siendo simples factores reales de poder, que si no se incorporan a una constitución escrita, no cobrarían el carácter de “instituciones o factores jurídicos”.

Pero; ¿a qué se debe la elaboración de una constitución escrita? Pues muy fácil, a la trasformación de los factores de poder. Ejemplo: en una revolución los factores de poder sufren un cambio, provocando que el derecho público quede suspenso, sin embargo, se necesita de una estabilidad en dichos factores “reales”, para que vuelva a ser edificada una constitución “escrita”. Y ¿Qué consecuencia resultaría de la desproporción entre lo “real” y lo “escrito”? Sin duda, la constitución presentaría lagunas e incongruencias que acarrearían su caducidad. Sin mencionar que podemos tropezar también con violaciones consistentes en la manipulación de los factores reales de poder.

No obstante, Lassalle hace referencia a varios medios defensivos, entre los cuales figura la denegación de impuestos, que no sería eficaz si el pueblo no tuviese de su parte a un poder organizado. Sin embargo, un gobierno no se puede deslindar de una realidad social y tal es la fuerza que tiene el proclamar la realidad de las cosas, que es el arma más poderosa que existe. No podemos perder la cabeza con vértigos reconciliatorios una vez tomado el control, nada de pactos o transacciones, enfatiza Lassalle, pues no es mi enemigo quien mayor castigo merece, sino quien, llamándose mi representante y teniendo por misión defender mis derechos, los vende y los traiciona…

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