Ética sin moral
Enviado por natucastro2693 • 2 de Octubre de 2012 • 648 Palabras (3 Páginas) • 394 Visitas
Ética sin moral
La autora del libro quiere responder desde la filosofía moral el gran reto que se deja ver en una dura realidad de que la sociedad se rige por unos acuerdos que nos han implantado, en donde solo prevalece o solo se puede implementar un buen vivir con solo dar justicia al sufrido y castigos a la personas que obran mal, y sin darnos cuenta eso es una de las cosas con las que nos conformamos para sobrevivir. Siempre los seres humanos hemos asumido los deberes que desde tal perspectiva nos han impuesto deberes morales, jurídicos, políticos y religiosos y se cree que con solo tener esto vamos a estar todo el tiempo en finales felices.
En cuanto a la religión como decía (Unamuno) que la religión nació del afán de inmortalidad, y eso cada vez más se ha ido metiendo en nuestras vidas y cogemos a la religión como un medio para la salvación, pero buenos servicios si ha prestado la religión en ponernos como medidas el mundo jurídico y político y dotarlo de tantas personas perspicaces y absolutamente insobornables, buenos servicio si han prestado y siguen prestándolo las cuales nos han ayudado tanto para mantener una buena sociedad. Claro que no todo aconteció de una manera satisfactoria no solo para la moral sino también para la religión porque ambas se centraron en propuestas del imperio de la ley y dejaron a tras la vida buena y buenos comportamientos en ley y justicia.
Pero también tenemos tener en cuenta que la moral en muchas ocasiones se ha interpuesto en una exigencia en la que el buen hacer es reconocido y recompensado y el mal sentenciado y castigado, sin embargo los individuos y sociedades se vieron cargados de deberes jurídicos, morales y religiosos por las constantes luchas entre el poder civil y el eclesial en donde se dio a relucir por sobre otras cosas los aspectos políticos dejando a tras la verdadera importancia la bondad y buenas costumbres.
Por un momento nos podemos poner a pensar que sería del mundo con ideales de imparcialidad, libertad, igualdad un mundo moralmente ordenado. Un mundo en el que nuestras vidas rutinarias o a las que acostumbramos a hacer con más frecuencias y aunque esas mismas cosas estén pasando por dificultades o momentos tormentosos se pueda tener creencias morales compartidas de libertad, igualdad y solidaridad y que estas mismas puedan estar unidas a una legitimidad política y jurídica.
Tiempos duros ha pasado para las personas que verdaderamente les interesa la moral y no precisamente por asuntos de moda y demás adversidades, sino porque quienes la tienen como su profesión están empeñados en que cada vez más sea disuelta. Es difícil mantener un equilibrio entre la ética y el modernismo que nos está consumiendo y siempre pensando que nos vamos a quedar sin sueldo pero sin tener en cuenta que nos estamos quedando sin moral. Nos estamos quedando sin este fragmento de nuestras vidas
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