Аnalisis de la carta de Jamaica (Аlberto Аrias Аmaro)
Enviado por 3136 • 28 de Agosto de 2012 • Trabajo • 3.194 Palabras (13 Páginas) • 551 Visitas
ANALISIS DE LA CARTA DE JAMAICA
(ALBERTO ARIAS AMARO)
De los escritos dejados por El Libertador durante su exilio en Jamaica, ninguno tan importante ni de tanta trascendencia como su carta de fecha 6 de septiembre de 1815, conocida con el nombre de CARTA DE JAMAICA. Este documento aparece en las obras de El Libertador bajo el título de "Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla"; y aunque durante muchos años se creyó que el destinatario había sido un personaje imaginado por Bolívar, una meticulosa investigación ha dejado aclarado que el destinatario fue el Sr. Henry Cullen, vecino del puerto de Falmouth, al norte de Jamaica.
Muchos elogios se han escrito para El Libertador en torno a la Carta de Jamaica, basándose unos en la claridad del análisis de los acontecimientos a que se refiere; a la certeza de las ideas sociales que expone; al conocimiento profundo de la realidad hispanoamericana que revela o a la facultad de prever el futuro de nuestros países. Se ha insistido tanto en este último aspecto, que a veces se olvidan otros no menos importantes o quedan opacados por la fascinación que produce el acierto con que El Libertador predijo entonces el futuro de los países de Hispanoamérica. Esto ha dado origen al nombre de "Carta Profética", como también se conoce el documento.
Los aspectos más importantes de que trata la Carta de Jamaica, son los siguientes:
1. Presenta un panorama general de la guerra de independencia a fines de 1815. Los realistas dominaban la mayor parte de sus antiguas colonias (Venezuela, Nueva Granada, Quito, Perú, Cuba, Puerto Rico). En Chile y México la situación no se había decidido; y sólo en el Río de La Plata habían triunfado los independientes.
A pesar de este balance negativo, El Libertador expresa su seguridad y confianza en el triunfo definitivo de la causa patriota. Dice al respecto:
"Porque los sucesos hayan sido parciales y alternados, no debemos desconfiar de la fortuna. En unas partes triunfan los independientes, mientras que los tiranos en lugares diferentes obtienen sus ventajas, y ¿cuál es el resultado final? ¿No está el Nuevo Mundo entero conmovido y armado para su defensa?
El suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente."
El Libertador considera la revolución de independencia como un hecho irrevocable, que no podía volver atrás, y que a pesar de los fracasos sufridos, terminaría con la victoria definitiva de la causa independiente.
2. En la Carta de Jamaica, El Libertador critica duramente el sistema colonial y señala la incapacidad de España para seguir manteniendo su dominación en América.
En sus críticas al sistema colonial, El Libertador señala como aspectos negativos la conducta de los españoles con la población americana, desde las "barbaridades" cometidas contra los indígenas a partir del descubrimiento, hasta las "atrocidades" que hablan puesto en práctica durante la guerra de independencia. Y al denunciar estos hechos, El Libertador se apoyaba en testimonios de los propios españoles, entre otros el Padre Bartolomé de Las Casas, quien fuera uno de los primeros en denunciar el carácter inhumano de la colonización española.
En cuanto a la incapacidad de España para mantener su dominio en las colonias, El Libertador emite juicios acertados sobre las condiciones económicas, sociales y políticas de la metrópoli que justificaban aún más el movimiento de independencia.
"Que demencia la de nuestra enemiga, pretender reconquistar la América, sin marina, sin tesoro y casi sin soldados, pues los que tiene apenas son bastantes para retener a su propio pueblo en una violenta obediencia..."
"¿Podrá España hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo, sin manufacturas, sin producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política?".
Según El Libertador, España no estaba en condiciones de atender el comercio de sus colonias. El comercio español fue en gran parte un comercio de comisión. Compraban las mercancías a otros países europeos y luego las revendían en sus colonias. Las consecuencias de este sistema fueron la escasez y los altos precios, y el desarrollo del contrabando, que en muchos casos fue superior al comercio legal. Todo esto tuvo su origen en la política económica de España, que durante siglos se orientó a la búsqueda de metales preciosos y su atesoramiento y al monopolio comercial, descuidando la industria y la manufactura. Estas circunstancias determinaron que a la postre el mercado colonial quedara indirectamente al servicio de otros países, en donde el mercantilismo se orientó hacia el desarrollo de la industria, la navegación y el comercio, a objeto de lograr una balanza comercial positiva. España no podía, pues, continuar usufructuando un comercio que no podía satisfacer y cuyos beneficios tenían que pasar a manos de los nuevos países y de las naciones extranjeras que estuvieran en condiciones de atenderlo.
En cuanto a la situación política de España a la cual también hace referencia El Libertador en la Carta de Jamaica, era igualmente desfavorable para la causa realista. En efecto con la restauración vino al trono Fernando VII, quien desconoció la Constitución de 1812 dictada por las Cortes españolas durante la guerra. Fernando restableció los privilegios y volvió al gobierno absolutista. Estas medidas, unidas al malestar económico y al descontento que producía la guerra con las colonias, dio origen a un movimiento liberal revolucionario en España, que culminó hacia 1820 con la proclamación de la Constitución, el establecimiento de impuestos al clero y la nobleza, suprimió la inquisición y tomó otras medidas de clara orientación liberal. Este movimiento fue sofocado con la intervención de la Santa Alianza, que junto con el ejército organizado por la reacción española, aplastaron al movimiento liberal y restauraron el absolutismo. A estas circunstancias aludía El Libertador en la Carta de Jamaica, al decir que España pretendía "reconquistar la América... casi sin soldados, pues los que tiene apenas son bastantes para retener a su propio pueblo en una violenta obediencia".
3. En la Carta de Jamaica, El Libertador hace un llamado a las naciones extranjeras para que ayuden a la independencia de las colonias españolas.
Las demandas de ayuda se dirigían, en primer término, a Inglaterra; y en segundo término, a los Estados Unidos. A Inglaterra, por su tradicional rivalidad con España por el control del comercio colonial. En muchas oportunidades Inglaterra trató de apoderarse de territorios coloniales españoles, y ayudó militar y económicamente a los colonos en sus intentos de independencia.
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