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Relaciones Afectivas Y La Importancia De La Educación.


Enviado por   •  12 de Mayo de 2013  •  1.996 Palabras (8 Páginas)  •  1.047 Visitas

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1.- Que significa el concepto de carencia materna?

R. Una carencia de atención materna y de afecto. “Consideramos esencial para la salud mental que el bebe y el niño pequeño experimenten una relación cálida, intima y continua con la madre en la que ambos hallen satisfacción y goce”(cuidados maternos y salud mental).

John Bowlby formulaba por primera vez una explicación en términos etológicos: El niño tiene una necesidad primaria de vincularse a un adulto y ello constituye parte de su supervivencia.

La mala relación con la madre, o su ausencia puede ser remplazada por otros adultos e incluso por compañeros, formando lazos semejantes a los que habitualmente se establece con los adultos.

Hoy se piensa que los acontecimientos que suceden durante los primeros años, son muy importantes pero no irreversibles. La influencia de una situación puede compensarse posteriormente.

2.- Que significa la angustia del octavo mes?

Entre el sexto y octavo mes se produce un cambio decisivo en la conducta del niño hacia los otros, la capacidad para la diferenciación perceptiva diacrítica esta ya bien desarrollada, distingue claramente entre el amigo y el extraño, dando muestras de recelo, angustia y rechazo al desconocido. El denominador común consiste en una negativa a entrar en contacto con el desconocido. Spitz denominó a este patrón de conducta la angustia del octavo mes, considero que es la primera manifestación de la angustia propiamente dicha.

Se distinguen tres etapas en la ontogénesis de la angustia:

La reacción del infante al proceso del parto; en la primera semana que sigue al parto se producen manifestaciones de desagrado en circunstancias que, en una edad más avanzada, pueden originar angustia. Aproximadamente a la octava semana de vida, las manifestaciones de desagrado se hacen más estructuradas e inteligibles para la madre y el observador experimentado, algo semejante a dos o tres signos “codificados”. Visto desde la madre es el comienzo de la comunicación más sencilla, visto desde el lado del niño, un indicio de incomodidad, una demanda de ayuda permaneciendo en el nivel expresivo aun cuando estas manifestaciones se hayan vuelto volitivas y articuladas. A medida que las manifestaciones del niño se hacen más inteligibles, las respuestas del medio se vuelven más adaptadas a las necesidades que expresan, se vuelve capaz de captar una conexión entre lo que hace y la respuesta del medio. Por el tercer mes de vida, el pequeño ha llegado a denominar “la llamada” (Karl Bühler) que es la capacidad para volverse hacia el medio e indicar su necesidad. Antes de esto el niño reaccionaba a manera de reflejo, ahora el infante puede enviar señales, volitivas y deliberadas, a las cuales el medio responde satisfaciendo sus necesidades. Esta secuencia es la misma que opera en el reflejo condicionado, que se basa probablemente en caminos neurofisiológicos innatos.

En el reflejo condicionado la sugerencia parte del exterior, de otro y la respuesta viene de dentro. En la etapa de la llamada ocurre lo contrario.

En esta secuencia se repite con gran regularidad, de esta forma las dos ´partes que constituyen la experiencia, el grito de hambre y la satisfacción de lo que le sigue, quedan vinculados en el recuerdo del infante, constituyen la base del sentimiento de omnipotencia, que de acuerdo con Ferenczi, es una etapa primera del sentido de la realidad.

De modo paradójico, la misma experiencia prepara también la base para un desarrollo ideativo, opuesto a la omnipotencia. Mediante este proceso de atraer la ayuda de la madre mediante los gritos, el ser humano experimenta por primera vez el post hoc ergo propter hoc, en relación a su propio acto.

Ahora el niño puede influir el medio para aliviar su incomodidad; aprende a influir su medio para que le ofrezcan la satisfacción deseada (transición desde la etapa de la manifestación pura de lo que se siente a la etapa de petición de lo que se desea). Que finalmente, lleva a la comunicación con la ayuda de señales semánticas.

Después del tercer mes, rastros de recuerdo quedan depositados en los sistemas mnémicos del niño, relacionados con matices de afecto, agradables y a veces desagradables estructurados de tal manera que su reactivación puede educir con seguridad un afecto ingrato especifico.

La angustia del octavo mes, aparece en la segunda mitad del primer año de vida, enteramente diferente de la conducta medrosa. En la relación hacia el desconocido, el niño responde a algo o a alguien con lo que, no tuvo antes una experiencia desagradable. Cuando el desconocido se acerca al niño, este se siente burlado, en su deseo de tener a su madre con el. La angustia que manifiesta es una respuesta de su percepción de que el rostro del desconocido no coincide con las huellas mnémicas del rostro de la madre. En términos psicoanalíticos, es una respuesta a la percepción intrapsíquica de la tensión del deseo reactivada la decepción subsiguiente.

El percepto de la cara del desconocido, es comparado con las huellas mnémicas del rostro de la madre. Este descubre que es diferente y por lo tanto será rechazado. De esta forma el niño modifica su modo de tratar con el medio y domina a éste, adquiriendo la función del enjuiciamiento, de la decisión, una función del yo en un nivel intelectual superior del desarrollo psíquico y abre nuevos horizontes.

3.- En qué se diferencia el concepto de apego de algunas conductas en las cuales se manifiesta el apego?

Un apego puede definirse como un vínculo afectivo que una persona animal establece entre sí mismo y otra persona o animal determinado. La característica inconfundible del apego es procurar, obtener y mantener un cierto grado de proximidad al objeto de apego.

El apego es propiamente el vínculo, una especie de atadura invisible que no puede observarse directamente, que persiste en el tiempo y que se mantiene en la separación y la distancia.

Las conductas de apego son las manifestaciones visibles de apego, <<conductas que favorecen la proximidad y el contacto>> como la aproximación, el seguimiento, el abrazo, la sonrisa, el llanto las llamadas.

Los componentes del sistema conductual son, por una parte, las conductas señaladas, como llorar, llamar o sonreír y tienen la función de atraer la atención del adulto. Las conductas

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