Ámbitos de la descentralización en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique

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Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad del Perú, Decana de América

Facultad de Derecho y Ciencia Política
Escuela Profesional de Derecho

Ámbitos de la descentralización en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique

AUTOR

Braulio Andrés CACERES HURTADO

Lima, Perú

2022

ÍNDICE:

INTRODUCCIÓN

“La descentralización es una forma de concebir al Estado en una sociedad” (Dulanto, 2017, p. 21). El Perú ha sido testigo sempiterno de este entramado, de sus idas y venidas, pero sobre todo de su muy mala implementación. En los últimos cien años los gobiernos de turno notaron cierta inclinación respecto a la formación y reformación del Estado. La descentralización en ese sentido se ha visto envuelta en una suerte de encadenamiento o concatenación que inicia en el año de 1933.

La décima carta política de la República del Perú, promulgada el 9 de abril de 1933 bajo el gobierno del presidente Constitucional de la República Luis Sánchez Cerro, para con fines del proyecto investigativo, señala en su artículo 183: “El territorio de la República se divide en departamentos, provincias y distritos” (Congreso de la República, s. f, p. 24). Asimismo, el artículo 188, siguiendo un primer lineamiento descentralista, motiva la creación de Consejos Departamentales, los que a la postre, sumados a la ineficiencia y la debacle política, nunca funcionaron.

Del mismo modo, décadas después, de la mano del siempre ilustre Víctor Raúl Haya de la Torre el Congreso Constituyente logra promulgar la undécima carta magna que regiría el territorio peruano. La necesidad antes expuesta se tradujo en la aprobación de la primera organización descentralizada. De esta manera, se erigían las bases para la creación de regiones a través del proceso de regionalización. No obstante, la constante práctica de manipulación de instituciones y autoridades del Estado distorsionaron nuevamente la aplicación de estas medidas.

La ruptura de la linealidad de las transiciones y su relevo por recorridos desconcertantes, vulnerables, y reversibles, junto al alargamiento del periodo predispuesto para conseguir la supresión del centralismo factibilizó la conversión del proceso de descentralización en pos de los márgenes del Estado y la sociedad. Ciertamente, el segundo gobierno del arquitecto Belaúnde Terry discutió permanentemente la implementación del mandato constitucional; no llegándose a ningún acuerdo grato para la mayoría representativa de la nación.

Por otro lado, en el año de 1986, dentro del primer mandato de Alan García se aprobó el Plan Nacional de Desarrollo, posibilitando finalmente la definición del nuevo marco de descentralización. La crisis económica generalizada y el descontento de la población condujeron al régimen aprista a establecer y llevar a cabo una dinámica de regionalización dentro de la nación peruana. Se crearon doce regiones autónomas con la esperanza de poder ganar en alguna de ellas y quedarse parcialmente con poder. No obstante, la improvisación de su creación se tradujo en la carencia de recursos fiscales propios, por lo que dichas recientes regiones dependieron directamente del gobierno central para presupuestarse.

De otro modo, el 19 de diciembre de 1993 se promulga la duodécima y, por el momento, última Constitución Política del Perú. Alberto Fujimori rigió su mandato por cierta inclinación política y, en consecuencia, social de sentido centralista. En ese sentido, entiéndase la década de administración de raíces japonesas guiada e inmersa en escenarios nulamente descentralistas y/o regionalistas. El «Chino» disolvió las Asambleas Regionales sustituyéndolas por los Consejos Transitorios de Administración regional (CETAR), las cuales asumen las mismas funciones de los organismos disueltos hasta que se elijan a nuevas autoridades.

Al caer el gobierno de Fujimori y culminar el de transición de Paniagua, el proceso de descentralización quedó estancado, no fue sino hasta el año 2002, durante la gestión de Alejandro Toledo que se promulgó la Ley de bases de la descentralización y la Ley orgánica de gobiernos regionales. Nuevamente se decretaban medidas descentralistas, aunque en esta ocasión lograron factibilizarse. Estos nuevos mecanismos de gobierno tuvieron por vez primera autoridades electas y no impuestas. En junio de 2002 se crea el Consejo de descentralización, teniendo por funciones conducir, ejecutar, monitorear y evaluar las transferencias de funciones y competencias del gobierno central a los gobiernos regionales y locales. En esa línea

De la misma manera, ese mismo año se reforma el Título IV sobre Descentralización de la Constitución Política del país. En consecuencia, se da pie al inicio de un proceso reditativo de leyes y decretos que transformaron la actual estructura, competencias, facultades, y recursos de los gobiernos regionales y locales. En el presente trabajo me he propuesto precisar aquellas políticas públicas que influyeron y determinaron el proceso de descentralización económico, político y fiscal en el Perú dentro del gobierno de Alejandro Toledo (2001 – 2006), para así, identificar los puntos débiles de este mismo y, en un plazo no lejano, contribuir en su fortalecimiento y consolidación.

CAPÍTULO PRIMERO
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1. DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA

La descentralización ha sido una constante desde inicios del s. XX. Luis Sánchez Cerro resultó el primer mandatario en regir su gestión por una tendencia descentralizadora, en la teoría, mas en la práctica nunca fue de tal modo. De la misma manera, Fernando Belaúnde Terry y Alan García en las circunstancias de una nueva carta política guiaron sus acciones a través de medidas de regionalización y, por ende, descentralizadoras. Esta tendencia es la que inicia el s. XXI. En buena cuenta, Alejandro Toledo, el Cholo sagrado, es la figura más representativa en cuanto a descentralización en el nuevo milenio se refiere, pues su gobierno simboliza un paraje de políticas descentralizadoras. En este sentido, me pregunto cuáles fueron aquellas políticas públicas implementadas bajo su liderazgo que influyeron en el futuro de la descentralización económica, política y fiscal en el Perú (2001-2006).

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