6 Sombreros Para Pensar
Enviado por farma94 • 23 de Junio de 2013 • 843 Palabras (4 Páginas) • 500 Visitas
6 SOMBREROS PARA PENSAR
Cuando pensamos, solemos abarcar mucho al mismo tiempo y terminamos siendo confusos e ineficaces. En este libro encontramos que al usar cualquiera de los 6 sombreros para pensar nos permitimos pensar y decir cosas que de otro modo no podríamos ni pensar ni decir sin arriesgar nuestro ego.
Tenemos que tener presente que si actuamos como un pensador, empezaras a convertirte en uno de ellos. Pensar no es una excusa para no hace sino un modo de hacer las cosas mejor.
Al momento de usar un sombrero, el propósito es tener pensamientos deliberados, con esto nos referimos a no pensar en automático, cuando hay algo ante lo cual reaccionar. Al momento de ponernos un sombrero tenemos que trazar un mapa, ¿Cómo?, con el TIC (Tarea de Investigación Cognitiva), la primera lección es el PMI, cuando tenemos un problema que resolver tenemos que exponer primeramente lo POSITIVO, luego lo NEGATIVO y por ultimo lo INTERESANTE, y así elegimos nuestra ruta.
Volviendo a lo de ser un pensador, ser un pensador implica querer conscientemente serlo.
Los propósitos a grandes rasgos de los seis sombreros para pensar son:
1.-Representacion de un papel definido (DISFRAZARNOS)
2.-Dirigir la atención (VISUALIZAR 6 ASPECTOS DIFERENTES DE UNA MISMA SITUACION)
3-Conveniencia (EL PODER DE CONVENCIMIENTO)
4.-Posible base en la química cerebral (SUSTANCIAS EN TUCEREBRO)
5.-Establecer las reglas del juego
EL SOMBRERO BLANCO
Cuando usamos este sombrero es para pensar en los hechos, cifras, necesidades y ausencias de información. Con este sombrero debemos ser prácticos y enmarcar adecuadamente la información sin confundirlo con nuestras suposiciones, creencias, intuiciones, experiencias, impresiones, interpretaciones u opiniones.
Este sombrero es exclusivamente para compilar información, cifras, es objetivo.
EL SOMBRERO ROJO
Este sombrero enfoca todos los aspectos no racionales, como las emociones y los sentimientos, es totalmente lo opuesto al sombrero blanco. Con el no hace falta justificar o explicar lo que se siente.
La intuición por ejemplo, no siempre es acertada, pero tiende a ser más correcta que errónea, por consecuente el resultado es positivo.
El sombrero rojo encauza con precisión los sentimientos, y nos ayuda a “confesar” nuestra opinión.
El hecho de usar el sombrero rojo no nos obliga a anunciar nuestras emociones, aunque algunas personas pueden tentarse a utilizarlo de este modo, es más bien parecido a un espejo que refleja toda la complejidad de las emociones. El sombrero rojo nos ayuda a legitimar las emociones y sentimientos como una parte importante del pensamiento.
EL SOMBRERO NEGRO
El sombrero negro es sombrero del juicio y la cautela. El sombrero negro debe ser siempre lógico
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