AFRONTANDO LA VIDA CON VALENTIA
Enviado por MagdaReyes0911 • 5 de Junio de 2017 • Práctica o problema • 1.926 Palabras (8 Páginas) • 284 Visitas
ESPAÑOL Y COMUNICACIÓN
ENSAYO FINAL
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
CONTADURÍA PÚBLICA
BOGOTÁ D.C.
MAYO, 2016
Enfrentando la vida con valentía
El suicidio es un acto donde el individuo atenta contra su propia vida, es decir, da muerte a sí mismo, un acto donde, por depresión, ansiedad, dependencia, desespero o por cualquier otra situación toman la decisión de morir y creen encontrar una salida a una situación o dificultad, o quizá ven un camino fácil y más directo a una solución; pero, puede ser el modo más valiente de actuar o el más cobarde ante “no encontrar” una salida, porque así como se tiene que tener coraje para hacerlo, también se debe tener demasiado miedo a enfrentarse al mundo, a los problemas por los que pasamos diariamente donde las situaciones que parecieran absorbernos y a las que tenemos que hacerles frente y luchar para seguir nuestro camino; lo cual solo genera una pregunta importante, es decir, el suicidio: ¿valentía o cobardía?
Actualmente, la sociedad se ve afectada por un alto nivel de stress, de preocupación y depresión, factores que afectan a las personas y las llevan a tener pensamientos suicidas; así mismo, muchas personas viven situaciones en sus vidas que las dirigen en busca de una solución y lamentablemente la creen encontrar en el suicidio; digo lamentablemente, porque es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes entre los 15 a 24 años, y que además se ve mayormente reflejada en los hombres que en las mujeres..
Así, como daba a entender en su teoría Emile Durkheim “los suicidios son fenómenos individuales que responden esencialmente a causas sociales”[1]. Las sociedades presenta ciertos síntomas patológicos, ante todo a la integración social ya sea excesiva o insuficiente del individuo en la colectividad; de esta manera la posición de la sociedad indiscutiblemente afecta a los individuos, donde factores como el sentirse valorado, hacer parte de un determinado grupo o simplemente encontrarle un verdadero y optimo valor a la vida dentro de las relaciones sociales, ya que el mantenerse en una burbuja personal o no poder encontrar un sentido fuera de sí mismo, juegan un papel muy importante, donde de una manera u otra esta situación, puede dirigir a muchas personas a tomar la decisión de suicidarse.
Por ello, gracias a estos análisis, el sociólogo francés Emile Durkheim ha establecido 3 clases de suicidio debido al impacto de la sociedad[2], que reflejan el impacto social que se genera sobre los individuos, ya que hay una necesidad de relación interpersonal permanente en nuestro diario vivir, que son:
El egoísta: Situación donde el individuo carece de integración social; Se ha dicho algunas veces que, en virtud de su constitución psicológica, el hombre no puede vivir sino se consagra a un fin que le exceda y que le sobreviva, y se ha dado como razón de esta necesidad, la precisión que tenemos de no perecer por completo. Se dice que la vida no es tolerable, sino cuando se vislumbra en ella alguna razón de ser, cuando tiene un objeto que valga la pena. El individuo, por sí solo, no es un fin suficiente para su actividad. Es muy poca cosa. No solamente está limitado en el espacio, sino que lo está estrechamente en el tiempo. Así, pues, cuando no tenemos más objetivo que nosotros mismos, no podemos escapar a la idea de que nuestros esfuerzos están destinados finalmente a perderse en la nada, puesto que a ella debemos ir a parar. En estas condiciones, no se podría tener valor para vivir, es decir, para obrar y luchar, porque de todo el esfuerzo que se haga no debe quedar nada. Así, el estado de egoísmo se encuentra en contradicción con la naturaleza humana y, por consiguiente, sería demasiado precario para tener probabilidades de sobrevivir en una sociedad donde es necesario relacionarse constantemente.
El anómico: es el que se da cuando existe una falla o dislocación de los valores sociales, que lleva a una desorientación individual y a un sentimiento de falta de significación de la vida. Eso puede resultar de perturbaciones temporales como la guerra o las crisis económicas; de factores personales como la rápida movilidad social, como lo relacionado con la industrialización de los países subdesarrollados, que socavan la autoridad tradicional y los valores establecidos. Ya que como seres humanos, también buscamos una estabilidad física y emocional, donde pretendemos tener siempre un rumbo fijo, unas metas fijas por alcanzar, pero en el momento en que se comienza tal vez a deambular por el mundo sin metas establecidas, sin rumbo fijo sin razones para progresar o avanzar, solo se está caminando directo a la destrucción de su propia vida, el suicidio.
Y por último el altruista que es el que se encuentra en sociedades rígidamente estructuradas que ponen por encima del individuo un código de deberes de sentido grupal y hacen del sacrificio por el grupo una exigencia moral. El comportamiento suicida de los kamikazes en la Segunda Guerra Mundial, o las inmolaciones musulmanas, tendría que ser catalogado en este tipo. Es el suicidio que se comete animado por una fuerte ideología, o por una extrema vergüenza cuando alguien ha quebrantado las normas de su grupo; es un suicidio netamente por ideologías sociales establecidas y que hacen que el individuo parezca tener un acto de honor, pero aun así continúa siendo suicidio
Sin embargo, sea cual sea la causa o motivo del suicidio, se podría ver este como un acto que requiere estar muy decidido a realizarlo, donde se necesita tener muy en claro la decisión que se está tomando y tal vez el suficiente coraje para llevar a cabo el suicidio, pues sería un acto que requiere de demasiada “valentía”, y demasiado valor; pues, como seres humanos, entendemos y nos vemos confrontados por el simple hecho de que la muertes es algo desconocido, algo de lo que no se puede decir mucho, por lo cual es una situación a la que muchos demuestran temor de tan solo pensar en preguntas como ¿Qué hay después de la muerte?, ¿a qué se enfrentaran luego?, y que seguramente pasará por la cabeza del suicida, donde sus pensamientos empiezan a bombardear su cabeza, y tal vez se genera una lucha interna donde no se sabe si realmente es el acto más valiente y de mayor honor.
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