ANÁLISIS DE CULTURAS JUVENILES
Enviado por THELMA FERNANDEZ • 7 de Noviembre de 2022 • Trabajo • 3.467 Palabras (14 Páginas) • 107 Visitas
1) Juventud Considerando los textos “Hacia una sociología de la juventud” de Brito Lemus, y, “El concepto de generación en las teorías sobre la juventud” de Feixa y Leccardi, más las intervenciones realizadas en las clases:
a) ¿Siempre existió la “juventud”? b) ¿Es posible definirla? ¿Qué propone Brito Lemus? c) ¿Por qué hablamos de “juventudes”? d) ¿Qué pueden decir sobre la relación entre “juventud” y “generación”?
Los jóvenes han existido siempre, pero la “juventud” como concepto ha sido considerado a partir de la construcción histórica a lo largo de los diferentes procesos sociales que vivió nuestra sociedad, de esta forma las características histórico sociales han hecho que su concepto se vislumbre o tome mayor importancia según la época.
Además, es importante señalar que si la consideramos desde sus dos aspectos innatos, el biológico y el social[1], donde el primero está determinado por su maduración sexual o sea su capacidad para reproducirse. y el segundo tiene referencia con su posibilidad de inserción en la sociedad, entonces podríamos decir que siempre ha habido jóvenes determinados por el primer aspecto, ya que por el segundo su límite ha sido, a lo largo de la historia, una característica difícil de determinar por su estrecha relación con el mundo adulto y su consideración social.
Es a partir de la década del ‘60 donde el concepto de juventud toma una relevancia importante al poder caracterizar a los jóvenes desde ciertas lógicas sociales que los enmarcan en políticas de consumo y hacen que, desde el campo científico, asuma un lugar protagónico en la construcción de referentes teóricos. Y es en este sentido que Lemus propone realizar una “deconstrucción de un nuevo paradigma”[2] que permita interpretar los fenómenos juveniles.
La juventud podría definirse entonces, según Lemus (1998) como “una condición social con cualidades específicas que se manifiestan de diferente manera según las características histórico sociales de cada individuo” (p.3), la cual “...se inicia con la capacidad del individuo para reproducir a la especie humana y termina cuando adquiere la capacidad para reproducir a la sociedad” (Lemus, 1998, p. 4)
Teniendo en cuenta que hablamos de una condición social con cualidades específicas, no podemos hablar solamente de “juventud”, tenemos que hacer referencia a “juventudes”, porque estas no son iguales, se deben tener en cuentas ciertas variables como la clase social, el género, la región y por supuesto el momento histórico, así como tampoco podemos determinar una duración general, ya que “no tiene la misma duración en la ciudad que en el campo, en las clases alta que en los sectores marginados, en las sociedades modernas que en las tradicionales, incluso en ambos géneros” (Lemus, 1998, p.3).
Por otro lado, y en este sentido, estas consideraciones sociales que permiten establecer lazos entre los individuos es lo que Ortega y Gasset van a considerar como conexión generacional, destacando al mismo tiempo cómo las “generaciones jóvenes” tienen la fortaleza de revitalizar a las sociedades a partir de su potencialidad creativa.
2) Desnaturalización.
Hablamos mucho en clase sobre la necesidad de “desnaturalizar” y contextualizar, historizar, y poner en relación, como caminos para producir un buen sentido (acerca de las más diversas situaciones) y no respuestas automatizadas, de manual, ni que repitan sin crítica y análisis el mensaje banal de los medios. Entonces, a partir del texto de Vincent Marqués y el video de Darío Z, analicen, debatan en el grupo, y comenten el artículo “Un revólver en la cabeza”.
¿Qué se puede decir y pensar acerca de lo que se expresa? https://www.elcohetealaluna.com/un-revolver-en-la-cabeza/
A partir del análisis del video de Darío Z, la lectura del texto Vicent Marqués, y con el artículo “Un revólver en la cabeza”, podemos decir que muchas veces la sociedad en la que vivimos, se fragmenta viviendo realidades “diferentes” aunque el tiempo social, político y económico sea el mismo.
Todos los días, con seguridad, se deben vivenciar situaciones como la ejemplificada en el artículo. ¿Quiénes hoy se tomarían el tiempo de averiguar cuál es la raíz que lleva a una persona a cometer un delito? Si lo que nos caracteriza, en nuestros tiempos, es la inmediatez, el poder resolver algo rápidamente sobre todo si ya existe un “orden” preestablecido para ello.
Otra característica que sostenemos es que nuestra sociedad posee un individualismo social que muchas veces no nos permite ver “más allá de nuestras narices”, y esto puede verse en las diversas esferas de la vida cotidiana.
Nosotros mismos como docentes, cuántas veces escuchamos en la sala de profesores por ejemplo: “¿Cómo querés que aprenda este pibe?, ¿Sabés de dónde viene?”. Una connotación muy sugerente, “natural” que nos transmite la certeza de que la cuestión de la posibilidad de aprender y del futuro de un niño/joven está determinada por su origen social. Lamentablemente la estigmatización también es una cualidad de nuestra sociedad, que abre la brecha entre lo que está bien y lo que está mal.
El poder mirar más allá, la capacidad para la empatía, el derecho a la duda, muchas veces parecieran ser referentes de debilidad; quienes se creen más fuertes, muchas veces imponen reglas donde las consecuencias no dan lugar a estas palabras.
Estamos de acuerdo que para vivir en sociedad, es necesario establecer normas, y que de lo contrario tal como se menciona en el video de Darío Z, podríamos caer en un caos social; también somos conscientes de la necesidad de las instituciones para garantizar el funcionamiento de ésta. Pero, si todo debe basarse según normas, y estas son impuestas por la sociedad, ¿qué tipo de sociedad necesitamos desarrollar, para tratar de empezar a cambiar la mirada? Respondiendo a esto, nos parece importante introducir dos conceptos: “igualdad” y “equidad”. Por ejemplo, en la descripción de “un revólver en la cabeza” donde nombra un mismo delito llevado a cabo por cuatro personas diferentes, estos conceptos se vislumbran de la siguiente manera: Para la ley, se cometió un delito, y ante éste, el delincuente merece ser encarcelado; aquí se refleja el concepto de igualdad, pero si tendríamos en cuenta el criterio de equidad se podría analizar cuál sería la solución más conveniente para cada uno de los individuos involucrados, tal como lo menciona el artículo, simplemente sabiendo el motivo que lo condujo a cometer dicho delito. Sostenemos que sería fundamental poder equilibrar los dos conceptos.
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