ANÁLISIS DEL DOCUMENTO “EL SUJETO Y LA SOCIEDAD, UNA RELACIÓN IDEOLÓGICA” EN EL LIBRO “EL EXTRAÑO CASO DEL DR. JEKYLL Y MR. HYDE”

ANÁLISIS DEL DOCUMENTO “EL SUJETO Y LA SOCIEDAD, UNA RELACIÓN IDEOLÓGICA” EN EL LIBRO “EL EXTRAÑO CASO DEL DR. JEKYLL Y MR. HYDE”

En el texto “El Sujeto y la Sociedad, una relación Ideológica” se pueden ver diferentes relaciones, tanto sujeto-objeto como sujeto-sujeto, esto se evidencia en el libro “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” de Robert Louis Stevenson ya que en este hay una relación entre el Dr. Jekyll y su pócima (sujeto-objeto) y el Dr. Jekyll y Mr. Hyde (sujeto-sujeto).

 “La subjetividad es el espacio en el que se construye y establece el mundo real del sujeto; un mundo donde el objeto no solo existe, sino que también es importante y necesario” (Damián (2009), p.3).  La pócima creada por el Dr. Jekyll es parte importante en la realización y desarrollo del cuento, sin esta no se podría crear el personaje de Mr. Hyde el cual es la raíz principal de la historia.  Se conectan así dos personalidades distintas en una sola persona, creando en el Dr. Jekyll, el cual representa a una persona caritativa y bondadosa, un antagonista asesino que no se preocupa por el bienestar de las demás personas y solo piensa en saciar sus deseos reprimidos escondiéndose en la cara de otro ser.  “La vivencia es el acto de sentir, de vivenciar la información que llega a partir de los referentes configuracionales del sujeto […]” (Damián, (2009), p.5).  “Henry Jekyll a veces se quedaba congelado con las acciones de Edward Hyde, pero la situación estaba tan fuera de toda norma, de toda ley ordinaria que debilitaba insidiosamente su conciencia” (Stevenson, 1886, p.57).  La vivencia que tiene el Dr. Jekyll frente a Mr. Hyde es un sentimiento de terror, ya que a pesar de que Mr. Hyde fuese parte de él, era una parte oculta y que no le brindaba algo por qué sentirse orgulloso a el Dr. Jekyll.  

Hyde tenía una canción en los labios, mientras preparaba la mezcla, y bebió brindando por el que había matado. Pero nada más cesar los dolores de la metamorfosis, Henry Jekyll, de rodillas, invocaba a Dios con lágrimas de gratitud y de remordimiento (Stevenson, 1886, p.61).  En este párrafo del libro podemos presenciar la vivencia de un sujeto a partir de los sentimientos de este, el arrepentimiento del Dr. Jekyll por las atroces acciones que hizo Mr. Hyde, ya que el Doctor era reconocido por ser una persona de gran corazón y honorable como se dice en el principio de esta interesante historia “[…]mientras que la persona que firmó el cheque es honorable, persona de renombre, además de ser (esto hace el caso aún más deplorable) una de esas buenas personas que "hacen el bien", como suele decirse[…]” (Stevenson, 1886, p.6). Nadie creería que una persona como era reconocido Jekyll fuese capaz de cometer y ser cómplice de semejantes actos atroces, incluso a Mr. Utterson le costaba creer que el cheque fuera real y no una vil falsificación de Hyde para salvarse.

 Las personalidades de Hyde y Jekyll al ser tan contradictorias hacían pensar a las personas que uno no tenía que ver con el otro, ¿qué tendría que ver el bien del Doctor con el mal que causaba Hyde?   El sentido en el sujeto, del libro estudiado se puede evidenciar en toda la relación de los personajes, Mr. Utterson, Hastie Lanyon, Dr Jekyll y el Señor Guest, los cuales tenían una estrecha relación y usualmente hacían reuniones, por ende, acá se puede ver la relación con el otro social (personas) (Damián (2009), p.5).  Los filtros conceptuales (Damián (2009), p.12) que podemos ver en el libro son los conocimientos de Mr. Utterson al ser un notario inteligente y destacado en su profesión, los del Dr. Jekyll al ser un médico con reconocimiento y tener el respeto de todas las personas por este hecho, y este conocimiento se puede ver particularmente cuando el Dr. Jekyll cuenta cómo fue su proceso para la creación de una poción que lo convirtiese temporalmente en otra persona diferente, con características que no tenían que ver con la propia.  Se evidencia lo dicho anteriormente con lo que nos dice (Stevenson, 1886): Había preparado mi tintura desde hacía ya bastante; adquirí entonces en una casa Farmacéutica una cantidad importante de una determinada sal, que, según mostraban mis experimentos, era el último ingrediente necesario, y aquella noche maldita preparé la poción. Miré el líquido que bullía y humeaba en el vaso, esperé que terminara la efervescencia, luego me armé de valor y bebí. (p.54).  En este párrafo se percibe otro elemento de los filtros anteriormente mencionados, respecto a una actitud de arrepentimiento por parte de Jekyll por haber creado tal poción que hizo daño sin pensarlo.

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