ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA PECUARIA EN MÉXICO

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“ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA PECUARIA EN MÉXICO.”

INTRODUCCIÓN

El fenómeno de la pobreza es un asunto complejo, que no puede estudiarse o resolverse aislada o parcialmente, sino que requiere del concurso de los organismos multinacionales y de todos los sectores productivos y sociales de las naciones que padecen esta situación. La columna vertebral seguirá siendo, sin embargo, las políticas de desarrollo social que se diseñen por cada Estado impulsar acciones y obras en beneficio de los grupos sociales más vulnerables.

Por ello se insiste que una política social sólida debe tener dos estrategias: una vertiente social con una base productiva (creación de empleos y derrama de ingresos) y una vertiente social asistencial (distribución gratuita o a precios subsidiados de alimentos, educación, subsidios, etc.)

LA POBREZA EN MÉXICO

La pobreza se encuentra diseminada en toda la estructura social, pero la padece fundamentalmente el sector rural. De los 25.8 millones de personas que conforman la población rural de nuestro País un 60% aproximadamente habita en 196 mil localidades menores de 2,500 habitantes, el índice de pobreza extrema es 7 veces mayor en el medio rural que en el medio urbano. La incidencia de la pobreza en el País se agudiza en las áreas rurales principalmente entre pequeños propietarios que cultivan tierras de temporal, minifundistas y trabajadores rurales.

La persistencia de la pobreza rural, se traduce en bajos niveles de bienestar, precariedad de las condiciones de vida y en necesidades básicas insatisfechas, lo cual ha provocado una creciente migración del campo a las zonas urbanas y al extranjero. Se estima que la migración anual de mexicanos a los Estados Unidos de Norte América es de 500,000 personas, derivado de lo anterior en los últimos 20 años se ha registrado un fenómeno creciente de feminización de la propiedad de la tierra de las labores agropecuarias en México.

En este panorama de pobreza rural, destaca la presencia de los grupos por siempre vulnerables, marginados, las mujeres, los jóvenes, los ancianos, los indígenas y los discapacitados, quienes representan un amplio potencial productivo que no es aprovechado apropiadamente, por lo que el Gobierno debe implementar programas que amplíen las oportunidades de empleo y las perspectivas de una vida mejor.

La mano de obra femenina empleada como jornalera en los campos agrícolas se ha incrementado fuertemente y ello repercute adicionalmente en el deterioro de sus condiciones de vida y de la de su familia, principalmente de los niños que la acompañan en sus jornadas.

Nos enfrentamos a un sector rural descapitalizado, altamente dependiente de la temporada de lluvias, minifundista, de autoconsumo, de monocultivo del maíz, con insuficiente infraestructura rural, con baja productividad y con una población trabajadora mayoritariamente sin remuneración y prestaciones sociales, así como problemas de organización para el trabajo y una seria falta de empleo.

¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS?

La creación de programas para ayuda al campesino parece no resultar muy eficaz, pues los bienes no son dados adecuadamente o más bien utilizados de la mejor manera. Para una familia pequeña será más fácil comer un borrego que darle de comer a este mismo, es así como comienzan los problemas ya que, por ejemplo, el gobierno entrega 50 animales para producción, pero el campesino no sabe cómo explotarlos entonces será más fácil comérselos en lugar de sacarles otro tipo de provecho.

En estos casos es necesario que haya capacitaciones para los pequeños emprendedores en los que se explique de manera detallada el manejo del animal para sacar un provecho mayor, así como hacer un compromiso de estar al tanto con sus reportes mensuales y honestos hacia la institución que lo beneficia.

¿A QUIÉN SE LE DEBE DAR APOYO?

Muchos nos hemos hecho esta pregunta pues aquí nace la incertidumbre de saber qué es lo correcto, dar el apoyo a un pequeño emprendedor con el riesgo de que haga mal manejo de los recursos o bien a grandes emprendedores a sabiendas de que éste ya tiene un cimiento por el cual puede salir adelante.

En ambos casos hay riesgo, pues no tienes la seguridad de que todo se hará como se debe, aquí cabe destacar que la honestidad del beneficiario será la única herramienta que ayude a la manera eficiente de trabajo y por tanto mayores rendimientos en producción.

FACTORES QUE IMPOSIBILITAN EL BUEN CURSO DE AYUDAS AL CAMPO.

1.- Corrupción. Muy importante, pero no el principal factor que altera las ayudas. Es verdad que en estos tiempos todo parece indicar que es la única forma en la que funciona nuestro país, y desgraciadamente podemos asegurar que de escala del 1 al 100 un 80% se maneja de este modo.

En el caso de ayuda al campo, todo inicia desde “arriba”, ya que la toma de decisiones sobre a quién se la dará la ayuda está influenciada por otras conveniencias (mayormente monetarias).

Existe corrupción también por parte del beneficiario, pues con tal de obtener la ayuda falsea la información, sobre lotes, hectáreas, ganado, etc.

2.- Falta de medios de comunicación. No existe la posibilidad de una comunicación constante pues los lugares están muy alejados y no cuentan con todos los servicios ocasionando que no haya una relación entre institución de apoyo y beneficiario.

3.- Falta de información.   El beneficiario podrá obtener la ayuda que necesite, pero si no tiene información sobre como echar a andar sus tierras habrá un estancamiento de bienes.

4.- Rezago educativo. México es de los principales países que presentan este problema, generalmente en comunidades rurales por lo que complica el bajo desarrollo en el campo, pues una persona que no sabe manejar letras y números corre el riesgo de ser siempre solo un jornalero y no superarse, por tanto, no poder levantar un proyecto por sí mismo.

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