APOROFOBIA Y COMUNICACIÓN SOCIAL

APOROFOBIA Y COMUNICACIÓN SOCIAL.

Nos hemos visto envueltos en tantas situaciones con el pasar de los años, día a día vemos como dejamos de lado y hacemos latente la discriminación, hacemos como si no fuera nuestro problema, como si pudiéramos estar a un lado de ella, pero no es así, la discriminación ha logrado apoderarse de nuestra mente, siempre con pensamientos egoístas, individualistas y erróneos.

Hoy estamos aquí para hablar sobre una discriminación que muchas personas desconocen o simplemente no las quieren ver o aceptar, es tan común que el solo nombre es desconocido para nosotros, también caemos en la ignorancia ya que no se habla sobre el tema de manera cotidiana, pero que está presente en demasiadas situaciones, más de las que deberían existir. Adela Cortina es la protagonista o la creadora al menos del término que conocemos hoy en día, la aporofobia, que en un primer momento quizá no se nos venga nada a la mente, pero que veremos cómo se desarrolla a medida que vayamos avanzando con el escrito.

Se han dado cuenta que en una cena familiar por lo general solo se exalta a las personas que gozan de estatus o de ciertos lujos, personas que tienen un alto cargo, solo hablamos bien de los familiares que están a nuestro nivel económico o por encima, la aporofobia encuentra la diferencia más grande con sus hermanas la xenofobia y el racismo es que aquí, no se discrimina aquellas personas de un diferente grupo étnico o inmigrantes,  cuando estas personas tienen un patrimonio o una relevancia social, aquí vemos como se rompe las fronteras de diferencias físicas y se va mas al ámbito adquisitivo, como bien lo dice Cortina en un artículo publicado en el País:

“No repugnan los árabes de la Costa del Sol, ni los alemanes y británicos dueños ya de la mitad del Mediterráneo; tampoco los gitanos enrolados en una tranquilizadora forma de vida paya, ni los niños extranjeros adoptados por padres deseosos de un hijo que no puede ser biológico. No repugnan, afortunadamente y por muchos años, porque el odio al de otra raza o al de otra etnia, por serlo, no sólo demuestra una innegable falta de sensibilidad moral, sino una igualmente palmaria estupidez. Sólo los imbéciles se permiten el lujo de profesar este tipo de odios. Sin embargo, sí que son objeto de casi universal rechazo los gitanos apegados a su forma de vida tradicional, tan alejada de ese febril afán de producir riqueza que nos consume”

La comunicación social es parte importante, donde se tiene que comenzar a romper todos esos estigmas y prejuicios que tenemos, en muchos de los casos las personas no tienen la culpa de este tipo de actos, pero lo que sí se puede notar es cuando la persona los hace, se le llama la atención y aun así sigue con tal comportamiento, viendo toda esta discriminación como algo que está bien, ya que así se lo han hecho ver a lo largo de su vida.

El papel de los comunicadores sociales es de vital importancia ya que hace notar a las demás personas la importancia de acabar con este tipo de prácticas que quizá todos en nuestra vida podemos ser protagonistas, habitualmente las personas no reconocen a la pobreza como una situación, sino más bien lo tienden a ver como una característica de la identidad de cada persona, pero no, para nada, no es así, los pobres no son pobres porque quieren, sino las diferentes circunstancias de la vida nos llevan a pasar por las situaciones más indeseables que se pueden desear.

...