APUNTES REFLEXIVOS Ciencias Sociales y Formación Ciudadana

Estudiante: Gabriela Sepúlveda

Apunte reflexivo N°: 3

Fecha:

Tema (Título propio)

LA REPRESENTACIÓN QUE NO NOS REPRESENTA

Cuando hablamos de democracia la asociamos de inmediato con votos y elecciones a la hora de decidir quién gobernará, lo cual es correcto porque la democracia es un orden colectivo, esto quiere decir, un conjunto de leyes y mecanismos que funcionan como herramienta o tecnología social, cuyo propósito principal es solventar un problema tan inevitable como universal: quién va a gobernar y por cuánto tiempo lo hará.

Después de la dictadura militar de Augusto Pinochet, surgieron nuevas corrientes políticas que buscaban cumplir con el anhelo que era la democracia. Los candidatos presidenciales utilizaban slogans llamativos como “Gana la gente, Aylwin Presidente”, “Para los nuevos tiempos”, “Crecer con igualdad”, “Viva el cambio”, “Alas para todos”,  “Tiempos Mejore”. Sí nos detenemos a analizar cada slogan y los comparamos con la realidad actual que vive el país, podemos concluir que fueron sólo frases bonitas y persuasivas, las cuales en ningún gobierno de la Concertación, Nueva Mayoría o  Alianza por Chile se lograron concretar porque el Chile en el cual nací y vivo sigue siendo un país sumamente desigual, segregador, injusto entre tantas otras.

 Si bien es cierto que, antiguamente los políticos lograban reunir a una gran masa que los apoyaba y creía en ellos, hoy en día, la ciudadanía está totalmente defraudada de políticos corruptos, los cuales se han enriquecido  a costa del pueblo y alejado totalmente de la realidad en la que viven la mayoría de los chilenos, votan leyes a favor del empresariado y las pocas leyes votadas supuestamente a favor de la gente siempre tiene una letra chica. ¿Es posible confiar?

Antiguamente, uno confiaba en el político y votaba creyendo  en su buena representación en el parlamento o en el gobierno. Ahora uno vota por el menos malo sabiendo que probablemente tendrá un mediocre desempeño cuyas promesas de campaña quedaran en el aire ya sea porque no cuenta con suficiente apoyo en el Congreso o no son del agrado de los empresarios.

Es lamentable que hayan pasado tantos años desde el retorno a la democracia y ningún gobierno de derecha o de izquierda haya creado políticas públicas con cambios profundos, reales y concretos en beneficio de los ciudadanos como cambio de modelo económico, nueva constitución (nacida y creada en democracia), disminución de la desigualdad, salud y educación gratuita y de calidad para todos los chilenos.

Es lamentable vivir bajo una supuesta democracia, pero llevamos meses con toque de queda, aún existen violaciones a los derechos humanos y la libre expresión pende de un hilo. Vivo en democracia y tengo imágenes nítidas en mi retina de militares y carabineros armados disparando a la gente que se manifiesta por querer un Chile mejor, más justo y con dignidad. Bajo este triste escenario y manoseada democracia resulta necesario cambiar de paradigma y buscar nuevas alternativas de representación sin letra chica y sin lobby para que podamos volver a creer y, finalmente, la alegría ya llegue.

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¿Qué “democracia” es aquella que nos impide a nosotros, los soberanos,  manifestarnos en la plaza pública sin pedirle permiso a la “autoridad”?