Abandono e irresponsabilidad del estado colombiano frente a la protección de defensores de derechos humanos y líderes sociales
Enviado por oscar andres mesa molina • 11 de Octubre de 2021 • Ensayo • 4.271 Palabras (18 Páginas) • 120 Visitas
DESIDIA DEL ESTADO COLOMBIANO FRENTE A LA PROTECCIÓN DE DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS Y LÍDERES SOCIALES.
OSCAR ANDRES MESA MOLINA
UNAULA
FACULTAD DE DERECHO.
MEDELLIN
2021.
CONTENIDO.
Introducción3
Planteamiento del problema5
Objetivos7
Estado del arte8
Metodología10
Los actores de la barbarie12
Conclusión………………………………………………………………………………15
Bibliografía………………………………………………………………………………16
Abandono e irresponsabilidad del estado colombiano frente a la protección de defensores de derechos humanos y líderes sociales.
Introducción.
Los defensores de derechos humanos, según Amnistía Internacional1 son individuos que por su vocación humanitaria, su destreza y compromiso por ayudar a los demás, hacen valer los derechos de cada una de las personas o comunidades que estén siendo vulneradas de una manera u otra, cabe resaltar que a nivel mundial su labor es reconocida por la Organización de las Naciones Unidas, quien el 9 de diciembre del año 1998 en la Asamblea General no solo dio legitimidad a su labor sino que también pidió garantías para la seguridad de cada persona o grupo de personas que quiera desempeñar esta labor.
Asimismo, los defensores de derechos humanos y líderes sociales se caracterizan por su trabajo fuera de cualquier ámbito violento, es decir, cada organización que se dedique a la veeduría del cumplimiento de los derechos humanos debe actuar de manera pacífica para transmitir el mensaje de paz y de reconciliación entre cualquier situación donde se presente una vulneración de los derechos humanos.
Por otra parte, una de las labores más importantes de los defensores de derechos humanos en el mundo es la de denunciar y poner en evidencia el abuso de poder de algunos sectores o de algunos individuos, también, realizan las denuncias públicas con nombres propios y someten al ojo de la opinión pública a los abusadores de los derechos humanos.
Desde luego que, toda esta labor representa una gran responsabilidad y a su vez pone en riesgo la vida de quien la ejerce, es por eso que los defensores de derechos humanos y líderes sociales son amenazados de muerte, obligados a desistir de sus labores y en el peor de los casos son asesinados por los grupos o personas a las cuales esta labor no es bien recibida.
Por su parte, en Colombia, los defensores de derechos humanos han sido puestos en el ojo de la opinión pública y de todo el país entero, ya que según Bolaños2 entre los años 2010 y 2018 han sido asesinados 609 defensores de derechos humanos y líderes sociales en nuestro país. Esta cifra subió después de iniciados los diálogos de paz con las FARC – EP en el gobierno de Juan Manuel Santos y de los que va corrido del año 2021 han sido asesinados 24 líderes sociales en el territorio nacional.
Desde luego que estas cifras son alarmantes porque esto quiere decir que los defensores de derechos humanos y líderes sociales en Colombia no están teniendo ninguna garantía estatal con respecto a su seguridad, es decir, el estado colombiano no está brindando los canales ni está tomando acciones pertinentes ante tanto asesinato y asedio para nuestros defensores.
Es por esto que se evidencia, según Peña Montoya3 que “entre los años 2018 y 2019 se presentaron 1.649 agresiones a los defensores de derechos humanos entre las cuales se encuentran 86 atentados, 33 detenciones, 7 desapariciones, 20 judicializaciones, 7 robos informáticos, 6 casos de violencia sexual, 1.211 amenazas y 279 asesinatos” lo cual deja ver la falta de seguridad con la que cuentan nuestros defensores y las diferentes situaciones vulnerables a las que están expuestos.
Son todas estas situaciones y cifras las que nos llevan a reflexionar en ¿qué está haciendo el gobierno de Colombia para garantizar el derecho fundamental de la vida a nuestros líderes y defensores? claramente con el incremento de las cifras de asesinatos y agresiones año tras año nos responde que claramente el estado ha abandonado totalmente a nuestros defensores, es por esto que este trabajo analizaremos todo el abandono al cual han sido sometidas las personas que son responsables de la veeduría y el cumplimiento de nuestros derechos, una parte fundamental para cada nación.
Planteamiento del problema.
En Colombia y en cualquier parte del mundo, garantizar la vida de cada ciudadano es la tarea principal de todo gobierno, es el derecho fundamental que tiene cada individuo, en Colombia, por ejemplo, en el artículo 12 de la Constitución Política de Colombia4 se establece que el derecho a la vida es inviolable y que a ninguna persona se le debe desaparecer forzosamente.
También, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el capítulo VII5 establece que el derecho a la vida es la parte fundamental de cada nación y que cuando ocurra violación a este derecho será una total gravedad para la situación de derechos humanos.
Sin embargo, en nuestro país esta garantía y derecho constitucional no está siendo puesta en práctica si de defensores de derechos humano y líderes sociales se trata. Después de la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC – EP han incrementado los asesinatos contra los líderes y defensores de derechos, también se han presentado múltiples asesinatos por el tema de la restitución de tierras y exterminio de cultivos ilícitos en el país, como se afirma en un estudio realizado en un estudio realizado en la Universidad Nacional de Colombia en el año 20206
Como valor agregado, también se habla de cierta sistematicidad de los asesinatos, sin embargo, el gobierno nacional niega dicha sistematicidad diciendo que “lo que se está presentando es un alto nivel de violencia en diferentes zonas del país”, tal como lo afirma Correa7 pero esto sin duda es solo la negativa de aceptar que se está cayendo en una falencia de no garantizarles el derecho a la vida, es por eso que Cristian Delgado8 afirma que sí existe sistematicidad en los asesinatos y que su auge fue entre los años 2016 y 2017.
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