Ablación Femenina

Buenos días a todas y todos los y las presentes, vengo ante ustedes distinguidos presentes que como yo han de estar interesados en proteger los derechos de las mujeres, aquellos seres que con esfuerzo nos dieron la vida. Quiero hablarles un poco sobre lo que es la mutilación genital femenina también llamada ablación femenina, un grave atentado contra los derechos humanos que probablemente no conocemos lo suficiente.

La mutilación genital femenina es la eliminación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos por razones culturales, religiosas o cualquier otra no médica que se realiza principalmente en los países de África.

Es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres o niñas que refleja una desigualdad extrema entre sexos y discriminación de la mujer, viola los derechos a la salud, la seguridad, la integridad física y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba propiciando la muerte.

Existe también lo que llaman día del gudniin, donde las niñas son atadas y tras una oración son mutiladas con un objeto punzante que se realiza sin anestesia y en las peores condiciones médicas.

A pesar del terrible dolor que sienten, deberán permanecer en silencio para no deshonrar a su familia, estas creen firmemente que una mujer a la que no se le ha hecho la ablación es impura, que eso que tienen bajo las piernas es impuro. Por tal razón es extirpado y cerrado después como prueba de virginidad y virtud.

Las estudiosas feministas consideran que la mutilación genital femenina es un intento de los hombres para controlar la sexualidad de las mujeres y su reproducción.

Esta práctica continúa a través de los años y sigue enfermando millones de mujeres; física y sicológicamente, sin pensar que estas mismas mujeres son la base de un mundo mejor.

Desgraciadamente no nos hemos hecho la pregunta: ¿Hasta qué punto se fortalecería el mundo si un ritual tan salvaje fuera abolido? Existe un proverbio en África que dice: el último camello de la fila camina tan deprisa como el primero, lo que le pase a cualquiera afecta a los demás.

Es inaceptable que la comunidad internacional permanezca callada en nombre de una visión distorsionada del concepto de la cultura. Los comportamientos humanos y el valor que se le da a tal cultura tienen sentido para quienes los practican, pero en este caso cuando hablamos de la Mutilación genital femenina la población debe cambiar sus comportamientos y comprender los riesgos y la indignidad de prácticas fatales realizadas, así se darán cuenta que es posible abandonarlos sin dejar su cultura.

No debemos dejar pasar este tema sin reflexionar un poco y tomar en cuenta hasta el último detalle. Tanto hombres como mujeres tienen el mismo valor. También nosotros podemos ser parte de este cambio, de la lucha contra la ablación femenina, un problema mundial

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