Abusos del clero en el siglo XVI

Abusos del clero durante el siglo XVI

Flores B. Luna

Durante el siglo XVI España se dividía en 3 clases sociales, nobleza, clero y tercer estado. El clero estaba separado en 2 grupos, alto clero y bajo clero rural. Entre estos se encontraba una gran diferencia puesto que el alto clero era formado por segundones de la alta nobleza, bastardos del clero y de la nobleza que, gozaban posiciones privilegiadas dentro de la estructura eclesiástica. Mientras que el bajo clero era compuesto por capellanes, curas, párrocos y beneficiados de origen humilde, en mayoría campesinos de tercer estado con una economía de niveles muy bajos, casi rozando la pobreza, podemos encontrar un buen ejemplo de la vida de estos en el tratado II (“el clérigo y yo”) y tratado IV (“el fraile y yo”) de la novela picaresca “El Lazarillo de Tormes”, escrita por Diego Hurtado de Mendoza y publicada en el año de 1554.

La función del clero es la práctica del culto, para esto se crearon las órdenes regulares, que se ocupaban de la asistencia, la enseñanza y la oración. En la obra “El Lazarillo de Tormes” no solo se narra la vida cotidiana de Lázaro y sus amos, en su mayoría pertenecientes al bajo clero, sino también los constantes maltratos, abusos, actos de corrupción y doble moral que estos hacían. En el tratado II, Lázaro encuentra su segundo amo, el clérigo, quien se suponía tendría que ser un buen hombre debido a sus prácticas, lo tenía muriendo de hambre, la desesperación de Lázaro lo llevo a robarle comida a su amo hasta que este lo descubrió, “No dudó ni un momento en arrearme un brutal garrotazo. El golpe fue tan fuerte que me dejó descalabrado y sin sentido durante tres días… A los quince días de mi triste desventura conseguí levantarme y, al día siguiente, mi cruel amo, me echó de su casa” (Chacón Huertas, 2015, El Lazarillo de Tormes, Madrid, España, weeblebooks). El clérigo se encargaba de predicar mas no de poner en práctica lo que decía, también muestran una cruda realidad de la época donde era normal el adquirir niños como criados y maltratarlos a fin de obtener un beneficio propio.

En el tratado IV se obtiene poca información, nos habla de un fraile que se dedica a visitar al pueblo, caminaba tanto que Lázaro no pudo continuar junto a él. “Yo, no pude resistir sus andanzas. Así que, por esto y por otras cosillas que no voy a contaros, en cuanto pude, decidí abandonarle” (Chacón Huertas, 2015, El Lazarillo de Tormes, Madrid, España, weeblebooks). Pese a todo, se considera que es el tratado más fuerte que se ha escrito nunca en la historia de la literatura, pues buceando en el significado escondido de las palabras y expresiones, Rosa Navarro, especialista en la Edad de Oro y poesía contemporánea concluye que en realidad se habla de abusos sexuales al menor.

Aunque actualmente el clero no goza de privilegios, la religión sigue teniendo influencia en varios países como lo son Estados Unidos, Canadá y México. Incluso si la sociedad hoy en día se rige por normas y leyes en las que queda prohibido atentar contra los derechos humanos de las personas, no evita que sucedan casos de maltrato y abuso sexual a menores por parte del clero, pues un estudio realizado por la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (CIASE) revelo que 330 mil niños menores de edad fueron víctimas de abuso sexual por parte de miembros del clero en Francia durante el periodo de años 1950-2020, mientras que la tasa de maltrato infantil tiene un aumento del 24%.

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