Acoso Callejero
Enviado por fivxnnx • 5 de Junio de 2019 • Ensayo • 481 Palabras (2 Páginas) • 242 Visitas
Acoso callejero.
Profesora: Francisca Villalobos Conejeros.
Alumna: Fernanda Espinoza Pizarro.
Asignatura: Historia, plan común
Fecha: 25, octubre de 2018
Curso: Cuarto medio C
Para empezar, hay que aclarar que la diferencia de género, masculino/femenino, ha quedado por tanto tiempo a la base de la estructura social que hoy en día ya se “naturalizó”. Sobre esta diferencia, hecha por la misma sociedad; se basa en una variedad de diferenciaciones posteriores, que abarcan los géneros socialmente construidos en términos de trabajo, roles, uso del espacio, comportamiento, vestimenta, estereotipos, etc.
“El acoso sexual callejero corresponde a toda práctica con connotación sexual explícita o implícita, que proviene de un desconocido, que posee carácter unidireccional, que ocurre en espacios públicos y tiene el potencial de provocar malestar en el/la acosado/a.” (Arancibia, Billi, Guerrero y más, 2015). [1]
En particular, la definición anterior sirve para reconocer la presencia de acoso, independientemente de la explicación de porqué y cómo suceden. Aun reconociendo el acoso que ocurre en una sociedad patriarcal, se reconoce el acoso sexual callejero como una realidad en sí, que existe y que debería ser normado y penalizado. Además, la definición es construida desde la posición de observador externo, ya que utilizándola o no sería capaz de reconocer el acoso como tal sin la necesidad de apoyarse de la percepción de la víctima o en la intencionalidad del acosador.
¿El acoso callejero es culpa de la víctima o del acosador?
La víctima no debe sentir culpa en ninguna de las ocasiones y tampoco debe sentir miedo o vergüenza a denunciar. Toda la culpa va a recaer en el acosador.
Uno es libre de transitar libremente por la calle y con la confianza de que no seremos violentados al caminar, independiente de la edad, a la hora del día y la vestimenta que esté ocupando. Muchas veces el acoso callejero es confundido con la “coquetería” y sexualidad. Es sabido que cada quien experimenta su sexualidad como le estime conveniente, pero deben comprender que han confundido “coquetería” y “galantería” con violencia sexual.
“Nuevas cifras de la encuesta Cadem revelaron que el 48% de las mujeres chilenas han sido tocadas o rozadas intencionalmente en partes, mientras que el 34% afirmó haberse sentido víctima de acoso sexual.
A eso se suma que el 84% ha recibido piropos en la calle, al 82% le han silbado o tocado la bocina, y a un 46% de nosotras se nos han acercado de forma intimidante.” (Anonimo, 2018)[2]
En conclusión, lo mejor sería educar a las nuevas generaciones en base al respeto y enseñarles que la libertad de uno termina cuando comienza la del otro porque las personas no se visten ni transitan para provocar, simplemente lo hacen porque todos son libres de vestir y transitar por donde estimen conveniente con seguridad y confianza.
...