Actores Politicos
Enviado por zaibu28 • 14 de Julio de 2015 • 9.647 Palabras (39 Páginas) • 276 Visitas
Actores Políticos en centro, sur y norte América
En la observación acerca de la política Americana, se llega a la conclusión de que hay varios tipos de participantes en la escena política.
El político.
El técnico.
El seguidor.
El oscuro.
El actor político es aquel con carisma, un gran arraigo y popularidad entre el público y, consecuentemente, con liderazgo partidista además de una gran habilidad para la negociación y la concertación política. Sus cualidades suelen darle unas relaciones públicas de gran nivel, pues lo mismo hace amistad tanto con gente de la condición más humilde que con personalidades de elevados círculos sociales, empresariales, políticos y culturales.
Mantiene una excelente relación con periodistas y medios de comunicación social, clérigos, líderes sindicales y otras tantas gentes de gran influencia y liderazgo. Generalmente, este tipo de actor es una persona con estudios elementales y, cuando más, con estudios medios o de nivel licenciatura. Así, no es una persona con gran formación técnica o profesional, y muchas veces, sin formación técnica en materia legislativa, gubernativa o, cuando menos, partidista.
No obstante, se trata de personas con muchos años de dedicarse a su actividad principal, y ya sea como promotor comunitario, dirigente de su partido u organización gremial, legislador o funcionario público, suele tener las mismas funciones y habilidades, entre otras:
La conciliación de intereses con grupos de presión, movimientos sociales e institutos políticos.
La solución de controversias derivadas del establecimiento o aplicación de programas públicos.
La selección de candidatos a cargos de elección popular o de dirección partidista.
La conducción de procesos electorales.
La implementación y seguimiento de programas públicos y mecanismos jurídicos dentro del ejercicio gubernamental.
Así, el actor político tiende a desplegar sus capacidades y utilizar todo el poder y fuerza de su imagen, influencia y relaciones en las actividades que se le encomiendan, dando, en la mayoría de los casos, resultados contundentes y efectivos. De esa manera, el actor político, cuando se encuentra en funciones, suele coordinar, conciliar y dirigir a su grupo de poder e incluso a otros grupos hacia fines específicos, bien determinados, programados y consensuados por todos los actores en juego.
Además, suele escuchar todas las opiniones, calcular todos los pasos y sus consecuencias, dirimir controversias, resolver conflictos, establecer acuerdos, distribuir responsabilidades, evaluar avances y resultados y todo aquello que implica ser gobernador, miembro de una junta de coordinación política, líder de una fracción parlamentaria o presidente de una Gran Comisión.
Pero, además, el actor político presenta las siguientes variantes de acuerdo con su capacidad, estilo y preparación, así tenemos el líder, el combativo y el vándalo.
El líder es el actor con liderazgo político es, por lo general, el prototipo de los actores que se mencionaban, en donde su gran capacidad hace que otros personajes que también ocupan un cargo menor, estatal o municipal, lo sigan y acaten las directrices que él emita o dicte. Por lo regular, desde su despacho atiende los aspectos de interés para el gobierno surgido de su partido, de conformidad con los acuerdos que para tal fin celebre con el dirigente de otros partidos, con la dirigencia de su instituto político y, en ocasiones, con los miembros de más respeto de su comunidad.
No obstante, esta retroalimentación entre poderes públicos, partido, comunidad y sectores, concluye en los resultados deseados y con beneficios para todos los involucrados en la función gubernamental y, por supuesto, para el electorado. Así, emplea todas sus capacidades y el peso de su imagen y liderazgo para conducir a su partido hacia los objetivos programados desde el principio de su ejercicio administrativo.
El combativo es el actor con actividad política es, por lo regular, colaborador de igual importancia al actor antes descrito, pues suele ocuparse de aspectos propios de acciones correspondientes a otras dependencias estatales como la de la Secretaría de Gobierno, la de Régimen Interno y Conciliación Política, Justicia, Puntos Constitucionales y otras de igual magnitud, o como presidente, Secretario o Prosecretario de alguna Mesa Directiva o la Gran Comisión del congreso.
En ocasiones, el actor con capacidad técnica y un gran carisma, del que se darán más detalles en este mismo capítulo, también llega a desempeñar las mismas responsabilidades. Volviendo al legislador con combatividad política, suele desempeñar funciones de gran envergadura en correspondencia y complemento de las desarrolladas por el líder.
Ubicados en posiciones estratégicas –como ya se dijo-, tienen a su cargo la responsabilidad de suavizar los roces naturales provocados por el choque de ideas, intereses y conciencias propio de la actividad parlamentaria. Como tal, debe ultimar los acuerdos pactados por el líder de su partido, detallarlos, pulirlos y terminarlos, con lo cual, su actividad tiene un espectro muy amplio, pues por otra parte es el actor que, en caso necesario, defenderá con todo la postura de su instituto político, aunque ello signifique nuevos choques de postulados partidistas y de otros tipos. Eso lo convierte en una especie de ariete político que se emplea contra la coraza ideológica de otros grupos políticos.
El vándalo es un tipo de actor menos regular, pero es aquel que suele cometer diversas acciones con el fin de alterar el orden normal de la administración pública, tales como llegar con sus huestes a causar desmanes o provocaciones al recinto de que se trate, incitar a sus compañeros a abandonar las reuniones con otros partidos y actores con todo lo que ello implica y entorpeciendo los procesos de concertación política. Asimismo, el actor vándalo es aquel que comete fechorías o que establece cacicazgos regionales escudados en su condición de miembro de la clase política.
La actuación de esta clase de actores deriva en la deslegitimación de la labor política, la denigración de la personalidad de los actores en general, el entorpecimiento de las prácticas y los procesos de las acciones de gobierno por causa de interrupciones, la provocación de escándalos y alteraciones al orden público, etc.
Siguiendo con la clasificación de los participantes en la escena política, tenemos al técnico, quien es el actor con especialidad, es decir aquel que cuenta con preparación técnica o profesional orientada a los procesos gubernativos y legislativos, amén de que llega a presentar estudios no sólo de especialización sino incluso de nivel postgrado.
Este tipo de actor,
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