Adicciones

Apuntes del Curso Operador en prevención y asistencia de las adicciones-Roque Perez 2013

Docente: Dr Horacio Castellano

SITUACIÓN SOCIAL

Históricamente se puede rastrear el uso de sustancias psicoactivas hasta épocas muy antiguas. De hecho en el caso del opio y la cannabis sativa se han detectado referencias de consumo en el paleolítico y documentalmente a partir del neolítico.

Asimismo, el uso de la coca y otras plantas han sido registrados desde muy antiguo como utilizadas por pitonisas y hechiceros. En América y África, la posibilidad de futurizar o de adivinar de un chamán o de un médico brujo estaba relacionada precisamente con el consumo de ciertos vegetales.

El tabaco y el alcohol -drogas legales en nuestro país- son sin dudas sustancias conocidas desde hace mucho tiempo. La Biblia nos transmite el primer tropiezo de un hombre con el alcohol, en la borrachera de Noé, de forma que en espacios de tiempo antiquísimos, el alcohol ya se conocía como producto de fermentación de cereales o de frutos. En cuanto al tabaco, los indígenas nativos americanos ya lo fumaban y fue descubierto y llevado a Europa por los conquistadores españoles.

Tan inmemorial como los antecedentes del uso de sustancias tóxicas son los motivos para hacerlo.

En la antigüedad y en muchas ocasiones, fueron utilizadas para paliar hambre o fatiga; otras por mero placer para luego asociarse con un sentido mágico y/o religioso.

En 1952 Kiper (Aparicio; 1979) escribía que el abuso de drogas como forma de hallar placer solamente se ha generalizado en los últimos siglos. En otros tiempos los narcóticos se empleaban con fines curativos pero entre las causas socio – culturales de la toxicomanía, ese autor citaba las de índole climatológica, política, social, económica, militar, religiosa o hereditaria. Es decir que: el ambiente, la posición social, la educación y el estado general de salud desempeñan un fundamental papel.

Siguiendo con el alcohol, los estragos que produce ya eran conocidos, a tal punto que en 1934 dos alcohólicos norteamericanos fundaron lo que luego se llamaría Alcohólicos Anónimos, institución de autoayuda para la recuperación de los mismos.

Pero fue a partir de 1952 cuando el alcoholismo fue declarado enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta entonces era, en apariencia, sólo un vicio.

Fue también en esos años, en la década del ´60, cuando surge el Underground, contracultura nutrida de corrientes contestatarias y rebeldes frente a la cultura oficial o convencional. Dentro de ésta contracultura aparecen y se popularizan las drogas ilegales, y el consumo grupal

En EE. UU. aparece el hippismo, emparentado con el consumo de ciertos tipos de drogas como la marihuana, el LSD y la heroína. Ya a mediados de esa década, la cannabis y el LSD se habían difundido bastante y eran utilizados para facilitar la “comunión con el cosmos” y la “internalización de la naturaleza” (Aparicio; 1979: 128) . En Argentina, esas drogas eran propias de las clases pudientes o de grupos de artistas. La marihuana, por ejemplo, era una droga “romántica”, es decir usada “ para el amor y la paz”.

En el mundo son recordados y relacionados con la droga, los Beatles, Rollings Stones, The Who, Pink Floyd, con canciones promoviendo el uso de drogas, como por ejemplo la de los Beatles “Lucy in the sky with diamonds”, donde la primera letra de los tres sustantivos, juntas, forman el nombre de LSD.

Según Baselga (Aparicio; 1978 /79) fue en 1967 cuando comenzó a opacarse el movimiento hippie, el cual buscaba en la droga y en la música pop la felicidad y la esperanza. Poco tiempo más tarde cuando con el incremento del negocio de la droga en el mundo se van formando los grupos ilegales de narcotraficantes, los cuales se fueron organizando hasta construir una red de venta que, se dice, genera un movimiento estimado en la cifra citada, entre 500 mil y 800 mil millones de dólares por año.

Tanto en América como en Europa, el uso de sustancias psicoactivas fue en aumento en las siguientes décadas hasta hacerse transversal a todas las clases y situaciones sociales. Por lo que podría argumentarse que actualmente no existe pueblo en el mundo donde el tema de las adicciones no constituya un problema nodal.

Actualmente no sólo son vendidas las drogas de cultivo, o sea las extraídas de vegetales, sino también las llamadas drogas de diseño (como por ejemplo el éxtasis) que son obtenidas a partir del proceso de síntesis en laboratorios clandestinos.

Incluso se dice que la idea de producirlas no es otra que fabricar drogas con poco volumen y peso, altamente adictogénicas y que causen poco deterioro físico a efectos de favorecer un consumo prolongado. Actualmente son conocidos 60 derivados diferentes de la anfetamina, entre ellos el citado éxtasis.

Volviendo a la Argentina, hoy la situación del consumo presenta una realidad muy diferente a la de hace 40 años.

Le presentamos un ejemplo:

La Argentina lidera el consumo de cocaína en las secundarias y es la segunda en pasta base. Así lo denuncia un estudio internacional que compara cifras de nueve países de la región y que confirma una preocupación que la SEDRONAR (Secretaría de programación para la prevención de la drogodependencia y la lucha contra el narcotráfico) advirtió: entre 2001 y 2005 el consumo de cocaína entre escolares creció un 170% y el de pasta base más de un 200%.”

El estudio al que se hace referencia fue realizado por la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), perteneciente a la OEA. Sus conclusiones se mantienen en 2011.

El estudio midió la prevalencia de drogas ilegales diferentes y encontró que el 2,5% de estudiantes secundarios entre 13 y 17 años consumieron cocaína al menos una vez en el último año. Proyectando la cifra serían 85 mil adolescentes. Nótese, sin embargo, que sólo se incluye a escolares, por lo cual están fuera de este estudio miles de jóvenes no escolarizados y que, justamente por eso, tienen mayor riesgo de consumo, tal como lo demuestran otros estudios.

La prevalencia de pasta base, incluyendo el famoso paco, se elevó de 0,7% a 2,6%.

Pero también es bueno recalcar que el mismo estudio sitúa al alcohol como la droga de mayor consumo entre esos estudiantes. Otro dato relevante es que en la Argentina fuma 1 de cada 4 estudiantes.

Es interesante el comentario que, como “reflexiones finales”, acompaña al estudio que la SEDRONAR realizara en 2001 porque de alguna forma establece la percepción del fenómeno en el más alto nivel de las autoridades que trabajan en el campo de las adicciones.

Se trascribe:

“El

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