Agradecimientos

LAS RELACIONES PERSONALES EN LA ENFERMERIA

En el presente escrito se reflexionara sobre el articulo titulado “LA ENFERMERA EXPERTA Y LAS RELACIONES INTERPERSONALES”, teniendo en cuenta la teoría de LA ENFERMERIA PSICODINAMICA, que establece las relaciones interpersonales (interacción fuerte paciente-enfermera) como aspecto decisivo en el cuidado de individuos, propio de la Enfermería.

Antes de remitirnos al artículo como tal, es oportuno conocer el concepto que la teorista Peplaut acerca de enfermería.

Peplaut, describe la Enfermería como

“El proceso importante, terapéutico, interpersonal. Trabaja con otros procesos humanos que hacen posible la salud para las personas en las comunidades”.

Para que este proceso se lleve a cabo, deben mediar dos entes principalmente un receptor y un emisor; tomando como receptor al paciente, quien recibe todas aquellas acciones que buscan mejorar su estado de salud y emisor representado por la enfermera, que es, quien se encarga de realizar todas estas acciones.

Para que lo anterior se realice satisfactoriamente , se debe establecer una estrecha relación paciente-enfermera, que establezca un ambiente propicio para el cuidado holístico, basándose no solo en lo físico, sino también en aspectos como el social, espiritual y entorno donde se desarrolla el individuo, para así obtener el fin ultimo, que es la recuperación total de la salud .

El estrechamiento de esta relación esta condicionado por muchos factores, entre estos la disponibilidad de la persona a recibir cuidado, y a aceptar a esa persona que es primeramente extraña, como proveedor de beneficios. Y la actitud adecuada de la enfermera, que permita que el paciente se sienta seguro, y confié en que se le están brindando los cuidados pertinentes para la afección que presenta.

Es precisamente de esta relación de la que habla Yariela Gonzales en su articulo, en el cual nombra la experiencia como principal característica de la enfermera experta, quien se vale de la practicas realizadas anteriormente para, identificar el momento oportuno, para acercarse al paciente y establecer un vinculo de confianza, capaz de hacer que este se siente a gusto durante el proceso de atención, tratamiento de la enfermedad y recuperación de la salud.

La autora plantea que para que una enfermera sea capaz de establecer un contacto directo apropiado con el paciente, debe tener cierto grado de madurez y experiencia, marcados por el conocimiento de su propia personalidad y del medio en donde se desenvuelva, además de la autorregulación que le permita identificar los momentos propicios para llegar al individuo; en este punto se critica a las universidades actuales, que basan sus esfuerzos principalmente en llenar de teorías a las futuras enfermeras y se les brinda poco entrenamiento en el área de las relaciones,

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