Confianza y relaciones personales
Enviado por megami_aoi • 15 de Agosto de 2013 • Práctica o problema • 2.764 Palabras (12 Páginas) • 533 Visitas
Confianza y relaciones personales
En las relaciones personales de los Japoneses está siempre muy presente la confianza con la otra parte. Esta confianza y entendimiento es siempre la base de toda buena relación. Incluso en el trabajo se observa este comportamiento. Los compañeros de trabajo están prácticamente obligados a hacerse amigos. Por ello es muy normal quedar después de la jornada laboral para ir al karaoke o a tomar unas copas varias veces a la semana. También con sus clientes y proveedores se espera este tipo de comportamiento de socialización.
Todas esas horas necesarias de socialización después del trabajo unido a una ya larga jornada laboral, es uno de los grandes problemas de la familia Japonesa y una de las razones de tener la menor tasa de natalidad del mundo (menor incluso que la Española). El padre, que suele ser el único que trabaja, sale de su casa antes de que se despierten sus hijos y vuelve una vez que ya se han acostado.
Aunque esta socialización tiene sin lugar a dudas el lado negativo del incremento del número de horas fuera de casa, también tiene el lado positivo del incremento de comercio y negocio para las empresas, así como la facilidad de resolver los problemas cuando estos se presentan sin tener que llegar a los jueces.
¿CUANTAS HORAS TRABAJA UN JAPONÉS?
La percepción general que tenemos de un Japonés es que trabaja durante muchas horas al día. Todos hemos oído el mito de la huelga a la Japonesa. Aunque este mito que yo sepa no es cierto. Lo que sí es cierto es que los Japoneses llegan a trabajar de media casi 70 horas a la semana. Aunque esto tiene sus razones.
En principio las horas de trabajo regulada por ley son 40 y son fijas. No es necesario hacer más horas si no se quiere. Entonces, ¿Por qué un Japonés quiere trabajar más horas?.
La principal razón es porque por cada hora extra de trabajo se cobra como si fuera una hora y media y sí se la pagan no como aquí. Este salario extra es siempre bienvenido en una familia que tiene que pagar una hipoteca de muchos años (30-50) y en la que normalmente sólo trabaja el hombre, con lo que su sueldo es doblemente necesitado, y cuanto más mejor.
La otra razón deriva del sentimiento generalizado de que el trabajo y la empresa están por encima de las consideraciones personales. Así si en un momento puntual una empresa u organización necesita acciones urgentes, todos los miembros de la empresa se quedan a ayudar y ver qué pueden hacer y como solucionarlo lo antes posible.
LA SONRISA DE LOS JAPONESES
Los Japoneses parece y la realidad es que tienen una sonrisa permanente en su rostro. Esta sonrisa no es debida a hipocresía sino a la educación que les enseñan desde pequeños. Se utiliza en cualquier ocasión, cuando se habla con una amigo o enemigo, con un jefe o compañero, en la calle, en la tienda etc.
Estaremos todos de acuerdo que la cara más agradable de una persona es la cara con una sonrisa. Entonces en una sociedad grupal en la que se intenta no destacar y que todo funcione bien y con armonía, lo más lógico y una regla para los Japoneses es poner tu cara más agradable en todas las ocasiones y a todas las personas. Esta "regla de vida", es un deber social y la aplican incluso en situaciones traumáticas. Eso sí, no esperéis que un Japonés en España se comporte de la misma forma que en Japón porque os llevaréis una sorpresa.
No hay que pensar en esta sonrisa como una muestra de resignación de la otra persona ya que lo podríamos confundir con debilidad de carácter y no es tal. La realidad es que es una forma muy elaborada de comportamiento y etiqueta. Una forma de expresión del lenguaje basado en el silencio al que son tan aficionados los Japoneses.
Esta sonrisa de auto-control a veces a los extranjeros nos puede sorprender e incluso irritar con lo que conviene que seamos conscientes de su significado.
TARJETAS DE VISITA
Como en otros países, en los negocios las tarjetas de visita son ampliamente utilizadas. Las mujeres también llevan tarjetas de visita pero estas suelen ser un poco más pequeñas que las usadas por los hombres.
Una de las cosas que primero te enseñan cuando se dan clases de Japonés es la costumbre que tienen los Japoneses de intercambiarse sus respectivas Tarjetas de Visita junto al acto protocolario de mirarlas con atención, repetir el nombre de la persona que te la ha dado, y no guardarlas. Aunque piensas que no te puede pasar a ti, la realidad es que te va a pasar ya que está tremendamente extendido en la sociedad así que estate preparado.
El protocolo dice que la persona de menor rango o más joven debe de ofrecer su tarjeta primero. Cuando se da la tarjeta, se debe poner de tal forma que la persona que la recibe la puede leer tal y como llega. Cuando se recibe la tarjeta, se debe leer con atención y normalmente decir el nombre en alto para comprobar que se ha entendido correctamente y no guardarla hasta finalizada la conversación.
Se considera de mala educación y falta de respeto usar una tarjeta estropeada o que no estuviera indicada para quien la recibe.
UTILIZACIÓN DE SELLOS DE TINTA
Mientras un Occidental pondría su nombre en un papel o documento para firmar, un Japonés utilizará un sello único con su nombre y caracteres.
Un Japonés puede tener más de un sello; el que se registra en la oficina del gobierno local, usado para temas oficiales, llamado jitsuin y otros menos importantes, usados para otros asuntos, llamados mitomein. Cuando se registra un sello oficialmente, se obtiene un certificado del mismo. Según la ley Japonesa, este sello junto con el certificado es necesario para realizar cualquier contrato o transacción y a todos los efectos actúa como nuestra firma.
Los sellos son muy importantes no sólo en el mundo de los negocios sino también en la vida diaria. Por ejemplo se utilizaría en el caso de ir a sacar dinero al banco o recoger una carta a correos sin el DNI, o también para firmar un cheque.
CARÁCTER JAPONÉS
En oposición a los Occidentales que expresamos nuestra opinión de una forma abierta, muchas veces sin pensarlo dos veces y siempre intentando imponernos al oyente, los Japoneses tienden a hablar y actuar sólo después de haberlo meditado y pensado mucho, mostrando siempre la debida consideración a los sentimientos y punto de vista de la otra persona.
Los Japoneses tienen la costumbre, todavía no sé si buena o mala, de nunca dar un si o no claro, con lo que muchas veces hay que intuirlo por la entonación y gestos que dan en la respuesta. Con esto consiguen evitar la fricción que muchas veces ocurre
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