Agricultura y desarrollo rural sostenibles: el desafío de la política

Agricultura y desarrollo rural sostenibles: el desafío de la política.

Agricultura y el Desarrollo Rural Sostenibles (ADRS), están centrados en la gente y se enfoca en mejorar los sustentos y la satisfacción de las necesidades económicas, sociales y culturales de la presente generación sin poner en peligro a las generaciones futuras. Para lograr esto, ADRS, considera necesario una orientación de políticas, institucionales y cambios tecnológicos, que son necesarios para la gerencia sostenible y el uso de la agricultura, silvicultura, industrias pesqueras, recursos naturales y otras actividades en el ecosistema rural.

¿Qué está en juego con la agricultura y el desarrollo rural sostenibles?

• Reducción de la pobreza y mejora de la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud en áreas rurales y urbanas y la igualdad social y de género.

• Cohesión social a nivel de aldeas, de comunidades y de la sociedad en general.

• Reducción de las consecuencias negativas de la urbanización y de la emigración rural.

• La viabilidad de los recursos naturales básicos en términos de suelos fértiles, menos erosión, una contaminación más baja, agua más limpia, menos tala de árboles y desertificación, biodiversidad preservada, y ecosistemas viables.

• Mayor libertad cultural y democracia.

Las decisiones políticas fundamentales tienen que ser tomadas en diversos niveles.

Los gobiernos nacionales son responsables de conducir el desarrollo, de una visión a largo plazo y de la estrategia para el ADRS y permitir su puesta en práctica con políticas eficaces para la descentralización, comercio internacional e interno, asignación del presupuesto e inversión, regulación de la calidad y seguridad alimentaria, investigación y diseminación de la tecnología, manejo de los recursos naturales, y consolidación de los vínculos entre el medio rural y el urbano. Ellos son además responsables de dar asesoramiento y defender a los sectores rurales y agrícolas de los países con bajos ingresos ante los responsables de políticas internacionales y de negociaciones comerciales.

En los niveles regionales y locales los responsables de las decisiones y otras partes interesadas, deben asegurar un adecuado desarrollo institucional y de la infraestructura local con una activa y plena participación de los pobres rurales. Las dimensiones culturales, sociales, económicas y ambientales del desarrollo rural deben ser tratadas comprensiblemente considerando una amplia gama de opciones políticas, institucionales y tecnológicas relevantes.

Desafíos de la política

La gente rural enfrenta numerosos desafíos.

Concentraciones de la pobreza. La pobreza se concentra en las áreas rurales. En torno a 900 millones de agricultores y trabajadores rurales viven en la pobreza. Cada segundo, una persona muere de hambre, simplemente porque él o ella nació agricultor o trabajador rural. Esto incrementa a 30 000 personas al día. ¿Cómo mejorar la equidad?

Viabilidad económica. La mayoría de la gente que vive en las aldeas no  pueden mantener ellos mismos adecuadamente. Carecen del acceso a suministros necesarios: la tierra, el agua, la tecnología, las semillas, el ganado y el crédito. Los precios pagados por los productos agrícolas son inestables y en decline. ¿Cómo mejorar la viabilidad económica de las áreas rurales?

Recursos naturales. En torno al 60 por ciento de los ecosistemas de los bosques, de las tierras agrícolas, de los ríos y de los lagos del mundo están amenazados por las tendencias actuales de producción y consumo. Los suelos agotados, tablas de distribución del agua defectuosas, contaminación de las corrientes, depredación de los bosques, declinamiento de la biodiversidad: los recursos naturales básicos son amenazados como nunca antes.

¿Cómo conducir políticas rurales eco-amistosas?

Desastres. Los conflictos, los desastres naturales y epidemias como HIV/AIDS exacerban estos problemas – y a menudo el resultado de ellos. El hacer frente a un desastre es más costoso que prepararse para evitarlo. ¿Cómo convertir la asistencia a la emergencia en promoción de resistencia y sostenibilidad a largo plazo?

Inversión en declino. La inversión pública en agricultura y áreas rurales está en el punto más bajo en absoluto, debilitados drásticamente por ajustes estructurales. Los servicios técnicos para los pequeños agricultores han colapsado. ¿Cómo asegurarse que la inversión suficiente sea disponible, que la inversión privada sea movilizada y que la inversión sea orientada sabiamente?

Toma de decisiones. Las decisiones sobre el campo se toman en las ciudades. Muchos países no se han descentralizado todavía efectivamente. Las autoridades locales cuentan con fondos limitados, los gobiernos nacionales controlan el presupuesto y los ministros en línea controlan las actividades. Las élites y los grupos de poder locales de los negocios agrícolas dominan la política del campo. Las culturas y los intereses de los pobres, en su mayoría son ignorados. Las políticas que prevalecen a menudo trabajan en contra de aquellos de pequeña escala, de los débiles propietarios. Las frustraciones pueden convertirse en violencia. ¿Cómo asegurase que la gente rural tenga una voz y participe en la toma de decisiones?

Abandonar la tierra. Muchos campesinos desean abandonar la agricultura. Los pequeños propietarios y los agricultores sin tierras son el 75 por ciento de los hambrientos y desnutridos del mundo. Una gran proporción de la gente rural querrá trasladarse a los tugurios sub-urbanos en una década o dos. Muchos intentarán emigrar a países más ricos.

¿Cómo hacer las áreas rurales más atractivas?

Opciones políticas y prioridades

Trabajar hacia una agricultura y un sector rural que sea productivo, viable y capaz de satisfacer las aspiraciones económicas, sociales, culturales y ambientales de la gente rural y de sus necesidades futuras, los gobiernos tendrán que trabajar con otros actores interesados (sociedad civil y sectores privados) y desarrollar un plan y una estrategia a largo plazo para el ADRS y poder elegir de una gama de opciones políticas para poder ejecutar tal visión. Un desafío político estratégico para ADRS es cómo atacar la no equitativa distribución de recursos y servicios entre la gente rural. La pobreza rural, el hambre y la degradación de los recursos son causados fundamentalmente por la falta de acceso y tenencia segura de los recursos fundamentales (por ejemplo, tierra, agua, bosques y biodiversidad) y la falta de acceso a servicios sociales y económicos apropiados y adquiribles (por ejemplo, educación

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