Alcoholismo
Enviado por ladapri • 10 de Octubre de 2012 • 2.487 Palabras (10 Páginas) • 359 Visitas
El ejemplo de los padres que son los encargados de crear prácticas sociales y buenos hábitos en los hijos, suelen ser incoherentes en sus actos y lo que piden a sus hijos, las practicas de crianza negativas son predictoras de comportamientos y problemas extremos en los hijos. No solo es reganarlos si no decirles un te quiero 8un abrazo, compartir la cosa mas mínima que siempre estar hay y apoyándolo y aconsejarlo. Donde un hijo se de cuenta que el alcohol no es un refugio lo contrario es un abismo en el cual vamos cayendo poco a poco y por mas que uno este contento y acompañada siempre será algo pasajero y no algo compensarte con uno mismo.
El alcohol es la droga legal más antigua y consumida en el mundo, puede llegar a causar severos daños en la salud física y mental de las personas que hacen uso de él. El alcohol es una sustancia líquida incolora con un olor picante característico. El consumo de bebidas alcohólicas es un problema que aqueja a la sociedad contemporánea, cada vez se observa un mayor número de personas consumiéndolas a menor edad; precisamente ahí surgió el interés por desarrollar el presente ensayo, debido a que se cataloga como una problemática sociocultural que tiene un impacto en el desarrollo de las actividades escolares de los alumnos que las consumen en la educación secundaria.
La influencia del alcohol en la sociedad ha tenido gran peso como factor problemático en la conformación y funcionamiento de la familia, del individuo y por ende de la sociedad. La influencia del alcohol se ha visto reflejada en las diferentes esferas de la historia de la sociedad desde tiempos muy remotos, entre ellos la educación. El alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y no un síntoma de otras enfermedades o problemas emocionales. . La OMS define el alcoholismo como la ingestión diaria de alcohol superior a 50 gramos en la mujer y 70 gramos en el hombre (una copa de licor o un combinado tiene aproximadamente 40 gramos de alcohol, un cuarto de litro de vino 30 gramos y un cuarto de litro de cerveza 15 gramos). El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica del alcohol, y produce un daño cerebral progresivo y finalmente la muerte. En la actualidad existe una problemática real a la que nos enfrentamos los docentes que laboramos en el nivel secundaria, y que nos damos cuenta en el día a día que transcurren los alumnos con nosotros, el creciente consumo de bebidas alcohólicas de nuestros educandos cuyas edades oscilan entre los 12 y los 15 años generalmente.
La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones supuestamente establecidas para su venta a menores, debido a la nula supervisión de las autoridades encargadas de regular la venta de bebidas embriagantes; hoy encontramos expendios de éste tipo a escasos 50 metros de los accesos a los planteles escolares, lo que sin duda es una tentación constante para los alumnos adolescentes, que incluso al salir de clases optan por ir a la tienda a comprar algunas de estas bebidas espirituosas.
La creencia más compartida entre los adolescentes caleños de 16 a 18 años de edad tiene que ver con la asociación entre el consumo de alcohol y las “consecuencias positivas”[1] que este proporciona. Para estos adolescentes caleños, el alcohol no ocasiona ningún daño físico o psicológico. La accesibilidad de los jóvenes caleños a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores. Un estudio realizado en Octubre 17 de 2006 por el Centro para el Desarrollo y Evaluación de Políticas y Tecnología en Salud Pública (Cadetes) de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle en convenio con la Secretaría de Salud Municipal, concluyó que “los caleños empiezan a consumir licor a los 13 años. En este mismo año, el 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% en el en el mes de Septiembre”. De acuerdo con los investigadores, este último punto demuestra que “la sociedad caleña es muy permisiva y hace falta un control más estricto por parte de la familia, el sector educativo y las autoridades, para evitar que los menores de edad involucren el licor en su vida cotidiana”.
Los adolescentes usan el alcohol por varias razones: primero, curiosidad; segundo, sentirse bien o sentirse personas adultas; tercero, reducir el estrés; cuarto, pertenecer a un grupo; quinto, escapar de sus problemas. Por ejemplo, Según el Dr. David Reardon, un experto en el síndrome post-aborto y director de investigación del Elliot Institute, dice que “muchas mujeres que han sufrido un aborto tienen problemas emocionales que resolver relacionados con ese aborto. El abuso de alcohol les otorga a esas mujeres una manera fácil y accesible de medicarse contra el dolor y de ‘curar’ sus emociones”[3]. La juventud no asocia el consumo de alcohol con los problemas que de él pueden derivarse. Ellos esperan del alcohol cambios positivos globales (facilitador de expresividad emocional, desinhibidor y potenciador de las relaciones sociales, relajante, etc.), pero a la vez no creen que dicha sustancia tenga consecuencias negativas o que influya considerablemente en un mayor consumo durante el fin de semana donde las relaciones interpersonales se intensifican. Por eso anticipar los efectos positivos y no las verdaderas consecuencias negativas, conlleva a que se produzca un mayor consumo social. En la medida en que el alcohol proporciona a los jóvenes una serie de efectos o consecuencias positivas, y el joven los interpreta como un beneficio, dichos efectos se convierten en motivos de consumo.
Los adolecentes de hoy carecen de una información exacta sobre las consecuencias del alcohol. En muchas ocasiones las personas que consumen alcohol tiene poca información sobre esta sustancia. Según una encuesta realizada a 30 estudiantes de la Universidad ICESI en Abril de 2008, “un 75% no ha asistido nunca a una charla de alcoholismo, aunque un 15% si tienen algún tipo de información. No obstante, un 5% cree que no es para tanto (no es necesario saber ¿Qué es el alcohol? para poderlo consumir). Aun más, el grupo mejor informado sobre estos temas es el de 16 a 18 años, mientras que el grupo de 19 a 21 años, en su gran mayoría (75%), no ha recibido ninguna pauta sobre estos temas”[4]. Cabe resaltar la labor que desempeña Bienestar Universitario con la ayuda de la Corporación Caminos mediante charlas,
...