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Aldea Hipocrita Aldea Hipócrita


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2011  •  891 Palabras (4 Páginas)  •  531 Visitas

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Aldea hipócrita

MANUEL PÉREZ ROCHA

La tarea de escuelas, universidades y maestros para lograr que los estudiantes trabajen con entusiasmo es compleja y ardua, pues el medio social y cultural en el que viven los jóvenes y los niños es totalmente adverso a la educación: el conocimiento, la ciencia, la cultura, no tienen lugar en la vida individual y social cotidiana de la mayoría; los modernos medios de comunicación imponen la imagen por encima de la palabra; la palabra escrita es reducida a su mínima expresión (correos electrónicos, mensajes por el teléfono móvil, Twitter, breves notas en las presentaciones con Power Point). La televisión, la radio, los videojuegos y otros artefactos, además de transmitir obsesivamente los peores antivalores morales, cívicos y estéticos, generan la necesidad viciosa de estímulos continuos, incesantes, quebrantando la tranquilidad requerida por el pensamiento reflexivo, analítico y crítico.

En el mundo entero hay una gran preocupación por la incapacidad de niños y jóvenes para concentrar su atención en el estudio y la lectura, al grado de que este fenómeno ha sido convertido en una patología global creciente: el ADS (síndrome de déficit de atención). Thomas Armstrog, un especialista en este tema, dice de la televisión: “Tras sus comienzos a finales de la década de 1940, la televisión perfeccionó rápidamente sus recursos para ‘captar la atención’ del público a fin de obtener altos ratings y vender productos. De hecho, los anunciantes y los productores de programas gastaron millones de dólares para aprender técnicas destinadas a modificar la atención de los televidentes: colores brillantes, sonidos fuertes, jingles pegadizos y, sobre todo, rápidos cambios de imágenes. Con el tiempo, los anunciantes aprendieron que los televidentes se habituaban a determinado ritmo y método de presentación, por lo que se requería algo más nuevo y rápido para retener su atención”.

Después de analizar casos concretos, Armstrong concluye que “estamos viviendo en una ‘cultura del tiempo de atención breve’, en que la información se brinda en rápidos pantallazos antes que en episodios más largos y reflexivos”. Contra esta abrumadora cultura y los perniciosos hábitos que genera, tienen que trabajar estudiantes, maestros, escuelas y universidades. ¿Puede extrañarnos el fracaso de la enseñanza de la lectura? Ante la falta de atención y concentración de los alumnos, irresponsables directivos escolares, azuzados por criminales comerciantes de medicinas, resuelven el problema recetando a diestra y siniestra a los niños la ahora famosa Ritalina, droga con efectos desastrosos, en ocasiones irreversibles.

Pero la televisión no es inevitablemente un enemigo de la educación. Un espléndido ejemplo lo da el Centro Nacional de Documentación Pedagógica de Francia (CNDP), el cual (además de otras muchas importantes tareas educativas) publica semanalmente por Internet la revista

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