Altruismo y Bondad: negativos para la sociedad de hoy

Acciones buenas

Soy una persona solidaria, me enseñaron desde pequeña ayudar siempre que pueda hacerlo (y si no sabes hacerlo: aprende) por lo que tengo un resorte cuando se trata de levantarse y ofrecer apoyo, explicado quizás porque en casa si no lo hacías, automáticamente, mi abuelita o mi tía te apresuraba a que lo hagas, por lo que a mi edad es natural que quiera ayudar SIEMPRE. Esto me ha ocasionado malentendidos, discusiones y miradas reprobatorias por mi actitud que según palabras de mi hermana se resume en ‘’toda tontina, toda nobletona. Tiene su carácter pero una tontina completa’’. Yo me lo tomo con gracia porque sé que es sincera y me quiere ayudar a cambiar, no ser tan confiada o tan VOLUNTARIA (que deriva en ocasiones en desgracias) y sé firmemente a lo que se refiere haciéndome reflexionar: ¿Hasta que punto podemos ser amables o nobles sin parecer tontos y/o esclavos de las buenas acciones?

Últimamente está muy difundido ser más competitivo, y esa competitividad lleva consigo que nadie sea mejor que uno, o que el menor número de personas lo sea. Veo con mucha frecuencia esa actitud en Lima, esa agresividad a la hora de manejar e incluso a la hora de hacer las compras en los supermercados. Asimismo, nadie quiere verse inferior a nadie, y erróneamente, tienen la idea de que ayudar o ser amable deriva a una caída en picada de status, por lo que la mayoría no saluda a los señores de limpieza o a los vigilantes de la cuadra si no es para dar órdenes o consumir un servicio. Me da mucha tristeza que el éxito se asocie a ser superior, y esta superioridad trae consigo pérdida de utilidad por la mirada altiva y sin ganas de ayudar a otras personas. No los culpo, así es como les funciona bien a ellos con ese individualismo. Esa falta de insensibilidad es contagiosa, porque así es como funciona la ciudad, el que no es vivo pierde.  Esta falta de solidaridad ocasiona muchos males: la xenofobia, el machismo y la ignorancia completa a querer saber la situación de otro grupo de personas.

Prefiero perder mil veces que convertirme en una máquina sin empatía. No estoy dispuesta a voltear la cara y fingir ser ciega ante situaciones que TENGO ALCANCE de ayudar. Espero, con mucho cariño, que ustedes también estén llenos de solidaridad.  

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