Amor Liquido
Enviado por yerc_tgrs • 24 de Mayo de 2012 • 1.581 Palabras (7 Páginas) • 1.924 Visitas
Amor Líquido vs. Amor Sólido
Rincón Campos, Yahel E.
Facultad de Psicología
Universidad Autónoma de Nuevo León
Jueves 24 de mayo de 2012
Introducción
El amor líquido es la herencia que nos ha legado la revolución sexual. Y cuando los adultos piensan que los jóvenes nadamos placenteramente en sus aguas, a muchos nos ha inundado el inconformismo.
Zygmunt Bauman, ha tenido gran éxito editorial describiendo nuestra sociedad "líquida". Uno de sus libros, Amor líquido, captura el mensaje de la posmodernidad sobre las relaciones sexuales. Hoy, los vínculos son frágiles, débiles, casi etéreos.
¿Pero que caracteriza en realidad a un amor solido o a un amor liquido? ¿Sera acaso que vivimos con la idea errónea de que el amor solido es imaginario e imposible y que el amor liquido es fácil y mucho más común hoy en día?
Tratemos de describir estos dos tipos de amores que la sociedad nos ha presentado según algunos autores, y podremos llegar a una conclusión en cuanto a que tipo de amor llevamos en realidad nosotros en la vida personal y como se llega a tener el amor solido que tanto deseamos.
Hoy muchos adultos piensan que la sexualidad es una dimensión humana a celebrar. Ella jamás debe ser reprimida, pero tampoco puede reducirse sin más, a la utilización del otro como medio de placer. Por eso, la abstinencia adquiere un significado positivo y el matrimonio resalta como acto de libertad fundamental capaz de elevar cualitativamente la capacidad de amar.
Esto también conlleva a que las relaciones de pareja ya no sean como las de antes, ahora la sociedad liquida nos da las posibilidades de que las relaciones cada vez sean más fácil de disolverse, y por lo tanto, las parejas solo buscan un placer momentáneo, fugaz, en el cual los dos satisfacen necesidades emocionales, físicas y sociales, pero en cuanto llega el momento en el que uno quiere llegar a dar el “siguiente paso”, la persona liquida lo que hace es huir de inmediato, al sentirse comprometida y saber que será de la “propiedad” de la otra persona, el saber que le debe invertir tiempo, dinero, afecto, y que todo lo deberán compartir como pareja que serán.
Algún observador desatento podrá alegar que esta lectura se contradice con los hechos. Que el imperio del consumismo sexual, la baja en la tasa de matrimonios y el aumento de los divorcios son pruebas tajantes de que los jóvenes son líquidos.
Pero para esto debemos conocer las bases o principios que conllevan a disfrutar de un buen amor sólido, una buena relación de pareja para que estas bajas tasas de ,atrimonios y altas de divorcios cada vez vayan cambiando en positivo para la sociedad y para las personas. Para esto mencionamos los aspectos fundamentales que nos describe Cristián Conen basados en el legado del Papa Juan Pablo II:
1.- Principio personalista. (No utilitarismo): La primera clave es la entrega de sí a la persona que se ama, hacer foco con esa persona, hacernos expertos de él o de ella, es decir, conocer qué le agrada, qué le desagrada, cosas pequeñas y cosas grandes, lo que sueña, lo que le entristece, lo que le alegra, lo que le preocupa. Es la actitud adecuada hacia la persona que se ama respetando su dignidad, identidad, intimidad, corporeidad personal, autogobierno para amar y su derecho a la verdad y el bien objetivos. En concreto, es hacernos expertos en la intimidad, en el mundo personal de quien amamos.
2.- Un amor complementario. (No igualitarismo): Debemos atender, entender, conocer, aceptar y respetar la diversidad de la persona que amamos: diversidad sexual natural física, afectiva y espiritual; diversidad de temperamentos y personalidades; diversidad de gustos; diversidad de vocación profesional, etc. Saber manejar las diferencias resulta clave para una amor sólido.
3.- Vivir amores enteros. (No reduccionismos): Amarse con todo lo que se es. El amor varón-mujer se integra con sensualidad, afectividad y racionalidad; luego sus sensualidades y afectividades deben ser inteligentes y sus inteligencias afectivas y sensuales. Si se reduce el amor solo al corazón, a las emociones, sentimientos, pasiones, o a la sola actuación de la inteligencia y la voluntad, tendremos un amor frágil.
4.- Vivir amores integrados. (No fragmentación): Gobernar no es mutilar ni suprimir sino guiar, conducir, encausar. Se debe amar con todo lo que somos pero adecuadamente integrado: inteligencia y voluntad gobernando a la sensualidad (reacción a los valores del cuerpo de la otra persona) y a la afectividad (reacción a los valores de la entera persona femenina o masculina del otro). Esta integración se hace posible
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