Analisis De La Eutanasi
Enviado por naye515 • 11 de Marzo de 2012 • 535 Palabras (3 Páginas) • 765 Visitas
El derecho a la vida es dado por entendido, es inherente al individuo; poco hay que decir el respecto, salvo excepciones. Pero el derecho a la muerte se deja oír tétrico, escandaloso, grosero. Sucede que abordamos un delicado hilo en el que se apoyan las sociedades: la muerte asistida, incluso en situaciones extremas, inhumanas y de eximio dolor, resulta casi inaceptable para el inconsciente colectivo.
Siendo una decisión que suele recaer en los allegados al enfermo (siempre suponemos un paciente terminal), la Eutanasia eriza la piel de cualquier persona; hablamos de la vida o la muerte, de la decisión de interrumpirla la vida, sin lugar a remordimientos.
La asistencia al suicidio, como suele denominársela, es quizás mucho más sintomática para el acompañante terapéutico que para el mismo enfermo, pues en ocasiones las condiciones de resistencia a la enfermedad son detestables, insoportables e indignas.
La ínfima legalidad mundial (sólo en Holanda y Bélgica es contemplada por la ley) da cuenta de una sociedad que no está preparada para ser responsable de la muerte. Y por supuesto, de no existir la aceptación de otro tipo de prácticas cruentas y determinantes para la vida de un individuo, como por ejemplo el aborto inducido, no habría lugar a dudas.
La Iglesia Católica se ha manifestado desde siempre en contra de la Eutanasia. Ella entiende que la vida otorgada por Dios no puede ser quitada por un hombre. Hablamos de un simple mortal versus la premisa divina. En este caso y en muchos otros, la voluntad de Dios es infranqueable. El deseo de Dios es temido por los fieles, al punto de dirigir a una persona a omitir antes que actuar en una probable contra. Dicen muchos cristianos que los caminos de Dios son misteriosos.
El dilema planteado se asemeja al hombre contemporáneo y a su persistente individualidad insuflada que le permite ir más allá de los límites ajenos pero un poco más aquí de los propios. La voluntad divina aparece aquí como un ingrato muro al peregrino que intenta saltar al acantilado. ¿Cómo entender que una persona desea morir?. Lo irritante es que, la mayoría de las veces, quien debe tomar la mortal decisión no es el interesado sino un allegado, familiar o personal médico. No obstante existen casos en que el moribundo brilla de lucidez. Entonces ¿Es posible comprender sus deseos de morir?
El interés en la desaparición puede incorporarse sencillamente al ser humano cuando la calidad de vida es mínima, vegetativa, o acaso subyace una dolencia que se agigantará en el correr del tiempo, irremediablemente. Suena hasta lógico, aunque quien intenta quitarse los cables que lo unen a la vida deberá deshacerse del impulso de supervivencia, aletargarse y quitarse el mar de sentimientos que afloren en su momento. Un suspenso indeseable, nada recomendable. Es una situación poco comprendida y de índole esquiva. Una situación en las que no es necesidad florecer
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