Analisis De Pelicula "La Sociedad De Los Poetas Muertos"
Enviado por milenam8 • 12 de Junio de 2014 • 5.065 Palabras (21 Páginas) • 1.662 Visitas
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE Y TÉCNICA N° 35
Prof. Vicente D’Abramo
Carrera: Profesorado de Inglés
Espacio de la fundamentación: Perspectiva Filosófico-pedagógica II
Curso: Segundo
Régimen de cursada: Regular
Ciclo lectivo: 2013
Profesora: Tamara Stahl Bürger
Alumna: Miguelez Milena
Tema a trabajar: Ensayo a partir del análisis de la película “La Sociedad de los Poetas Muertos” (1989) basado en las teorías de los distintos autores trabajados en clase.
INTRODUCCIÓN:
El tema a trabajar es el análisis de la película “La Sociedad de los Poetas Muertos” (1989) a partir de los autores trabajados en clase en conjunto con sus teorías. Dicha película fue elegida ya que refleja la educación vista desde dos perspectivas diferentes:
1- La visión de la Academia Welton, que ve a la educación como el paso previo a la universidad donde solo deben transmitirse los conocimientos necesarios para dicho paso sin dejar lugar al pensamiento propio.
2- La visión del profesor de literatura Mr. John Keating quien considera que la educación debe ser vista como una herramienta para aprender a pensar por uno mismo, decidiendo por su propio futuro.
Dichos puntos de vista serán relacionados con lo que plantea Paulo Freire y que será desarrollado más adelante.
Así también, en la película se ve reflejado el abuso de la autoridad y del poder, sometiendo a los alumnos a castigos corporales y daños psicológicos, sumado a la obediencia extrema por parte de los jóvenes no solo respecto a las autoridades de la institución sino también a sus padres. Dicha temática será relacionada con lo que plantea Michel Foucault respecto a las relaciones de poder.
A su vez, se integrarán los desarrollos de Henry Giroux (Los profesores como intelectuales: Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje) sobre el currículum oculto y la reproducción social a través del sistema educativo. En esta película, se ve reflejado en la educación de la elite, quienes serán los futuros funcionarios.
La película “La Sociedad de los Poetas Muertos” se sitúa en los Estados Unidos en los últimos años de la década de los 50, en donde las escuelas basaban su prestigio en la tradición y en años de hacer las cosas del mismo modo, bajo un sistema educacional autoritario, represivo y conservador que sometía a los alumnos a normas y castigos para poder mantenerlos controlados. A su vez, la Academia Welton funcionaba como un convento, donde los alumnos vivían las 24hs del día.
La Academia buscaba formar los denominados “cuerpos dóciles” que plantea Foucault (Los cuerpos dóciles: vigilar y castigar: pág159) “es un cuerpo dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser transformado y perfeccionado”.
El hecho de que los alumnos viviesen en la Academia ilustraba lo que en la época era considerado como el modo más perfecto de educación, ya que los alumnos al estar encerrados estaban controlados y bajo estricta vigilancia y mejora de sus conductas.
A su vez, esto refleja la reproducción social a través del sistema educativo, ya que los cuerpos sometidos (en este caso, los alumnos) responden de forma pasiva y sumisa a lo que les es impuesto. La clase dominante ejerce control absoluto sobre la clase dominada, para así, bajo control estricto, mantener su poder como único y absoluto. Como plantea Henry Giroux (Los profesores como intelectuales: pág2) “Una vez reconocida la relación entre instrucción escolar y sociedad en general, las cuestiones acerca de la naturaleza y significado de la experiencia escolar pueden contemplarse desde una perspectiva teórica capaz de luminar la relación, frecuentemente ignorada, entre conocimiento escolar y control social.”
Al vivir en multitud, los estudiantes se veían afectados de diversas maneras. “Los estudiantes tienen que aprender constantemente a esperar a utilizar sus recursos, con el resultado final de que aprenden a posponer o a renunciar a sus deseos. […] Los estudiantes han de aprender a estar tranquilos. […] La virtud por excelencia que asimilan los estudiantes en estas condiciones es la paciencia (una paciencia basada en la sumisión arbitraria a la autoridad). […] Se espera de ellos que soporten con ecuanimidad los continuos retrasos, negaciones e interrupciones de sus deseos y anhelos personales.” (Giroux: Los profesores como intelectuales: pág.12).
La Academia Welton funcionaba bajo los cuatro principios de “Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia.” El logro se alcanzaba siguiendo dichos principios.
Por disciplina podría entenderse lo que Foucault ve como el control minucioso de las operaciones del cuerpo (Los cuerpos dóciles: vigilar y castigar: pág160) “el cuerpo humano entra en un mecanismo de poder que lo explora, lo desarticula y lo recompone. Una Anatomía política que define como se puede apresar al cuerpo de los demás, no simplemente para que ellos hagan lo que se desea, sino para que operen como se quiere. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y ejercitados, cuerpos dóciles.
Los alumnos provienen de una clase social elevada y sus padres quieren que ellos sean educados con el tipo de educación que ayude a mantener esta posición y que favorezca su futuro. Los mismos esperan que sus hijos puedan obtener una educación que les permita ingresar a las universidades propias a sus exigencias y a su clase. La escuela debe formar a sus hijos con las actitudes necesarias para ser lideres capaces de reproducir el estatus social propio de las clases de elite.
Los padres, a su vez, esperaban que sus hijos sobresalieran y que estudiaran lo que ellos no habían podido estudiar o que si lo habían hecho, estudiaran lo mismo que ellos. Con esto, no toman en cuenta los verdaderos intereses de sus hijos, colaborando con la represión ejercida por la escuela.
A su vez, los alumnos muestran sumo respeto a la autoridad, en muchos casos alcanzando la sumisión, aceptando castigos sin cuestionar lo que les era dicho no solo por las autoridades de la institución sino también por sus padres a quienes se dirigían llamando “señor”. A su vez su postura física era también educada.
Esta corrección de las posturas tiene similitud con el régimen militar y es descripto por Foucault (Los cuerpos dóciles: vigilar y castigar: pág158) “Se habitúa a los reclutas a llevar la cabeza derecha y alta; a mantenerse erguido sin encorvar la espalda, a adelantar el vientre a sacar el pecho y meter la espalda […] se les enseñará igualmente a no fijar jamás los ojos en el suelo […] a mantenerse inmóviles aguardando la voz de mando […] cuerpo como objeto y blanco
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