Analisis de la UE. Desequilibrios

La diversidad y los desequilibrios en Europa son evidentes. La existencia de un mercado y una moneda única han producido un crecimiento económico, pero este crecimiento no ha sido equilibrado, agranda las disparidades de renta, aumenta la brecha entre el crecimiento de las regiones más desarrolladas y las que lo hacen en menor medida.

Uno de esos desequilibrios es el gran desajuste entre países con elevados superávits externos en sus balanzas de pagos y otros con enormes déficits y endeudamiento externos. Esta polaridad extrema se reproduce en la unión monetaria europea entre países con una arrolladora capacidad de generar superávits externos, como es el caso de Alemania, y otros como es el caso de España, con una vertiginosa acumulación de deuda externa que llegó a ser de casi dos veces el PIB, en su mayor parte contraída con los socios más potentes del euro.

El problema que agrava la situación es que estamos hablando de unos desequilibrios dentro de una misma zona monetaria y por tanto quién dicta la política monetaria es el Banco Central Europeo (BCE) y lo hace para todos por igual, siendo los tipos de cambio fijos.

Si tuviéramos que hablar del “fuerte del grupo”, hablaríamos de Alemania, gran potencia industrial y tecnológica con una elevada imagen de marca (el «made in germany» goza de prestigio) y que se ha convertido en una máquina exportadora.

El problema que plantea Alemania es que, con su tan elevada posición exportadora, la tendencia es que el euro se aprecie, que es justo lo que no conviene a los países del sur, que intentan desendeudarse con el resto del mundo y salir de sus propias crisis específicas por la vía exportadora y para la que, por no disponer de las fortalezas alemanas, están optando por ligar su futuro y su competitividad al factor precio. La apreciación del euro está daña la capacidad de exportación a países terceros porque anula en destino cualquier abaratamiento de productos y servicios en origen. Un euro caro es además desinflacionista, lo que conviene a países acreedores como Alemania, pero complica el pago de sus débitos a los países muy endeudados.

A esta desinflación también contribuyen las políticas de austeridad que practica Alemania y que impone a sus socios. los países que consumieron invirtieron y se endeudaron de forma imprudente y generaron elevadísimos saldos negativos con el exterior por una acelerada pérdida de competitividad durante quince años de crecimiento muy por encima de su potencial y del fundamento de sus economías deben expiar esos excesos para restablecer su solvencia. De modo que las políticas de austeridad, de recortes sociales o de reducciones salariales serán la penitencia que permitirá a esos países mejorar su competitividad y ganar cuota de mercado internacional.

Se ha llegado a plantear la imposibilidad de que pudieran seguir juntos, y bajo la misma moneda, países con trayectorias divergentes y que no podían corregir sus enormes

...