Analisis sobre la calle del Bronx en Bogotá

En la capital colombiana, Bogotá, existió por casi una década un lugar conocido como "la república independiente del crimen" o "la caldera del Diablo". Era el temible barrio Bronx, el lugar más peligroso de toda Colombia, donde convivían sin ley narcotraficantes, indigentes, prostitutas y drogadictos.

Este lugar, que fue desalojado por la fuerza pública en 2016, hoy vive un proceso de transformación urbanística con miras a convertirlo en un Distrito Creativo para la cultura, en un afán de dejar atrás el pasado oscuro de violencia, muertes y narcotráfico que acabó con la vida de cientos de personas.

Para entender lo que fue el Bronx hay que vivirlo a través de quienes estuvieron allí, que en su cotidianidad presenciaban crímenes tan atroces como el descuartizamiento de personas, el esclavismo sexual, los secuestros, extorciones y ventas masivas de drogas.

Pedro Ruiz de 38 años es uno de los sobrevivientes del Bronx y un fiel testigo de las atrocidades que se vivían dentro de este temible barrio de Bogotá. Pedro paso 6 años de su vida internado en el mundo de las drogas consumiendo bazuco, marihuana, alcohol puro y durmiendo en cuartos que apestaban. Este testigo cuenta que era normal ver niños que consumiendo bazuco e inhalando pegantes a estos se les denominaban “chingas”.

Los “Sayayines” una sangrienta banda criminal que controlaba el microtráfico de la zona y las "ollas de vicio" más grandes, un grupo que se imponían a punta de miedo, golpes y crímenes. Estos se encargaban de asesinar y torturar a los sapos (personas que confesaban algún delito o algo que no estaba bien), a los que robaban dentro del barrio.

Otro fiel testigo de lo vivido en ese barrio es el señor Carlos, proveniente de la ciudad de Cúcuta, el cual llego a Bogotá con dos millones de pesos ($ 2.000.000) en su bolsillo y su único pensamiento era el de gastar ese dinero en el Bronx. La droga fue su escape de la tristeza en la que se vio debido a la muerte de su padre, la droga para el también significo un purgatorio.  

Carlos manifiesta y afirma que no extraña y que no volvería a las calles.

Jefrey Piñeros es otro de los sobrevivientes de ese infierno llamado “El Bronx”. Tiene 28 años y estuvo en las calles desde los 12 años de edad, debido a las golpizas e insultos propinados por su mama y su padrastro. En el Bronx aprendió a consumir pegantes, drogas y a robar. Se le ve aun la ansiedad.

Jefrey manifiesta que las ansias de fumar y que nadie le regalara una moneda era lo que lo llevaba a tomar el impulso para cometer los delitos.

Teniendo en cuenta lo anterior, el Bronx era una república independiente del delito debido a que las autoridades no podían circular libremente. En efecto, una vez recuperado el control de la zona, se evidenció que los sicarios del Bronx o “Sayayines”, ejercían su propia autoridad con crueldad.

Ahora bien, es pertinente mencionar que, si bien las instituciones de la Alcaldía de Bogotá han estado presentes ante estas alteraciones públicas, queda claro que las bandas criminales ejercen un control social sobre los habitantes de calle, debido a que utilizan el negocio del microtráfico haciendo que este grupo se desplace de acuerdo con los intereses del negocio. Es por esto que el enfoque de seguridad debe estar orientado a combatir las estructuras criminales que les están vendiendo, y a romper la relación económica que tienen los habitantes de calle con estos.

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