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Antiguo Régimen sociedad y demografía


Enviado por   •  2 de Abril de 2020  •  Resumen  •  1.545 Palabras (7 Páginas)  •  146 Visitas

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Antiguo Régimen:

Características demográficas y sociales.

Esta sociedad es, antes que nada, una sociedad rural que se organiza en función de la tierra. Se ha moldeado durante largo tiempo en cuadros demográficos, económicos, jurídicos y mentales, que ayudan a comprenderla.

El Antiguo Régimen estaba sólidamente arraigado en un territorio que, hacia 1700, alcanzaba el medio millón de kilómetros cuadrados y podía albergar a unos veinte millones de habitantes, cuyas cuatro quintas partes por lo menos, eran campesinos.

La Francia del Antiguo Régimen fue en su tiempo, el país más poblado de Europa. Pero esta aplastante superioridad se atenuó en el siglo XVIII (la población europea crece más rápido que la francesa) y desaparece en el siglo XIX.

La abundancia “de los pueblos” aseguraba al rey de Francia recursos materiales realmente sustanciales, que eran la envidia de los monarcas extranjeros. Veinte millones de súbditos, unos doce millones de productores, “casi otro tanto” de contribuyentes.

Francia contaba con una densidad de 40 habitantes por kilómetro cuadrado antes de 1750. Es lo que puede albergar, dados su tiempo de producción, su nivel técnico, sus modos de consumo, sus hábitos físicos y mentales. Una economía cambiante y un régimen demográfico de poblaciones blancas y católicas en la zona templada, matrimonios tardíos, celibato escaso, 40 nacimientos por cada mil habitantes, fecundidad ilegítima muy débil, mortalidad irregular más alta a temprana edad, pero a veces inferior en algunos puntos a la tasa de natalidad.

Surgen “catástrofes” que retraen brutalmente a la población. Lo que llamaba la atención antes de 1750, era el retorno de la “mortandad”, la multiplicación de las sepulturas aparece por lo general acompañada por una casi total cesación de los matrimonios, y por una fuerte disminución de las “concepciones”, y una “movilidad excepcional” se destacaba en regiones afectadas (pobres, temerosos, desocupados y niños se lanzaban a los caminos en busca de socorro. Luego ocurrían fenómenos inversos, los entierros cesaban; los matrimonios se multiplicaban rápidamente, los nacimientos habían sido deshechas por la “mortandad”.

Causas: la guerra, la peste, el hambre. Los conflictos armados provocan por excepción y cada vez menos, las crisis demográficas, producen, sobre todo, éxodos momentáneos.

Endémica en toda Francia hasta 1650, la peste (bubónica o pulmonar) en pocas semanas, siempre en verano un grupo de parroquias bien delimitado, rara vez una provincia entera, podía perder la cuarta parte, la tercera, a veces la mitad de la población. Después de 1650 la peste retrocede y desaparece de casi todas partes; sus últimas ofensivas, venidas del norte (1667) o de Oriente (Marsella, 1720).

La verdadera crisis demográficas, tal como fue estudiada especialmente en la Francia del Norte, del Este y del Centro resulta de una serie de accidentes meteorológicos (veranos lluviosos) en un contexto económico social dado. Sucesivas cosechas resultaron mediocres y se conservaron mal; las provisiones se agotaron; el precio del trigo, y en consecuencia del pan no dejaron de subir, duplicándose, triplicándose o cuadruplicándose. La carestía, la dieta desencadenan en la “mortandad”. El pueblo bajo se lanzó sobre alimentos mediocres o infectos, cayendo en epidemias digestivas. La esperanza de una cosecha mejor, la siega, las primeras trillas, el invierno, triunfan sobre la carestía y la secuela de epidemias.

La “Significación” múltiple de las crisis demográficas.

  1. La insuficiencia de los medios de transporte. Lentitud y carestía del transporte, incluso por agua, constituyen uno de los rasgos fundamentales de la economía de la época.
  2. La velocidad y la exageración del ascenso de los precios caracterizan a los mercados demasiado reducidos, mal aprovisionados, sujetos a especulación (los precios suben antes que las cosechas).
  3. El hecho de que una carestía exclusivamente cerealera pudiera desencadenar subalimentación, mala alimentación y “mortandad”, muestra hasta qué punto los granos constituían el alimento exclusivo de la mayoría de los franceses, y cuan carente, insuficiente y frágil era su régimen alimenticio.

ch) El hecho de que después de uno o dos años difíciles, la mayor parte del pueblo quede rápidamente reducida a la enfermedad y la inanición, revela hasta la evidencia las fallas esenciales de esta economía y esta sociedad: Se producen explotaciones rurales, buena parte de los campesinos no tiene la certeza ni de cosechar, ni de comprar su trigo con seguridad y gran número de ellos no goza de independencia económica.

     La gente humilde ni propietaria ni campesina, no tiene recursos ni ahorros suficientes. El vacío o insignificancia de las “tesorerías populares”, la inadaptación de los recursos a las brutales “carestías”, demuestra la mediocridad de los mecanismos económicos y la extrema desigualdad de las condiciones sociales.

d)Las crisis de carestía cerealera, la mala venta de otros productos, en particular telas, cuyos precios bajan y cuya producción disminuye provocando la desocupación (“silencio de los oficios”), agrava la crisis demográfica. Los sectores económicos no agrícolas dependen del sector agrícola, sobre todo cerealero (fundamental hasta primera mitad del siglo XIX).

Hasta 1710, las grandes crisis demográficas, suceden en especies de ciclos aproximadamente treintañales. Se han arriesgado diversas hipótesis (climáticas, astronómicas, económicas), ninguna convence realmente. Afectaron áreas extensas, algunas afectaron a toda Europa (1597-1630). Las pestes y epidemias se dieron en áreas localizadas.

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