Análisis De La Tenencia De La Tierra En Venezuela
Enviado por pedrobc • 15 de Septiembre de 2014 • 13.295 Palabras (54 Páginas) • 452 Visitas
Análisis de la tenencia de la tierra en Venezuela
FASE DE PLANIFICACIÓN
CAPITULO I:
El problema
Planteamiento del Problema
Históricamente en Europa a partir de la Revolución Francesa del año 1789, las élites burguesas, recién llegadas al poder, se dieron cuenta de la gravedad del problema de la tierra; e intentaron buscar la solución más sencilla. Ellos plantearon la distribución y la democratización de la tierra; a esta iniciativa la llamaron Reforma Agraria. Según Delahaye (2001), la reforma agraria es: "Un proceso mediante el cual se aplica un conjunto de medidas económicas y políticas, con el objetivo de cambiar de forma gradual, ordenada e integral la estructura agraria, en sus aspectos económicos, social, cultural y político para lograr el desarrollo integral" (Pág. 12)
En el siglo XVIII luego de las revoluciones burguesas en el continente europeo, se implantó una estructura que se basaba en la distribución de las tierras en pequeñas y medianas propiedades que ha perdurado hasta nuestros días. En el caso de Estados Unidos, luego de la Guerra del Norte contra el Sur, se implantó una ley que estableció un tamaño de propiedad máxima de alrededor de 100 acres (89 hectáreas) por familia, que funcionó como una especie de reforma agraria, sobre las tierras públicas, garantizando el acceso más democrático a todos los que quisieran trabajar la tierra, de forma familiar.
Hubo muchas otras reformas agrarias en los países del hemisferio norte, pero ya en el marco de la transición del sistema económico capitalista al socialismo. Esas reformas agrarias se caracterizaron no solamente por la distribución de la tierra entre los campesinos, sino que también representaron la nacionalización de la propiedad social de los medios de producción agrícola, y la eliminación de las diferencias sociales en el campo. Así ocurrieron las reformas agrarias socialistas de Rusia (1918 en adelante), China (1949), Cuba (1960), Europa del Este (después) de la Segunda Guerra Mundial, Corea del Norte (1956), Vietnam, etc.
Al contrario de los países centrales, donde las burguesías nacionales se obligaron a democratizar la propiedad de la tierra, como forma para estimular el desarrollo de las fuerzas productivas, aunque capitalistas, en los países dependientes del hemisferio Sur las élites locales, totalmente dominadas por el colonialismo y por el imperialismo del siglo XIX, adoptaron otras formas de desarrollo capitalista. Precisamente el modelo de desarrollo capitalista adoptado por las élites dependientes se basó en la existencia de la gran propiedad latifundista, que pasó a dedicarse a los productos de exportación que interesaban a los países centrales.
Hoy se puede decir que el problema agrario, como veían los clásicos, desde el nacimiento del capitalismo, persiste en la mayoría de los países periféricos y aún más en Latinoamérica. Según Molina (1992) manifiesta que: "se caracteriza la existencia de un problema agrario ante la presencia de fenómenos económicos y sociales como los siguientes:
• 1. Alta concentración de la propiedad de la tierra
• 2. La mala utilización de la tierra y demás recursos naturales. Como la propiedad está concentrada en la oligarquía rural, que no necesariamente necesita de toda la tierra para acumular, gran parte de esas tierras se mantiene improductiva, con muy baja utilización.
• 3. La producción obtenida en las tierras más fértiles de nuestros países no se dedican a cultivos destinados a la alimentación de nuestros pueblos.
Esas son las características principales de lo que ocurre en el medio rural de nuestros países periféricos, y que determinan que sí sigue existiendo un problema agrario fundamental. Problema agrario que tiene un carácter de clase.
Existe y afecta a la población pobre, a los trabajadores; pero para las élites colonizadas, para las burguesías locales que solamente piensan en ganancia, de hecho no hay más problema agrario porque, a parte de todos estos problemas señalados, ellas todavía logran obtener ganancias con la producción agropecuaria. Y si hay ganancias, no hay problema agrario. (Pág. 16)
En América Latina, la reforma agraria no solo ha transcurrido por guiadores democráticos sino que ha sido acompañada con enormes dosis de violencia. Asimismo según García (1997) señala que:
Arrebatar la tierra a los indígenas fue política permanente durante la colonia, moderada a medias por las autoridades españolas o portuguesas que temían la total extinción de los aborígenes; fue aún mas cruel en las nacientes repúblicas y así se ha mantenido hasta la actualidad.(Pág. 08).
Es por ello, que la reforma agraria siendo un acto de justicia con las comunidades indígenas y otras etnias que aun conservan tierras comunales, sufren el proceso de expropiación forzosa y violenta de tierras por razones de racismo y genocidio. Países como México y Guatemala, con importantes poblaciones indígenas son escenario de verdaderas guerras contra estas comunidades con la finalidad de apropiarse de sus tierras.
En Venezuela, La Ley de la Reforma Agraria (2005), promulgada el 5 de Marzo de 1960 durante la presidencia de Rómulo Betancourt, Fue producto de un consenso nacional, en donde participaron sectores como la Iglesia y el Partido Comunista de Venezuela, entre otros. Se perseguía una meta en común: la equitativa distribución de las tierras. En este sentido Ibarra (2001) asegura que:
Pese a algunos avances iniciales logrados a través de la Ley de Reforma Agraria, pasados más de 40 años, la estructura de la tenencia de la tierra no varió en lo fundamental y no se logró un desarrollo agrario significativo, ni se elevó de manera sustancial la calidad de vida de la población campesina (Pág.18).
Con esto, la eficacia de una reforma agraria dependía de la creación de un mercado formal y homogéneo de la propiedad. Lo que reconoce el derecho a la adjudicación de tierras a toda persona apta para el trabajo agrario, en los casos y formas establecidos en la LTDA (2005).
Con ello, el objetivo de una reforma agraria es precisamente el de consentir el acceso a la tierra y a su utilización apropiada, así como el fomento del empleo; funcionando como una forma de intervención necesaria para el desarrollo armónico de la economía y de la sociedad, siendo que hasta la presente fecha no se han cumplido de manera eficaz los propósitos de la misma.
En relación a lo anterior, para el Ingeniero Agrónomo Ramón Elías Bolotin, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas (PAI), en una entrevista realizada por el diario Ultima hora el 10 de diciembre del 2006, señala que:
(...) la problemática agrícola Venezolana no ha visto propuestas realmente
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