Análisis de la película Wall-E

Wall-E es uno de los millones de robots que tienen como única directiva limpiar el basurero en el que se ha convertido el planeta tierra. Durante 700 años, uno a uno a sucumbido a los embates del tiempo, hasta que sólo queda uno activo. Día a día, este pequeño robot cumple con su misión de compactar toda la basura del planeta. Al paso de los años, genera una peculiaridad: la curiosidad. Esto le ha hecho coleccionar cada artefacto que le llame la atención. De igual manera, se hizo de una mascota, una cucaracha que lo obedece cual fiel canino. Pero para Wall*E hace falta algo más. Es entonces que conoce a Eve, un androide que busca algo de vital importancia para los humanos que sobreviven navegando entre las estrellas.

En la pelicula, aunque parece cinta para niños, definitivamente no la disfrutarán tanto como los padres. En la historia se muestra, descaradamente, a un planeta tierra repleto de basura de todo tipo. Desde aguas negras, llantas, deshechos, hasta miles de satélites que saturan la órbita de la tierra, la cinta comienza con esta tristísima visión de lo que nos espera.Es entonces que conoce a Eve, un androide que busca algo de vital importancia para los humanos que sobreviven navegando entre las estrellas. Sin embargo, los dos forman una unión dulce, y la película muestra su lado más fuerte al presentar su noviazgo casi sin palabras, no es exagerado comparar a la adoración ciega chica flor Virginia Cherrill de Charlie Chaplin en "Luces de la ciudad."

Por otro lado, los humanos sobrevivientes son unos gordos inútiles. Dependen completamente de las máquinas para comer, dormir, moverse, incluso para mantener relaciones sociales. Lo más triste del caso es que eso ya lo podemos ver en nuestros días. No se necesita viajar en el futuro para darnos cuenta de que la tecnología ha alienado nuestra vida, tanto para bien como para mal. Esto ha hecho que los humanos nos volvamos poco a poco, unos autómatas. Durante 7 siglos en los cuales se dedicó a realizar sólo su principal directiva, encontró el tiempo para cuestionarse cosas, imaginar, soñar, anhelar. Es él quien posee la capacidad humana de la iniciativa, de luchar por lo que se quiere, de no ser conformista. Y lo hace de una forma tan inocente que conmueve hasta al alma más dura.

Las aspiraciones de Wall*E no involucran la grandeza, ser el mejor en lo que hace o convertirse en un gran guerrero. Sólo desea encontrar a alguien afín a él con quien pueda compartir su vida. ¿Quién diría que algo tan simple ofreciera una historia tan compleja al mismo tiempo? Es un gran logro. Como película es poéticamente impecable, mientras que educa a los padres y entretiene a los niños, todo al mismo tiempo. Ojalá y todos entendamos el mensaje.

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