Análisis de las sanciones impuestas a Rusia

Análisis de las sanciones impuestas a Rusia

(EY, YO CREO QUE ESTÁ GUAY, ÉCHALE UN OJO, PÉGALE UN REWRIT QUE LE HACE FALTA A ALGUNAS PARTES Y MÉTELE TU MORRALLA JURISTA)

El pasado 24 de febrero, ante la perplejidad del resto de países del mundo, Rusia inició la tan temida e inevitable invasión de Ucrania. La escalada de tensión entre ambos países vecinos era palpable durante los meses previos al comienzo del conflicto bélico. Ante esta situación de peligro inmediato, las grandes potencias mundiales comenzaron a debatir y aplicar paquetes de medidas sancionadoras de aspecto económico y social al país infractor con el objetivo de evitar la agresión. Sin embargo, estos intentos de amedrentar a Rusia por parte de Estado Unidos y la Unión Europea no dieron sus frutos y finalmente el conflicto desembocó en el peor de los desenlaces: la guerra. Desde el comienzo de esta, los paquetes de sanciones aprobados por Estados Unidos y los países europeos han tratado de debilitar y aislar la economía rusa.

Para poder entender la dimensión de este conflicto y sus consecuencias, hay que analizar las causas que han derivado en esta grave situación. El conflicto ruso-ucraniano ha sido uno de los grandes focos de tensión geopolítica durante los últimos años. Desde que, en el año 2013, el entonces presidente ucraniano, el prorruso Víctor Yanukóvich, suspendiera la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea, la tensión entre ambos países no ha hecho más que aumentar. A este acontecimiento le siguieron múltiples manifestaciones de la población ucraniana, descontenta con las decisiones del presidente, al que consideraban un títere del gobierno ruso y al que le achacaban velar por los intereses de sus vecinos del este antes que por los de su propio país.

A estas numerosas protestas, le siguió la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea en 2014. Este suceso fue definitivo para que los países occidentales tomaran cartas en el asunto. La OTAN congeló su colaboración con Moscú mientras que EE. UU. y la UE impusieron sanciones económicas. La anexión de Crimea por parte del gobierno de Vladimir Putín supuso un peligroso precedente, y en la región ucrania del Donbás, varios grupos separatistas autoproclamaron sendas repúblicas populares y reclamaron la anexión de las provincias de Donetsk y Lugansk a Rusia. Ante la negativa del gobierno ucraniano al considerar ilegítima la autoproclamación de las repúblicas populares, dio comienzo una guerra civil entre los grupos separatistas prorrusos apoyados por Moscú y el ejercito ucranio.

No fue hasta el año 2019 cuando el actual presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y Vladimir Putín, acordaron retomar el proceso de paz en Ucrania. Más tarde, a principios de 2021, comenzaron las hostilidades por parte de Moscú. Rusia, paulatinamente, trasladó tropas a la península de Crimea y sus fronteras con Ucrania. Fue en diciembre de ese mismo año, cuando la posibilidad de una invasión de Ucrania se tornó en más que probable. Ante esta amenaza de una violación de la legalidad internacional, las potencias occidentales amenazaron con sanciones enormes a Rusia en caso de invadir Ucrania. Durante los dos primeros meses de 2022, las tensiones se recrudecieron hasta que el 24 de febrero, el tan temido escenario de una invasión y su consecuente guerra, se convirtió en una realidad.

Ante esta alarmante coyuntura y la violación del derecho a la integridad territorial del estado ucraniano, la UE y EE. UU. han impuesto sanciones económicas y sociales sin precedentes con el fin de poner fin a esta guerra sin intervenir de manera directa en el conflicto.

Las primeras sanciones comenzaron en 2014 tras la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia. Por lo general se trataban de sanciones económicas y comerciales sin gran repercusión en la economía rusa, exceptuando algunas sanciones específicas a funcionarios rusos y ucranianos. Estas primeras sanciones fueron nimias y no tuvieron el resultado deseado, frenar la ambición del presidente ruso de anexionar el territorio ucraniano a Rusia. Las primeras grandes sancionas impuestas a Moscú tuvieron lugar en febrero de 2022, cuando la invasión de Ucrania se preveía inminente.

El 23 de febrero de 2022, ante el reconocimiento por parte de Rusia de las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk como independientes, el Consejo Europeo acordó un paquete de sanciones entre las que destacan las sanciones contra los 351 miembros de la Duma estatal rusa, además de a otras 27 personas que han contribuido a socavar y amenazar la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania. Dentro de estas medidas restrictivas se encuentra la inmovilización de bienes, la prohibición de poner fondos a su disposición y la prohibición de viajar o transitar por la UE. Además de las sanciones impuestas contra personas físicas, se restringe el acceso de Rusia a los mercados, servicios financieros y de capitales de la UE. Al día siguiente, el ejército ruso emprendió la conquista del país vecino.

Tras la invasión de Ucrania, la imposición de nuevas restricciones ha sido incesante. Entre las más importantes, cabe destacar la congelación de activos a los oligarcas rusos, quienes suponen un pilar fundamental para el mantenimiento de Putin en el Kremlin, la exclusión de los bancos rusos del sistema de pagos internacionales SWIFT y la huida de las grandes multinacionales de suelo ruso. Estas acciones tienen el claro objetivo de crear un estado de malestar dentro de la población civil rusa y de los oligarcas rusos, y que genere un descontento generalizado secundado con multitudinarias protestas, que obligue al presidente ruso a detener la guerra.

Abordando las sanciones impuestas a los oligarcas rusos, tanto en los países europeos como en EE. UU., desde un punto de vista legal y económico, nos encontramos ante unas medidas sin precedentes (INSERTA TUS MOVIDAS LEGALES DONDE VEAS CONVENIENTE Y QUE QUEDEN GUAYS)

Como ya hemos mencionado, tratar de debilitar la economía rusa tiene como objetivo lograr el descontento de su población, especialmente de la élite oligarca con estrechos vínculos con el presidente. Deteriorando las relaciones entre los oligarcas y Putin, se busca desestabilizar el balance cuasi feudalista de la sociedad rusa y producir un levantamiento por parte de los oligarcas que haga cesar al presidente de su empeño por la invasión de Ucrania. (SI METES UN POQUILLO DE RELLENO DE LA DEPENDENCIA PUTIN-OLIGARCAS/OLIGARCAS-PUTIN, IGUAL QUEDAS COMO LA PUTA AMA)

A este selecto grupo de la élite rusa, se les han congelado sus activos, prohibido los viajes e impedido que sus empresas privadas sigan acumulando capital en suelo estadounidense, europeo y británico (OJO QUE IGUAL ALGÚN PAÍS MÁS). Las consecuencias de estas sanciones no se han hecho esperar, y las declaraciones de los oligarcas rusos han llegado para desmentir y declarar de injustas e infundadas las acusaciones de la UE sobre ellos.

El descontento entre la élite rusa no hace más que aumentar, ya que han visto como todos los activos y beneficios de los que disponían en países extranjeros se les han sido arrebatados, como, por ejemplo; la incautación de los yates de lujo, la congelación de activos y cuentas bancarias y la prohibición de venta de productos de lujo de fabricación europea. Sin embargo, todavía el descontento generado entre los líderes económicos del país no ha surtido el efecto deseado y no ha conseguido crear la presión suficiente sobre el presidente ruso como para que su poder se vea comprometido en caso de no parar la invasión.

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