Análisis del Dialogo Político en Nicaragua. Como representación de la Crisis Política Interna

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Análisis del Dialogo Político en Nicaragua.

Como representación de la Crisis Política Interna.

Facultad de Humanidades

Departamento de Historia

Licenciatura en Estudios Internacionales

Introducción a los estudios internacionales

Valentina Esperanza Villegas Arenas

Santiago, 08 de abril del 2019.

La crisis política de Nicaragua está en su punto más alto. La crisis que va a cumplir un año y ha dejado a un centenar de muertos y desaparecidos enfrenta una nueva suspensión del diálogo o negociación política por diferencias presentadas por ambas partes. Este diálogo presenta la agenda de la oposición, la cual tiene el rechazo del gobierno, principalmente por las propuestas de adelantar las elecciones presidenciales y la presencia de organismos internacionales con el fin de solucionar la actual crisis. Pese a esto existe disposición a seguir tratando el tema de justicia, reparación y no represión, “estamos esperando voluntad política de parte del Gobierno” (Juan Chamorro, 2019). Por lo cual es posible un alargamiento del diálogo político.

La crisis tiene como punto inicial la reforma unilateral al seguro social y que el 17 de abril del 2018 convoca a una protesta en su contra. Esta protesta, que tuvo un alto nivel de represión, estaba conformada por estudiantes con apoyo de afectados por el aumento de cuotas y el impuesto a jubilaciones de la reforma dejó, según la comisión interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), a 79 muertos, 868 heridos y 438 detenidos. Esto se suma a la constante acusación que se le hace desde antes de este suceso al presidente Daniel Ortega por corrupción. El surgimiento de estas acusaciones, según biobiochile, parte con la ayuda económica por parte de Venezuela, esta existe desde el 2008 y se debilitó con la crisis de dicho país, el problema principal de esta ayuda es que el presidente no lo agrego al presupuesto y a su vez lo puso a la administración de una empresa privada. Además de lo anterior, se agrega un pacto empresarial que habría hecho el presidente con la clase alta empresarial. Después de la protesta de abril, pasaron cinco días para que la reforma fuera anulada por parte del presidente, pero en ese momento el debate ya no era dicha reforma, el tema importante era la justicia a los muertos, heridos y detenidos durante la protesta, y en consecuencia su salida del poder. Con dichos objetivos en mayo del 2018 se empieza el diálogo entre el oficialismo y la oposición.

El diálogo político en Nicaragua, el cual fue mediado por la iglesia católica, luego de unas sesiones y sin llegar a acuerdos en los dos temas principales quedó suspendido. El oficialismo pone énfasis en el aumento de manifestaciones y el carácter “golpista” de la iglesia como razones de esta suspensión. No fue hasta febrero del 2019 que se anunció una nueva apertura al diálogo del oficialismo. Para este momento la represión en las marchas pacíficas ya contaba con más cifras de muertos, heridos, detenidos, desempleados y desaparecidos. Y con una crisis política y económica de niveles muy altos.

Este diálogo entre la Alianza Cívica por la justicia y la democracia (conformada por representantes de estudiantes, campesinos, académicos, religiosos, empresas privadas, sociedad cívica y costa del caribe) y el Gobierno de Daniel Ortega tiene como propósito buscar una solución a la actual crisis. La oposición presentó demandas a tratar que se pueden resumir en tres principales. La primera es el adelanto de las elecciones políticas con el objetivo de democratizar el país. En segunda se encuentra la solicitud de la presencia de organismos internacionales como garantes de los acuerdos, se destaca en este La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y el alto Comisionado de Naciones Unidas en Derechos Humanos. Por último, la Justicia, Reparación y no Repetición para todos los afectados en sus Derechos Humanos. El oficialismo con respecto a los dos primeros objetivos se muestra en rotunda negativa. En cambio, se enfoca en tratar el tercer punto y se llegan a dos acuerdos, la liberación de 150 detenidos con la promesa de liberarlos a todos y el fortalecimiento en derechos y garantías.

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